Conseguimos y debo decir que nos alegró mucho el libro, en edición de lujo: "Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. Una historia de 50 años" (Ucla, ediciones del rectorado, Barquisimeto, 2002); de los tantos escritos por el historiador y reconocido profesor universitario Dr. Reinaldo Rojas; y de los pocos de su producción intelectual que no hemos leído (ediciones restringidas y precios altos).
Aunque de los otros libros no hojeados por el cronista figuran también uno sobre los proyectos malogrados sobre la red ferroviaria de los últimos tiempos, un convenio con China que dizque apenas avanzó cuatro kilómetros, según hemos oído decir compartiendo alguna sopa entre investigadores en el área de la historia y las ciencias sociales, cuando nos reuníamos en la Biblioteca Camejo-Urbina de El Eneal, vía Duaca, municipio Crespo, estado Lara.
Tampoco dos de muy reciente data de tipo biográfico: uno sobre el abogado y jurisconsulto constitucionalista Dr. Ambrosio Perera (que participó en la redacción de la Constitución de 1961), como también otro texto del mismo tenor; conmemorativo del décimo aniversario de la desaparición física del administrador, economista y emprendedor de amplios proyectos educativos, Dr. Raúl Quero-Silva (1939-2011), como el complejo educativo del mismo nombre; uno de cuyos planteles lo representa la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, que amplió las oportunidades de estudio en la ciudad y la región.
De hecho, en un tiempo cuando en la UPEL-IPB daba miedo buscar cupo en sus postgrados porque estaban copados por docentes universitarios de la generación de relevo y demás miembros de esa élite, que llamaban, en lo personal optamos por seguir en la UFT los seminarios de la Maestría en Educación Universitaria (2001-2005) y el Doctorado en Ciencias de la Educación (2005-2010); por cierto, uno de los jurados principales en la evaluación del informe final de investigación y sustentación oral para optar a este último grado y título, fue el Dr. Reinaldo Rojas. Por lo que conocemos ya inclusive en los estudios de grado y postgrado en enseñanza de la historia (UPEL-IPB, 1990-95 y 1997-2002) de su rigor y amenidad de la escritura del miembro de la academia venezolana de la historia, guardián de la memoria del país.
No pretendemos aquí hacer una recensión del libro "Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Una historia de 50 años" (Rojas, R, 2002) que bien merece, claro, una vez realidad y reflexionada su lectura; lo que sí estamos seguro es que vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en semejante tarea. Por ahora podemos decir que en sus primeras páginas se puede percibir el impacto que trajo para la comunidad barquisimetana y larense la creación de la UCLA en 1962, que acompañó técnicamente los planes de desarrollo industrial y comercial de la región, así como de otros dos institutos universitarios: el Instituto Politéctico Antonio José de Sucre de Barquisimeto y antes en 1959 el Instituto Pedagógico de Barquisimeto.
De donde se tiene que, con perdón de Perogrullo, los procesos de formación universitaria están imbricados con los planes de desarrollo de la nación, en el caso de Barquisimeto: los inicios y desarrollo de la llamada Zona industrial I, II, III y IV, su dinámica comercial, así como cultural fueron pivoteados por la educación universitaria; una tradición que deviene del siglo XIX a partir de la creación del Colegio Federal (1884-1899) y se retoma a mediados del siglo XX.
Resalta el dato no menos importante de que a regímenes políticos atrabiliarios (Castro-Gómez) corresponde una merma en el sector educación y viceversa: a medida que los gobiernos tienen un carácter democrático el sistema educativo se amplía. El mencionado libro y otros estudios más modestos ponen ese tópico de relieve, ahí están las fuentes documentales, hemerográficas y testimoniales que, hasta en lo personal, se han abordado para un ascenso en el escalafón universitario de mediana categoría (asistente, agregado, asociado).
Así, cuando la experiencia democrática que sería la segunda (López-Contreras, Medina-Angarita, Paco de Punto Fijo) en el país hacia la década de 1980-90, llamada también del "consenso de las élites" (Arturo Sosa-Abascal SJ, dixit) entró en crisis también el sistema educativo denominado entonces superior; como hemos dicho en otra ocasión hallar un cupo en cualquier universidad en 1989, por ejemplo, era un milagro; a ese fenómeno creemos que ha sido el investigador de la UCV Dr. Tulio Ramírez lo bautizó como "contracción de la oferta educativa" o la formación de un cuello de botella. En 2001, en el inicio de lo que en lenguaje periodístico titulan "el proceso" aparte de la creación de las escuelas bolivarianas y las misiones educativas, entre éstas Misión Sucre y universidades alma mater o tecnológicas territoriales las casas de educación universitaria se han multiplicado en Venezuela.
Han dicho en cambio algunos académicos, como el rector de la Universidad Metroplitana de Caracas, Dr. Benjamín Scharifker (Química) en su red social Twitter que Venezuela vive desde hace ya buen tiempo un proceso de destrucción de las universidades y se va a acentuar con el nombramiento reciente de la Dra. Tibizay Lucena, pues, en efecto acota en ese medio trae a colación que una actividad virtual en la que participó: Webinar The Venezuelan University: Acase of Destruction by Political Design, allí participaron Rafael Almedia (ULA), Alejandra Marcos Melfo (ULA), Marcos de Danuto (UDO), Benjamín Scharifker (USB-UNIMET), Vladimir Mujica (UCV, Arizona State University; Moderador: Isaac Solama, embajador.
El Dr. Scharifker, actualmente rector o ex rector, porque habíamos oído por Unión Radio 870 AM que había renunciado a ese cargo que desempeña desde hace buen tiempo en la UNIMET, universidad de administración privada con gran prestigio en cuyo diseño y creación tuvo mucho que ver el maestro catalán-venezolano don Pedro Grases, de hecho su biblioteca pasó a custodia de esta institución de vocación técnica inicialmente; se queja de que los nuevos dispositivos universitarios, más de una cuarentena que han ampliado a cifras impresionantemente altas la matrícula, sugiere la precaria calidad de las mismas.
Además, asegura que desde el Ejecutivo desarrollan un plan de destrucción de las universidades autónomas y experimentales históricas en Venezuela, así llamadas; que su función es exclusivamente ideologizar, no tanto la enseñanza de la ciencia y la técnica, sino legitimar proyectos políticos del actual gobierno; de allí el título de esta crónica. Tal es su visión, y en contraste ARBOl, Asociación de Rectoras y Rectoras Bolivarianos de Venezuela, felicita y augura éxito a la nueva ministra del ramo Tibizay Lucena confines de fortalecer el subsistema de educación universitaria, principalmente en el sistema multimodal; falto decir que mejore los sueldos y salarios, porque sucede que en el manojo de nuevas universidades los estipendios son muy precarios, prevalece sólo la buena voluntad, ¿concederá salarios a 500 o mil dólares? ¿O mejorará al menos en algo los actuales los presupuestos universitarios y remozará las infraestructuras físicas de éstas?.