Sabías qué. Siempre los venezolanos estaremos agradecidos de aquellos patriotas que investidos de la mayor ciudadanía y coraje tomaron la firme decisión de ser libres y crear una nueva república para las generaciones futuras. Terminada la Sesión independentista uno a uno fue estampando sus firmas.
Por la Provincia de Barinas firmaron, Ignacio Ramón Briceño Méndez, José de la Santa y Bussy, José Luis Cabrera, Juan Nepomuceno Quintana, Juan Fernández Peña y Angulo, Manuel Palacio Fajardo y Ramón Ignacio Méndez y por la Provincia de Barcelona, Francisco de Miranda, Francisco Policarpo Ortiz y José María Ramírez.
Todos los convocados ese día, se habían nutrido de las ideas derivadas del proceso revolucionario francés y norteamericano; los cuales penetraron en la Capitanía General, con los papeles del Archivo de Miranda, y por las andanzas conspirativas, que otros venezolanos con antelación venían realizando con fervor patriótico.
Por la Provincia de Mérida estuvieron presentes Antonio Nicolás Briceño y Manuel Vicente de Maya. La Provincia de Margarita envió al diputado Manuel Plácido Maneiro. Por la Provincia de Trujillo asistió Juan Pablo Briceño Pacheco. Por la Provincia de Cumaná, Francisco Javier de Mayz Márquez, José Gabriel de Alcalá, Juan Bermúdez de Castro Rodríguez y Mariano de la Cova.
Los fundadores de nuestra república, ya venían de participar en la rebelión del 19 de abril de 1810. Además, protagonizaron la elección de los Diputados al Congreso General de las Provincias; declararon solemnemente la Independencia el 5 de julio de 1811; y redactaron la Constitución Federal de los Estados de Venezuela.
La Provincia de Caracas tuvo la mayor representación, una vez que desde allí se gestó la chispa anticolonial y por qué territorialmente era la más grande. En el primer lote de firmantes tenemos a Juan Antonio Rodríguez Domínguez, Luis Ignacio Mendoza, Francisco Isnardi, Felipe Fermín Paúl, Fernando de Peñalver, Fernando Rodríguez del Toro e Ibarra, Francisco Hernández, Francisco Javier Ustáriz Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, Francisco Javier Yanes y Gabriel de Ponte.
Aquella Sesión fue refrendada con sus firmas por los también diputados de la Provincia de Caraca, Gabriel Pérez de Pagola, Isidro Antonio López, José Vicente Unda, José Ángel de Álamo, Juan Antonio Díaz Argote, Juan Germán Roscio, Juan José Maya, Juan Rodríguez del Toro e Ibarra, Lino de Clemente y Palacios, Luis José de Cazorla, Martín Tovar Ponte, Nicolás de Castro Pacheco y Salvador Delgado.
Nuestra Acta de Independencia, entre otros pronunciamientos, incluyó: "Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes”.
“Y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límite y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos que hacen y ejecutan las naciones libres e independientes”.
“Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, demos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional".
“Dada en el Palacio Federal y de Caracas, firmada de nuestra mano, sellada con el gran sello provisional de la Confederación, refrendada por el secretario del Congreso, a cinco días del mes de julio del año de mil ochocientos once, el primero de nuestra independencia”.
He allí el origen y fuente permanente de nuestra férrea voluntad civilista y democrática. Al decir verdad; nuestra historia, por muchos períodos ha estado bajo el dominio de regímenes militaristas y autoritario, pero siempre ha prevalecido en la conciencia de nuestro pueblo, la herencia dejada por nuestros libertadores. Este es otro saber republicano.