En Venezuela desde hace mucho tiempo se ha estado en un proceso de creación de universidades en distintas regiones del país y en diversas áreas del conocimiento. Cada cierto tiempo somos sorprendidos por la creación de una Institución Universitaria, lo cual también nos hace pensar sobre la viabilidad de la calidad académica y de investigación de esos centros educativos. Partiré para ello de una afirmación, Universidad donde no se realiza investigación científica, tecnológica, filosófica, no puede entrar en la categoría de Universidad por la simple razón que no puede incorporar nuevos conocimientos, lo cual es la razón misma de las Universidades.
Al carecer de investigación los docentes solo pueden repetir los conocimientos ya adquiridos en su formación corriendo el riesgo de impartir conocimiento ya obsoleto y sin capacidad innovativa. Esto lógicamente se reflejara en la calidad de los alumnos venezolano, ya arrastrando déficits desde la educación media y primaria.
Al tener oportunidad de participar en proyectos de investigación adelantados por sus profesores se les da un nivel de exigencia que lleva a los alumnos a superarse y a valorar la adquisición de nuevos conocimientos. Claro si una universidad no desarrolla programas amplios de investigación podría estar implicada en actividades que se desarrollen en la economía del país que aunque no es una investigación propiamente dicha, proporciona un nuevo nivel de conocimientos, experticias y practicas necesarias que enriquece tanto a los docentes como al sector estudiantil.
Pero la impresión que tengo es que ni una ni otra están expresándose en el acontecer académico de las universidades venezolanas. Es más en las universidades venezolanas tenemos en contra que se impuso una filosofía de derecha, que emergió de los restos del nazismo al finalizar la II Guerra Mundial, el cualitativismo que elimino el estudio del método científico en los pensum universitarios y que por supuesto impide el estudio del marxismo como la categoría del conocimiento social. Casi nada.
Sin embargo considero que para mejora la calidad de la enseñanza universitaria en Venezuela bolivariana es necesario tomar come el elemento principal la cantidad y calidad del plantel docente con que cuentan, tanto las universidades recién creadas como las de ya larga data de su fundación.
No pueden fundarse nuevas universidades sin contar con el plantel docente del nivel y la especialidad adecuada, mucho menos sin contar con autoridades rectorales con criterio y capacidad académica para desempeñar sus funciones. El criterio del compañerismo político no alcanza para cubrir todas las funciones que deben desempeñar unas autoridades universitarias. Son universidades que nacen mochas o cojeando y así siguen sin que se vislumbren programas de optimización.
Se hace necesario un esfuerzo organizativo para reevaluar la situación en que se encuentran las universidades y establecer, de una forma individualizada un avance cualitativo, ya que cada universidad tiene sus propias fortalezas, debilidades y contextos específicos, todo lo cual debe ser tomado en cuenta.
El trabajo principal sin embargo es la mejora de la profesión del docente universitario, el cual es el elemento más importante de la educación por ser el elemento creador de valor, el que enseña, el que educa, para lo cual influye las condiciones en que desempeña esa labor, que sabemos crítica, con gran cantidad de docentes que de hecho financian a sus instituciones pues sus sueldos no le alcanzan para cubrir todos los gastos y compromisos académicos que exige la enseñanza hoy día en Venezuela.
El esfuerzo que se haga para mejorar la remuneración del docente universitario debería estar acompañado por alguna evaluación continua que mida su nivel académico y establezca estrategias de perfeccionamientos y programas de desarrollo profesional, asegurando que estén al día con las últimas metodologías y tecnologías educativas.
La educación es un instrumento de cambio total y en una revolución socialista debe acompañar todas las transformaciones que se implementen para así garantizar su buena organización y obtención de los resultados esperados.