Victoria popular en la Asamblea, se les vio el bojote clarito

El parto de los montes, o crónica de una muerte anunciada

El parto de los montes o simplemente más de lo mismo. Lo que hoy pasó me hizo recordar cuando los medios se inventaban una esperanza blanca para enfrentarlo a Muhamad Alí. No terminaban de subir al ring cuando caían largo a largo. Ha sido la confirmación de una muerte anunciada. Los medios se inventaron un producto nuevo, bonito y barato, exactamente como lo hacen con unos bluejines o unos zapatos. De pronto estos muchachos estaban haciendo temblar las bases sociales de Venezuela, algún trasnochado de estos que no faltan nunca, al calor de un buen 18 años, llegó a comparar las manifestaciones de estos estudiantes con el Mayo Francés y al jovencito Goicoechea con Daniel Cohn-Bendit, (Dany el Rojo), na guará.

Yo pedí con todas mis fuerzas –conociendo las entrañas del monstruo por dentro, porque trabajo con ellos- que los dejaran hablar. Sabía que al hablar se pondría en evidencia la ausencia de pensamiento social de estos muchachos. Tampoco había que ser muy fino para darse cuenta de ello. Una juventud que sale a la calle a dar saltitos al grito de errecetevéeee, errecetevéeee, globovisióooon, globovisióooon, como si con ello estuvieran defendiendo el derecho a la vida de los 30 mil niños que mueren de hambre cada día en el mundo o el derecho a la vida de líderes sociales y campesinos que en número de doscientos han sido ajusticiados por sicarios pagados por la oligarquía, no podía tener en la cabeza nada más que sus consignas, sus banderas volteadas, sus manos pintadas y poco más.

No se que vueltas la dará a la cosa el think-tank de la conspiración. Imagino que cualquier cosa es posible para intentar levantar de la lona a sus paladines noqueados y decir que ganaron o que perdieron porque el árbitro estaba vendido. Esta gente que es capaz de aferrarse de una brocha y quedarse guindando sin escalera cuando denunciaba el fraude electoral –aún hacen los más disociados- con teorías como el hacker ruso, el cisne negro o la no menos interesante de los topes de fórmica en las máquinas de votación es capaz de cualquier cosa.

Una cosa es absolutamente cierta: sus “danielitos rojos” quedaron desnuditos y en pelotas. Tendrán que recurrir a otros productos. Fidel Castro irrumpió en la historia aprovechando aquellos cinco minutos que obtuvo en el juicio que le seguían por el asalto al Cuartel Moncada; Hugo Chávez Frías tuvo apenas 32 segundos en pantalla para grabar a fuego en el corazón del pueblo su rostro, su “por ahora” y su “vendrán nuevas situaciones y el país se enrumbará….”, estos muchachos dispusieron del escenario político por excelencia: la Asamblea Nacional; 10 tandas de 15 minutos para cada uno con derecho a otras 10 de diez minutos: 250 minutos y en Cadena Nacional de radio y televisión, apenas pudieron mal leer un papelito que previamente –con guión para gestos incluido- les habían preparado Fernán Frías y Ugalde. Luego de concluida la lectura de la chuleta no fueron capaces de articular una sola idea, simple y llanamente, groseramente –porque debieron quedarse por cortesía con el pueblo que los esperaba- abandonaron el hemiciclo y chao pescao. ¿Puede hacerse un ridículo más clamoroso?

¿Cómo podrán mantener la consigna de “libertad de expresión” si han tenido ese derecho –que por cierto no tenemos ninguno del resto de los venezolanos- y no lo ejercieron? Tengo la impresión que los publicistas del plan deben estar echando humo, pensando, pensando… quizás llamen al chapulín colorado. En verdad después de esto, no los muchachos que sólo han sido muñecos en manos de estos malandros del pensamiento, sino estos “pensadores” no se que harán. ¿Por donde vendrá el invento?, por donde vengan no tienen la razón y por ello la derrota la tienen pintada en la frente


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Martín Guédez


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