Los sucesos de la semana pasada, dejan muchos cabos sueltos como para pensar que se trata de una jornada planificada por el oposicionismo pelele, enmarcada dentro del planificado plan golpista en pleno desarrollo, en contra de la Reforma Constitucional. Me explico, sale la marcha hacia el TSJ, nutrida –fundamentalmente- de estudiantes de las universidades privadas, de hecho en las marchas internas previas, se pudo apreciar el poco interés de los ucevistas por participar en esa actividad, incluso en conversaciones entre estudiantes se podía apreciar el despertar de muchos de ellos y ellas, que manifestaban su descontento por la actitud de sus profesores y profesoras que, en el aula de clase, utilizaban la actividad académica para incendiar su conciencia de antichavismo y los exhortaban a ir a las marchas, pero ellos –los profesores y profesoras- no iban, es decir, lo utilizaban como carne de cañon, ya que se quedaban en sus cubículos, cómodamente, viendo a sus alumnos correr y tragar humo desde sus televisores. Paralelo a la marcha, en el Aula Magna, se realizaba una asamblea intergremial, donde estudiantes y trabajadores discutían sobre la Reforma Constitucional, lo que evidenciaba el carácter de escenario fundamentalmente para el debate y confrontación de ideas, que es la universidad, donde deben fluir todas las corrientes del pensamiento. Al concluir esta asamblea, ya la marcha estaba en la calle, y sucede un hecho clave para entender lo que sucedería horas más tarde, la quema de uno de los autobuses que trajo a los estudiantes oposicionistas. El joven que realiza esta acción terrorista, huye hacia las Tres Gracias y alli es detenido por estudiantes revolucionarios que se encontraban en este sitio, el terrorista es entregado a la seguridad interna y trasladado a su sede en Sierra Maestra, de donde minutos más tarde sería rescatado por un grupo de motorizados armados y dirigidos por un dirigente de Bandera Roja. Pero los sucesos no se detendrían allí, ya que al terminar la asamblea, los estudiantes revolucionarios se dirigirían a realizar una jornada propagandística por el Sí Sí, en la Escuela de Trabajo Social.
Es evidente que había una agenda paralela a la que el oposicionismo golpista desarrolla externamente, ya que un pequeño grupo de los marchistas –en su mayoría estudiantes de la ucab, usb y otras privadas- se regresa a la UCV con la idea loca, de que en disturbios había muerto uno de los suyos, esto explica la quema del autobús, horas antes. Y la emprenden contra los estudiantes revolucionarios que se encontraban en la Escuela de Trabajo Social, obligándolos a refugiarse en la misma, so pena de ser quemados o golpeados por estos estudiantes afectados psicológicamente provenientes de la marcha, ya que durante la misma no pudieron descargar el odio acumulado y exaltado por Globoterror.
La actitud pasiva de las autoridades rectorales, nos hace presumir, que este plan B era de su conocimiento, ya que dejaron a estos estudiantes actuar libre e impunemente e impidieron que la seguridad interna los disolviera mediante el diálogo, ya en otras ocasiones lo han hecho exitosamente. El resto es historia conocida. Pero, días después sucede otro hecho, la quema del centro de estudiantes de derecho. Es decir nuevamente, se agrede a los afectos al proceso revolucionario e instalaciones universitarias, valga decir: Patrimonio de la Humanidad.
A nuestro modo de ver las cosas, toda esta escalada en contra de los revolucionarios ucevistas y contra las instalaciones patrimoniales de la UCV, no reflejan más que una macabra estrategia electoral por parte de la derecha Ucevista, en la que poco importan si hay muertos o heridos, como ya lo demostraron el 11 de abril; asimismo, poco les importa el Patrimonio de la Humanidad, si son capaces de quemar los Chaguaramos de la Avenida Bolívar o matar niños y ancianos en Irak. El fin justifica los medios, dirán ellos.
En todo caso, estas elecciones a realizarse el venidero 16 del presente mes en la UCV, tienen un carácter estratégico para los profesores, quienes el venidero año intentarán mantener su hegemonía, en condiciones totalmente nuevas y en la que nuevos actores emergerán en la contienda, como es el caso de los trabajadores y los profesores instructores. Eso explica la actitud nerviosa de las autoridades universitarias, trayendo a colación un posible allanamiento de la Institución, acción totalmente negada por el Ministro de Educación Superior Luis Acuña, quien les dio una lección civilista y de respeto pleno a la Autonomía Universitaria, que contrasta con la asumida por el ilustre Dr. Rafael Caldera, profesor jubilado de esa universidad, o la del Br. Carlos Andrés Pérez, quienes no dudaron en situaciones de menor complejidad que la ocurrida en la Escuela de Trabajo Social, en enviar a sus militares y policías a poner orden al interior de la Universidad.
Esta forma de hacer política debe ser rechazada por el estudiantado Ucevista el venidero 16 de noviembre, es una oportunidad de oro para desmembrarse de esa dirigencia oposicionista que, aliados a las autoridades universitarias, han menospreciado al estudiantado y han utilizado a la institución universitaria en otros fines, que nada tienen de académico y si, mucho de político. Y el 2 de diciembre, a respaldar el voto igualitario, a votar Sí, Sí..
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