Grandes esfuerzos pudieron haber hecho honorables rectores del reciente pasado universitario, que tales como Bianco y Chirinos en los últimos cuarenta años, defendieron desde la UCV con frenética pasión, los conceptos originales de la autonomía universitaria, e intentaban desarticular los mecanismos perversos de exclusión. No fue entonces casualidad de los tiempos que justo en sus rectorías, importantes contingentes de puro pueblo ingresaran en los diferentes estratos de la composición universitaria. Pero una resultante de fuerzas adquiere dirección y sentido hacia donde apunten las componentes de mayor magnitud. Ese principio físico está virulentamente presente en la conformación estructural de la dinámica universitaria. Lo que pasó con los resultados de las elecciones estudiantiles de la UCV, es un coletazo de ese fenómeno. Un proceso universitario de selección estudiantil profundamente excluyente de los pobres, así como cínicamente dadivoso a las élites mamantonas de la universidad, ha arrojado el resultado de tener que ver, mal que pese, a una reguetona dirigencia estudiantil proveniente de las clases medias de la oligarquía criolla, alzada en los puestos de comandita de centros universitarios. Y no solo en las universidades tradicionales ocurre ése fenómeno. Salvo excepciones que honran los innombrados, algunas experimentales copiaron los modelos de exclusión, con el agravante de que ciertos capistotes cambiaron sus muletillas blanquiverdes por un caretón chavista por donde les chorrea la hipocresía. Y en este caso a veces es peor. Por que se atrincheran en el claustrón de sus rectorados, a ratos hasta perjurando que la universidad les pertenece. Entonces se genera un coletazo más perverso. Se genera una élite repugnante. He allí la temblina, que raya en crisis palúdica, cuando la reforma que propone el presidente merodea sus tímpanos. La correlación de fuerzas cambiará y las universidades se convertirán en un ámbito para el crecimiento universal del pensamiento humanista. Y cuando el poder creador del pueblo tenga el total acceso a su universidad y su gobierno, quedará como un oscuro recuerdo, que las élites universitarias dispongan de un presupuesto para excluir a las mayorías
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