Las pruebas internas de selección que usan las universidades del Estado son de dudosa calidad psicométrica. En realidad eso no le preocupa a quienes las diseñan, las aplican y usan los resultados, porque tal como están diseñadas cumplen con el propósito de seleccionar sobre la base de criterios no académicos. Pero el asunto de la calidad de las pruebas internas si debería preocuparles a los estudiantes, a sus padres y representantes, al Estado, al Gobierno y ala sociedad en general. Porque se están utilizando esos instrumentos para decidir el futuro de miles de jóvenes. Propongo entonces la creación de una Comisión Nacional de Evaluación de las Pruebas Internas que se han aplicado hasta ahora en la universidades del Estado y las que esperan aplicar contraviniendo las leyes durante este año. Esta comisión debería convertirse más tarde en una dirección permanente del Ministerio del Poder Popular de la Educación Superior (MPPES) cuya finalidad sea auditar la evaluación que se hace en las universidades y evaluar el desempeño de las mismas en cuanto al aprendizaje logrado por los estudiantes.
He revisado un buen número de pruebas internas y estudiado la manera en que son manipulados los resultados, y puedo decir que la mayoría sale aplazada desde el punto de vista edumétrico o psicométrico. Todas las pruebas, sólo pocas excepciones, son diseñadas de manera improvisada y empírica, sin respetar los principios básicos del diseño de pruebas. En su totalidad, esas pruebas son hechas sobre la base de los supuestos de la teoría clásica de pruebas explícita o implícitamente. En ninguna de ellas se aplican técnicas o teorías avanzadas como el IRT. Es decir, las pruebas de admisión internas no soportarían una evaluación seria, todas saldrían aplazadas.
Lo señalado anteriormente es sumamente grave, porque cientos de miles de venezolanos y venezolanas han sido excluidos de las universidades, no se las ha permitido el acceso, sobre la base de resultados obtenidos de manera fraudulenta. Es decir, han sido víctimas de una estafa. En este punto creo que hasta el INDECU podría proceder legalmente a paralizar la aplicación de las pruebas mencionadas por ser una oferta engañosa.
Aquí tenemos una razón más porque la aplicación de las pruebas internas de selección tiene que se suspendidas inmediatamente. Los estudiantes, sobre todo los provenientes de los sectores más pobres deberían declararse en rebeldía y no presentar dichas pruebas, y actuar para que no sean aplicadas.
La universidades nacionales estarían cometiendo una doble injusticia, porque están seleccionado, excluyendo, limitando el acceso a estudiantes hijos de los trabajadores y de los sectores más pobres con instrumentos chimbos.
Suspensión ya de la aplicación de las pruebas internas de selección.
Julio_mosquera@hotmail.com
