La Universidad Central de Venezuela, hoy devenida en partido político de oposición, no termina de reencontrarse con su pasado digno y acorde a lo que le permitió presentarse ante el pueblo venezolano como la Primera Casa de Estudios del País. Termina, la gestión rectoral del Prof. Antonio París, firme opositor al Gobierno Revolucionario, quien al igual que George Bush, se dio con todo a fin de derrocar al Comandante Presidente Chávez, sin lograr su ansiado objetivo, terminando ambos con el repudio generalizado de sus comunidades y, como es evidente, con la victoria de sus opositores y opositoras. Pero, como es común en estos períodos de finales de gestión, nos vamos a permitir hacer un balance de los resultados de la gestión del Prof. Antonio París, la cual definimos de antemano como “la peor gestión rectoral en los siglos XX y XXI, que ha padecido la Universidad Central de Venezuela” y, en base a los siguientes resultados o logros, es que nos permitimos concluir con esta premisa, veamos estos logros:
1.- Haber dormido durante sus cuatro años de gestión al Reloj Universitario, esto pese a que, durante la gestión de su predecesor se había renovado su estructura física y la extinta Dirección de Servicios Generales había iniciado los trámites para la recuperación de su sistema de relojería, de hecho esta Dirección dejó en funcionamiento este icono de la UCV.
2.- Incumplir con una promesa hecha durante sus primeros días de asumir el cargo de Rector; por cierto, alertamos a las autoridades electas que han repetido la misma promesa, de mejorar las condiciones de vida de su personal. Todo lo contrario, no hizo el menor esfuerzo, por ejemplo, para inaplicar al personal administrativo el Tabulador Salarial. En lo concerniente a la salud del personal, durante su gestión se “desaparecieron” cerca de 2.300 millones de bolívares que, a la fecha, se desconoce su paradero y, aún estamos a la espera que la Contraloría General de la República nos de explicaciones sobre el uso de estos recursos, destinados a salvaguardar la salud de los trabajadores y trabajadoras.
3.- Convertir la Universidad Central de Venezuela, Patrimonio de la Humanidad, en un vertedero a cielo abierto de desechos sólidos, o dicho coloquialmente, en el gran basurero de Caracas.
4.- En lo político, acentuó el papel de partido de la oposición, iniciado en la gestión precedente. La UCV, en la jornada contra la propuesta de Reforma Constitucional, jugó el papel de vanguardia del oposicionismo cipayo; movilizando a sus estudiantes, utilizándolos como carne de cañón, mientras sus autoridades los veían en las calles desde sus cómodas butacas de la universidad.
5.- Acentuar el descrédito de la Institución ante la población venezolana, uno de sus grandes logros, ya que la UCV se convirtió en la principal opositora a las Misiones Robinson, Sucre, Ribas, Barrio Adentro. Misiones que han tenido un gran éxito, y la población las percibe como necesarias y les han permitido mejorar sus condiciones de vida, notablemente.
6.- Haber logrado el mérito histórico, en sus más de 270 años de vida, de ser el único Rector que ha sido interpelado por la Asamblea Nacional, por hechos no claros en su gestión.
7.- Haber sido el único rector, que no mandó por voluntad propia, sino que asesorado por el ex rector Giannetto, el verdadero poder en el rectorado, transformó esta noble institución, en un arma más, de la artillería oposicionista.
Estos, a nuestro modo ver las cosas y, mire que hago serios esfuerzos por encontrar otros logros dignos de mencionar en estas líneas, constituyen las grandes obras que legará el rectorado de Antonio París a la venezolanidad, agarren ese trompo en la uña...
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