La contrarrevolución miente como siempre

La Ley Orgánica de Educación no puede ser sometida a referendo abrogatorio

La torpeza de la derecha en Venezuela es de película. Sin más argumentos que aquellos que manan de su desquiciamiento absoluto sólo la mentira monda y lironda les sirve de asidero. La verdad nos hace libres y la mentira esclavos. Una mentira –o varias- repetida un millón de veces no se convierte en verdad, es simplemente un millón de mentiras. Al mentir, como se distorsiona a plena conciencia la realidad, el mentiroso pierde el más mínimo respeto por sí mismo y gana merecidamente la repugnancia de los otros.

La derecha venezolana no sólo es mentirosa sino torpe de solemnidad. Para oponerse a la Ley Orgánica de Educación que amplía y confirma derechos humanos consagrados en la Constitución Bolivariana de 1999, por cierto con diez años de atraso, la derecha no ha tenido otra alternativa que recurrir a la mentira pues sabe que no dispone de argumentos aún dentro de su propio sistema de antivalores. Argumentos como: la eliminación de la patria potestad de sus hijos a los padres y madres de la patria; la “expulsión de Dios de las escuelas” bajo el falaz argumento de que la laicidad del Estado y por tanto de la Educación “decreta el ateísmo”, confundiendo –con abundante conocimiento de causa- que laico es aquel que no pertenece al ministerio del orden, en otras palabras, que no es cura, sin que ello signifique prohibición u obstáculo a la fe que cada quien quiera profesar sino separación entre Iglesia y Estado; el “pensamiento único” impuesto por esta Ley, cuando el único pensamiento que en atención a lo dispuesto en la Constitución, se coloca como objetivo programático transversal a todo el hecho educativo es el del Libertador Simón Bolívar;  la eliminación de la educación ofrecida por sectores privados conforme a lo establecido en el artículo 106 de la Constitución, vale decir, bajo la estricta dirección y supervisión del Estado pues en Venezuela no hay varias educaciones sino una sola, la que conforme al artículo 102 de la Constitución brinda el Estado, así como otra andanada de disparates, encuentra ahora “la piedra filosofal” para movilizar la población, desestabilizar y conspirar que es lo que en definitiva persigue: la convocatoria a referendo abrogatorio de la ley.

La última moda –por ahora- en mentiras de la oposición reaccionaria en Venezuela es la cantada convocatoria a referendo. Pues bajémosla de las nubes: la Constitución Bolivariana garantiza que la Ley Orgánica de Educación no puede ser sometida a referendo porque de acuerdo con el artículo 74 de la Constitución no puede ser sometida a referendo abrogatorio ninguna ley que “…protejan, garanticen o desarrollen derechos humanos…”. Al ir al artículo 102 de la Constitución encontraremos que “…la educación es un derecho humano y un deber social fundamental…” Así que de nuevo le están mintiendo a su gente como lo han hecho siempre, por eso están como están.

No me queda mucho más por decir, la náusea me lo impide… ¡MENTIROSOS!,  pero este pueblo hace rato que no come mentiras.

¡¡¡PATRIA Y SOCIALISMO, O MUERTE!!!

¡¡¡VENCEREMOS!!!



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Martín Guédez


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