Aún estamos lejos, muy lejos de que nuestra educación sea bolivariana y robinsoniana, de una revolución real y verdaderamente socialista, exclusivamente pública. Para nada la actual Ley Orgánica de Educación atenta o suprime la denominada educación privada, a lo más busca controlar y regular como sucedería hasta en el país más capitalista del mundo.
No se puede negar y hay que reconocerlo en público cuantas veces sea necesario hacerlo, y en especial a aquellos que nos acusan de intolerantes y autocráticos, que mientras exista alguien haciendo negocios con la educación, entiéndase bien: negocio, mal podemos decir entonces que vivimos en una República, mucho menos en la nuestra que es una revolución bolivariana, socialista y cristiana.
"Hacer negocio con la educación es...diga cada lector todo lo malo que pueda: todavía le quedará mucho que decir", nos sigue recordando, contundente y magistral nuestro maestro don Simón Rodríguez en su Tratado sobre las Luces y sobre las Virtudes Sociales (1840).
Pues, propósito fundamental de una educación republicana, aún más si es bolivariana, socialista y/o cristiana, es mantener siempre viva en cada uno de nosotros, en cada uno de los educandos, la presencia del otro. Solo sobre esta poderosa base pueden impartirse todos los demás conocimientos, y no al contrario como pretende una concepción parida por la perversidad capitalista: "Puede uno ser orador!Insigne literato!poeta!, pendolista!matemático!, teologo!... y ser insociable. Y un sordo- mudo, manco y ciego, ser... un modelo! de sociabilidad", nos dice Rodríguez en su obra Consejo de Amigo dados al Colegio de Latacunga ( obra inédita hasta 1954), refiriéndose al hecho bochornoso de que no hay nada más fuera de lugar y hasta despreciable que una institución que, llamámdose "educativa", se mantenga abstraída y totalmente de espaldas y ausente de la sociedad en la que dice estar inserta y a la que dice responder.
Sin extendernos más, sólo puede estar haciendo negocio quien enajenando la mente de algunos padres y representantes los motiva o nada hace para sacarlos de tal confusión para que, violentando todo lo que puede dictar el sentido común, manifiesten y protesten para que los colegios privados donde tienen a sus hij@s o representad@s, cobren cada día más y más, incrementen cada día más y más la matrícula del servicio que prestan. Este fenómeno que solo podemos verlo en nuestro país: ver personas protestar para que les cobren más por un producto o por un servicio, todo un fenómeno que ha de ser analítica y finamente estudiado por los teóricos de la alienación.
Esto es un claro ejemplo de como por sobre los valores esencia y misión de la educación es generarlos y fundarlos, se ha impuesto el dominio del precio, vil y simple degeneración que constituye tal vez la peor degeneración que pueda sufrir un valor, en el justo sentido de lo que este término expresa. Es en este sentido también por lo que no se puede hacer negocio con la educación, es un contrasentido, su más rotunda negación. ¿Acaso no es el ocio esa especie de materia terrenal para la educación, constituyendo su negación, la antípoda de la misma, caldo de cultivo de la mediocridad?. Hemos escuchado a padres y representantes decir que en el colegio donde estudian sus hij@s es mejor que cualquier otro, por el solo hecho de que cobra más caro: mientras un colegio cobre más y sea más caro, es mejor, así de simple. Estamos entonces ante un sector de la sociedad enfermo, totalmente enajenado, al que nuestro Estado está llamado no sólo a proteger, sino a sanar, a curar, en el verdadero sentido de estas dos palabras. Esto hasta aquí para hacer una breve referencia a la educación privada, otro contrasentido que largo seria tratar en estas líneas.
Pero resulta que, a decir verdad, ¿Existe una tal educación privada en Venezuela? Es un hecho la gran paradoja que sigue imperando y nutriendo el sector educativo nacional: El Estado venezolano sigue subsidiando a los colegios, institutos y universidades privadas entre un 40 y un 70% de su presupuesto para, justamente, permitir el acceso a la educación de las clases más desposeídas y obtiene lo contrario: subsidio a las clases pudientes, politización y proselitismo político en la educación privada, segregación y discriminación política, fomento del racismo y el odio social; esto es, ideologización apátrida, antiestatal y pro capitalista elevada a la N potencia, al tiempo que se le pretende al Estado, negar el sano ejercicio de las ideas dentro de los centros educativos, otra contradicción más. El descaro de la dirigencia del sector privado de la educación adquiere ribetes tragicómicos cuando uno de sus principales, el golpista y apátrida Octavio De Lamo, exclamó en una oportunidad: "Los gobiernos no han entendido que la educación privada es un gran subsidio a la incompetencia del Estado, pues la familia venezolana se responsabiliza y asume la educación de sus hij@s y los costos.
Corresponde, pues, por medio de la nueva Ley Orgánica de Educación, superar estos viejos resabios que aún hacen mucho daño en la sociedad: la educación es eminentemente popular, su objeto formar un puelo republicano. Coincidían en esto siempre Bolívar y Robinson. No se siga mainterpretando lo popular aquí como esos lunes "populares" que las grandes cadenas de cine suelen o solían brindar subsidiados por el Estado, al tiempo que ellos se quedaban con el doble de la ganancia mientras subsidiaban todo lo que fuera en contra de la mano que les daba de comer.
Patria Socialista o Muerte!!!
Venceremos y Estamos Venciendo!!!
*Abogado, Analista Político y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). . www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.tk/ . jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar