Tal como era esperado, la marcha opositora contra la aprobación de la Ley Orgánica de Educación, terminó en lo que fue planificado por sus organizadores: en violencia; los mismos de siempre, solo que, reducidos en su capacidad de movilización, pese a que el canal 33, Globoterror se empleó a fondo para motivar a sus disociados, pero no les respondieron como esperaban; lo cual, les hace posponer sus expectativas para septiembre, al inicio de actividades en las universidades, sector en que han centrado sus expectativas de propiciar un movimiento de cierta magnitud, que impacte en el exterior, ávidos de dinero fácil del imperio, como están, para financiar sus candidaturas a la Asamblea Nacional, el venidero año. En eso andan, los apátridas.
Lo cierto es que, una vez aprobada la Ley, comienza a darse un debate interesante sobre las causas por las cuáles cierto sector opositor, que hace vida política en nuestras universidades autonómas, se opone a la L.O.E.; ha tomado la vanguardia de dicho oposicionismo, las autoridades rectorales de la ucv, en minúscula, en eso se ha reducido este nuevo partido político de la oposición apátrida “venezolana”. Pero, antes de proseguir en el tema, no podemos dejar de referirnos al tema de la supuesta agresión a los periodistas de Últimas Noticias, ya que la verdad comienza a florecer, poco a poco, la rectificación del compatriota Eleazar Díaz Rangel apunta en la dirección correcta: “En primer término, debo ratificar todo cuanto escribí como Director de Últimas Noticias en la primera página del viernes 14, aunque debo hacer una salvedad. Entonces dije que presuntamente los responsables eran trabajadores de Ávila TV. Está demostrado que no fue así. Fue una precipitación mía. La confusión pudo originarse porque en el mismo edificio de donde salió el grupo que después atacara a los periodistas, es sede de esa televisora pero están domiciliando organizaciones de otro tipo y actividades. La policía sólo identificó a uno de ellos como productor de esa estación, y aunque lo aclaramos, no lo hicimos con la debida relevancia…” (Últimas Noticias, Los domingos de Díaz Rangel, 23/08/09). Errar es de humanos, pero de sabios es corregir, tarde, pero a tiempo, añadiríamos. La mentira tiene patas cortas y la verdad siempre florece, aunque tarde. La fortaleza de Ávila TV no la van a tumbar un grupito de escuálidos haciéndose pasar por periodistas, se equivocan, su fortaleza está en el apoyo popular. Si mintieron en esto, las otras versiones son como para ponerlas en duda.
Retomando el tema, referente al debate abierto por algunos sectores del oposicionismo, comenzando por el secretario de la ucv, Amalio Belmonte quien centra su rechazo en la L.O.E. en el Art. 34, numeral 3, forma de elección de sus autoridades, que trata de los Principios de la Autonomía, aunque no lo dice abiertamente, calculando a futuro, no quedarse como opositor a ultranza, a sabiendas que el año próximo tendría que relegitimarse en el cargo y tener que enfrentar a un electorado ante el cual se ha manifestado contrario a su participación como ciudadanos y ciudadanas universitarias. Más hábil ha resultado ser la rectora Cecilia García Márquez, quien no ha sido tan intransigente, ha guardado un silencio inteligente, cuando se trata el tema, piensa más en términos electorales venideros. En todo caso, esperemos lleven su cuestionamiento al TSJ, como han prometido: "Hay bases para pensar que hay una ilegitimidad que denunciar ante el TSJ…” (El Nacional, 17/08/09); lo cual, es perfectamente válido y es lo que se hace, cuando se cree en la Constitución Bolivariana y el Estado de Derecho vigente en la República Bolivariana de Venezuela. No obstante, esta postura del secretario Belmonte se ha ido suavizando, en el comunicado publicado en el Últimas Noticias del 23/08/09, ya no mencionan su desprecio porque participen los profesores y profesoras instructoras, empleados y empleadas, obreros y obreras, estudiantes, en condiciones de igualdad para la elección de las autoridades universitarias, disfrazan su rechazo a la L.O.E. en la “manera apresurada y sigilosa, de espaldas a la sociedad venezolana, sin el concurso de los actores directamente involucrados en el hecho educativo, despreciando la necesaria búsqueda del consenso para una Ley que norma un asunto esencial para todos los venezolanos y al margen de los procedimientos y requisitos legales consagrados en la Constitución Nacional…”, y esta mentira la dice y aprueba el Consejo Universitario de la ucv, su máxima autoridad. De cuando acá, la sociedad venezolana son ellos y ellas, solamente, eso era en la cuarta república, ahora Venezuela es de todos y todas, no solo para sus élites, la sociedad no está compuesta de aquellos y aquellas que hacen vida en los claustros universitarios, entidad medioeval que, por cierto, desaparece, gracias a la L.O.E., viva la DEMOCRACIA!!! Y los llamamos mentirosos, porque el procedimiento para convertir en Ley todo proyecto, está claro en el 207, 208, 209, 210, 211, 212, 213, 214 y 215, de la Constitución Bolivariana que, al parecer, desconocen estos “académicos” de la ucv, dos discusiones requiere el proyecto, recuerden que el primer debate se dio en el 2001, y la segunda discusión se da 8 años después, y todavía la Asamblea Nacional está esperando por los aportes de las universidades, obligadas por Ley, como están, de hacerlo, quién viola entonces la legalidad? Cuál de esos artículos será que no cumplieron los asambleístas? No sigan mintiéndole al país, hasta cuándo? Y sobre la supuesta inconstitucionalidad de la Ley, es oportuno informarles a las autoridades de la ucv, lo que establece como norma la Constitución Bolivariana, Art. 203: “…Las leyes que la Asamblea Nacional haya calificado de orgánicas serán remitidas antes de su promulgación a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para que se pronuncie acerca de la constitucionalidad de su carácter orgánico…”
A sabiendas que no tienen razón en su cuestionamiento a la L.O.E., y calculando no rallar su imagen ante el futuro electorado, teniendo en perspectiva su relegitimación en el 2010, la autoridades utilizan a mampuestos para cuestionar la Ley, tal es el caso del representante profesoral de la ucv, quien se da con todos sus argumentos para cuestionar la democratización de la toma de decisiones en las universidades nacionales, que es, en definitiva, a lo que se oponen. Así lo expone Rómulo Orta: “…tiene que ver con el no entender que la Universidad es una institución académica, y en consecuencia meritocrática, por lo que el ejercicio de la Democracia en instituciones académicas no es igual al ejercicio de la Democracia en instituciones no académicas (…) En su artículo 33, numeral quinto, el PLOE presentado en la medianoche del 05 de agosto dice lo siguiente respecto al ejercicio de la Autonomía Universitaria en la elección de autoridades universitarias: Elegir y nombrar sus autoridades con base en la democracia participativa, protagónica y de mandato revocable, para el ejercicio pleno y en igualdad de condiciones de los derechos políticos de las y los integrantes de la comunidad universitaria: profesoras, profesores, estudiantes, personal administrativo, obreras, obreros egresadas y egresados. Se elegirá un consejo contralor conformado por las y los integrantes de la comunidad universitaria. Ese texto viola absolutamente los artículos 104 y 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, porque el primero de ellos advierte que.” La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica. (…) El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán establecidos por ley y responderá a criterios de evaluación de méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica”. Entonces la elección de las autoridades de una Institución Académica no es sólo un asunto de derechos políticos sino también de reconocimiento y enaltecimiento de méritos (…) Por su parte, el artículo 109 constitucional establece que la Comunidad Universitaria está integrada por profesores y profesoras, estudiantes y egresados y egresadas. Además, el referendo de diciembre de 2007 negó la propuesta de reforma de ese artículo 109, que incluía a los empleados y obreros universitarios como miembros de la Comunidad Universitaria…”, para rematar su análisis: “…Lo que no se puede aceptar es la pretensión inconstitucional, politiquera, populista y destructora de que el personal académico sea minoría en los organismos de dirección académica y administrativa de la Universidad…” (Contenido oculto Nº 2, 10/08/09). Esta última expresión, es en definitiva, la que delata su postura política de oposición.
Y esto lo expresa un componente de la ultra derecha universitaria, y para que aprecien con precisión ese axioma que siempre mencionamos, de que los extremos se tocan, veamos la otra postura desde quienes se autocalifican de izquierda y en alguna oportunidad ocuparon altos cargos en este Gobierno Revolucionario, tal es el caso de Luis Fuenmayor: “En las universidades autónomas deben votar los empleados y los obreros en las elecciones de autoridades universitarias, pero en la Academia Militar y en las escuelas de formación de oficiales militares nadie vota, ni profesores ni estudiantes, mucho menos los empleados y los obreros de esas instituciones (…) El voto estudiantil en las universidades tendrá el mismo peso del voto profesoral, con lo que la democracia universitaria se perfeccionará, pero en la instituciones militares los estudiantes no tienen ni voto ni representación ninguna elegida por ellos, por lo que la democracia no parece importar mucho en estas instituciones (…) Los obreros y los empleados de las universidades no forman parte de la comunidad académica de las instituciones, que es lo que se ha dado en llamar comunidad universitaria, pues sus actividades no tienen nada que ver con la docencia, la investigación y la extensión. Es como decir que forman parte de la comunidad deportiva, quienes no practican deporte formal…” (Contradicciones infelices, 23/08/09), palabras diferentes, el mismo discurso, se opone a la DEMOCRATIZACIÓN de la toma de decisiones en las universidades nacionales, uno resaltando el carácter académico de la institución el otro equiparando la institución académica con la militar, así piensa la oligarquía profesoral, ubíquese a la derecha o la izquierda. Bien, por los estudiantes de la universidad Santa María, que protestan porque “Anualmente nos incrementan las mensualidades y ¿qué recibimos? -Nada, porque continua la misma inseguridad en la universidad, ya que no contamos con vigilancia; los baños no tiene agua; los filtros de agua no sirven; no tenemos transporte; los estudiantes deben pagar para uso del estacionamiento, entre otras cosas” (Aporrea, 19/08/09). Ese es el modelo universitario por el que, en el fondo, suspiran; los profesores y profesoras de escalafón mandan, los estudiantes, empleados y empleadas, obreros y obreras, obedecen. DEMOCRACIA que va…Eso conspira contra los más de 200 años que tienen mandando en las universidades autonómas, y eso es lo que ellos y ellas llaman violación de la autonomía; tan supremo concepto, lo reducen al ejercicio omnímodo del poder por un solo sector de la comunidad universitaria: los profesores y profesoras de escalafón. Y 200 años no bastan!!! Pero se acabó, llegó el Comandante y mandó a parar…
Como estamos hablando de caretas caídas, no podemos dejar de mencionar el triste papel que en esta batalla jugaron los sindicatos y gremios universitarios; mientras los de la derecha se mantuvieron al pie del cañón, confrontando al Gobierno Revolucionario y la Asamblea Nacional, aquellos que se auto declaran como revolucionarios (Fetrauve, Sinatraucv, Sutraucv, entre otros), hicieron notar su notable ausencia, y considérese que esta notabilísima reivindicación forma parte de la recién firmada Normativa Laboral (Cláusulas 8 y 9), es para pensar sobre el papel que jugarán los sindicatos y federaciones universitarias en la anhelada transformación de las universidades nacionales, bien mal quedaron los representantes de los trabajadores y trabajadoras universitarias ante el país, que esperó verlos al frente de la batalla, ganándose en la calle esta justa reivindicación que democratiza la vida interna de las universidades autónomas y los hace ciudadanos y ciudadanas universitarias.