Admitamos dos o tres situaciones vinculas con la aprobación de la LOE: 1) El tema educativo es extremadamente sensible desde el punto de vista político, 2) Siendo un asunto sensible; la oposición más que mantener una preocupación por aspectos contenidos en la Ley, tiene ahí una “mecha” y un barril de pólvora que le sirve a su plan de incendiar al país y concretar la desestabilización y 3) La LOE tiene elementos aunque no muy novedosos desde la perspectiva revolucionaria, no son compatibles con los intereses de actores político: Iglesia, Cámara Venezolana de Educación Privada, los partidos políticos (AD, COPEI, PJ, podemos, mas) y las Universidades Autónomas
En el Caso de las universidades, evidentemente no quieren que le alteren su “sistema de elección de autoridades”. Desean y luchan por mantener “su claustro” que les permite conservar su dictadura académica Ni leyendo la LOE “volteada” como Gómez, ni con la mente torcida por el odio y la irracionalidad puede concluirse que la Ley altera la autonomía y reduce el sentido democrático sobre el cual debe construirse esa autonomía.
El sector privado y los obispos desean un Estado permisivo que acepte todo y le de facultades para imponer el manejo de la matricula y u sistema de pago unidireccional por parte de los escuelas privadas. En la LOE de 1980, el papel del Estado como ente rector del proceso está marcado muy claramente y no hay en verdad, mucha distancia con los aspectos contenidos en la nueva Ley.
El PSUV debe tener claro la línea y estrategia que la oposición puso andar. Tiene los odios encendidos. Es decir, tiene la mecha, el barril, los fósforos en las manos y la intención de prenderle fuego a la mecha para que el incendio produzca el terror y zozobra que necesitan. La LOE en consecuencia se transformado por las razones expuestas anteriormente en un asunto de alto contenido político y es actualmente una especie de escenario para medir fuerza y poder. Así pues, que el gato tiene su respectivo cascabel al frente y en posición de ataque y no para intimidar al enemigo político, sino para pasar a la fase siguiente que supone dejar constancia efectiva del poder que se tiene.
¿En Verdad la LOE ofrece un giro importante en la vía hacia el socialismo del Siglo XXI? ¿Tienen esta Ley aspecto radicalmente distinto a lo contenido en la Ley de 1980? En mi opinión, la Ley Orgánica de Educación no va muchos más allá de lo que pudiera ser un tipo de ley en la cual el Estado se preserva la rectoría del proceso educativo y ese hecho no marca una línea de corte socialista. Esa situación pudiera estar perfectamente incluida en una norma de cualquier país capitalista con un ligero tinte nacionalista y social. El que el Estado se preserve ese papel no es un elemento muy sustantivo para considerar a LOE como un instrumento para avanzar hacia el socialismo.
El otro elemento que la oposición ha asumido como negativo se concentra en el carácter laico de la educación y ese otro aspecto no marca o desmarca frontera entre el socialismo y el capitalismo. Se pude construir una sociedad socialista asegurando la libertad de culto y religión o puede existir una sociedad socialista con un sentido cristiano, porque valores fundamentales del cristianismo son consustanciales con el socialismo. Un tipo de capitalismo puede existir con estado laico y una educación laica. El Socialismo puede existir con la presencia de varias religiones. Es muy correcto suponer, que ningún sistema que se aproxima a la justicia cabe en la mente de estos perversos obispos. Ese es otro asunto particular propio de esa estafa de hombre cristiano que se llama Urosa.
El Estado Docente no aparece por primera vez en una Ley Orgánica de Educación en Venezuela. Se reafirma en un contexto de “puja” de dos proyectos que tienen orientaciones distintas y que en esta etapa; el Estado Docente carece de sentido para un sector social, que no le interesa para nada, si la educación es o no es un instrumento para producir y distribuir justicia. Lo esencial no es que en la Ley prevalezca esa figura, porque ella ha estado ahí desde hace muchos años. Lo verdaderamente importante es la posibilidad de transformar definitivamente esa propuesta en una realidad. Ese es el reto y eso es lo que debe estar en la lucha por el poder.
En una discusión en la cual participaba muy recientemente, uno de los camaradas presentes, después de haber oído varias intervenciones y análisis, soltó una expresión que puede ser una buena conclusión. Todo ese alboroto por una “Ley mamita”. Puede ser una manera muy simpática de recoger lo que está contenido en la LOE, pero por esa “ley mamita” se aceleran los odios, los miedos y se coloca a los actores políticos en posición de franca confrontación. La oposición piensa y cree que la LOE le permite realizar un torcimiento para colocar la agenda política a su favor. A ese torcimiento o inflexión están dándole forma y el dilema no está en precisar si pueden darle sentido a la curvatura, sino en estar seguro que se tendrá toda la firmeza para no dejarlo pasar. Es decir el 16 de septiembre la escuela debe estar garantizando ese derecho humano. Esa es lucha que debe colocarnos en medio de la calle, porque ningún docente de este país debe ignorar que desde la escuela se concreto una discriminación y una manera de ensancahar las diferencias entre los venezolanos.
¿Cuál es en el fondo su propuetsa?
¿Están o no de acuerdo que la educación sea reconocida como un derecho humano? ¿Están o no están de acuerdo con los principios contenidos en el artículo 3? ¿Están o no de acuerdo con la igualdad de género? ¿Están o no de acuerdo que se prohíba la divulgación de programas que inciten al odio? ¿Están no de acuerdo con los fines de la educación contenidos en el artículo 15? ¿Están o no de acuerdo con el artículo 17 que establece que la familia es responsable en la formación de principios y valores? ¿Están o no de acuerdo con lo establecido en el artículo 33 sobre los principios de la educación universitaria? ¿Se dice en la ley que no hay libertad de cátedra?
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