¡A mí!, que hasta una huelga de hambre por el pecho tengo, librada allá en San Cristóbal con Enrique Ochoa Antich, Leví Alter y un grupo de más de cincuenta estudiantes, en repuesta a una medida de expulsión colectiva por parte del Ministro Héctor Hernández Carabaño, en los tiempos del primer gobierno de Rafael Caldera. A mi, que siendo dirigente estudiantil de las Escuelas Técnicas de casi todo el país y que un buen día, saliendo de la ETI de Valencia fui detenido, desaparecido y aparecido en el Campamento Anti Guerrillero TO5 de Yumare, donde fui enjuiciado por rebelión militar, siendo un imberbe estudiante. A mi no me pueden venir a hora con el cuento, que en este siglo XXI y con este “socialismo” en marcha, tenga que olvidar lo que nos sucedió a casi todos los dirigentes estudiantiles en el siglo XX.
Gustavo Machado, Pió Tamayo, Miguel Otero Silva, Joaquín Gabaldón Márquez, Prieto Figueroa, Antonio Arráiz, Guillermo Prince Lara, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Pedro Juliac, Ricardo Razetti, Enrique García Maldonado, José Antonio Marturet, Inocente Palacios y Carlos Eduardo Frías, entre otros, tambien fueron jóvenes que sin formula de juicios y con fiscales complacientes, de un sablazo los mandaron a Palenque y al Castillo Libertador de Puerto cabello, por haber alterado el orden público y participar en revueltas estudiantiles, aquellos carnavales de 1928 que resultaron la peor mueca del régimen despótico del General Juan Vicente Gómez.
Aquí, Ali Primera, Kléber Ramírez, Julio Escalona, Jorge Rodríguez, Argelia Melet, Germán Lairet, Américo Martín, Héctor Pérez Marcano, Freddy Muñoz, Teodoro Pekotff, Juvencio Pulgar, Ali Rodríguez, Carlos Betancourt, Maria León y Fernando Soto Rojas, junto a otros chamos dejaron sus pupitres y salieron a las calles a provocar revueltas y disturbios estudiantiles, algunos contra la agonizante dictadura del tambien General Marcos Pérez Jiménez y otros contra el gobierno del ex dirigente estudiantil y ex perseguido político, Rómulo Betancourt.
Jorge Rodríguez, Juan Barreto, Saúl Ortega, Elías Mata, Julio Montes, Jacqueline Farías, William Barrientos, Idelfonso Finol, Tony Boza, Lenin Cardozo, Elías Jaua, Mari Pili Hernández, Frank D Armas y los de reciente data Héctor Rodríguez y Tarek El Aissami, asumieron ser militantes de las causas estudiantiles, que con o sin capucha en mano, largaron el pellejo para demostrar sus verdades y sobre ellos, salvo Frank, a quien el entonces gobernador y ahora golpista Oswaldo Álvarez Paz, lo persiguió implacablemente para aplicarle la Ley de Vagos y Maleantes, ningún Fiscal les instruyó expediente alguno para que pasaran el resto de su juventud encanao.
Carlitos Alfonso, es un chamo, que estudiaba Sociología en la Facultad de Economía en LUZ y por decisión del Consejo Universitario (casi todo opositor al “reeeegimen”), hace dos años, junto a otro grupo de estudiantes fue sacado del Alma Mater, a raíz de emprender una lucha por los derechos estudiantiles; entre otros por el derecho al transporte. Carlitos Alfonso se fue a estudiar al Instituto Universitario de San Francisco, aquí en el Estado Zulia y ahora es uno de los dirigentes estudiantiles que anda luchando por la Universidad del Sur.
Carlitos Alfonso es revolucionario, Chavista y militante de la juventud del PSUV; y no porque hijo de gato case ratón, Carlitos Alfonso es mi hijo, está de este lado de la acera y no me gustaría que Pablo Pérez, con un Fiscal a su servicio, me le abra un expediente por participar en disturbios estudiantiles frente a la gobernación; y me lo mande a la Cárcel de Sabaneta como al chamo Julio Cesar Rivas, y ese es el punto.
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