En toda industria petrolera verticalmente integrada, se planifica, se visualiza y se trazan objetivos para el ejercicio fiscal, máxime en el caso de un país que como Venezuela depende en un 80% del ingreso proveniente de las exportaciones petroleras. En un país organizado, las cifras de los principales contribuidores del PIB suplen sus proyecciones de ingreso a entre planificados del estado, el cual, a su vez, visualiza y concibe la política monetaria, fiscal, de inversión y gasto social; entre otros. Es allí desde donde nacen todos los vectores de la política, economía y hasta de la geopolítica de una nación. Pero en el caso del gobierno madurista pareciera que la carretilla va delante del burro. Ellos van viendo en el camino como va viniendo.
El novato
Según información reflejada en distintos medios, Tellechea asegura que PDVSA crecerá durante el primer “cuatrimestre” de 2023 [Pdvsa prevé que la industria petrolera venezolana crezca en el primer cuatrimestre - El Venezolano de Houston (elvenezolanohouston.com)]. Esa es una verdad a medias, dado que por esfuerzo propio difícilmente podría ser el caso de continuar como van.
PDVSA no se atreve a dar cifras específicas, habida cuenta de la nada agradable experiencia de su antecesor; Asdrúbal Chávez y de su protector, el ministro de petróleo Tareck Aissami [Einstein Millan Arcia on Twitter: "Las falsas promesas de producción de tareck #aissami y asdrubal chavez -2,000,000 BPD para 2022 -1,000,000 BPD para 2021 -1,508,000 BPD para 2021 -1,800,000 BPD para 2021 Realidad: 679,000 BPD para Octubre’2022 Hay que expulsar a la directiva en pleno de #pdvsa y #MENPET. https://t.co/vCziQTJMLA" / Twitter], quienes en una explosión de ignorancia y manipulación se aventuraron a ofrecer metas de producción irrisorias, que abarcaron cifras desde 1,508,000 BPD, hasta 2,000,000 BPD para 2021 y 2022 respectivamente, para terminar cerrando este último en solo 684,000 BPD promedio-año (OPEP secundario) y 666,000 BPD para el cierre de Diciembre’2022.
En articulo previo [Pdvsa: ni Tellechea ni su equipo saben dónde están parados; así vemos 2023 (elnacional.com)] aseguramos que bajo la coyuntura actual la produccion nación 2023 podría ubicarse en un promedio-año de 800/750 MBD, a menos que ocurran cambios de alcance en las sanciones desde Estados Unidos, tal que permitan acelerar las operaciones de sus empresas radicadas en el país. En este último caso, la cifra de un (1) millón de barriles día (MMBD) no luce descartable para H2’2023. Sin embargo, de retirarse luego del sexto mes, las cosas podrían complicarse.
El reporte OPEP correspondiente al mes de Enero refleja un aumento de 63 MBD en las cifras directas y 20 MBD en las secundarias, para un promedio mes de 732/686 MBD, al compararse con cifras de Diciembre pasado de 669/666 MBD (OPEP directo/secundario). Chevron por su parte reporta unos 3 cargamentos de nafta diluyente para el primer mes de 2023, promediando unos 60 MBD-mes, cifra similarmente-idéntica al susodicho incremento de producción.
Asegurar que la producción crecerá durante el primer trimestre es ingenuo, habida cuenta de la licencia otorgada a Chevron. Por supuesto que la producción nación tenderá a crecer por la actividad asociada a dicha transnacional, pero difícilmente podría crecer por esfuerzo propio. Eso hay que decirlo claramente.
Hay que informar a Venezuela que el crecimiento en todo caso sería coyuntural y transitorio, de sostenerse el permiso por solo 6 meses. Tan temporal como la autorización que tuvo lugar desde la OFAC. Ojalá por el bien de los Venezolanos que ese no sea el caso y que nuestra producción verdaderamente repunte.
No es secreto que Chevron está a todo vapor cobrando la deuda que PDVSA le debe y para ello acelera el envío de cargueros hacia Venezuela al máximo. Hasta 5 y más tanqueros pertenecientes a dicha empresa han sido vistos al unísono en nuestras aguas territoriales.
A primera vista pareciera que Tellechea agarró mínimo con lo de la suspensión de las exportaciones, medida que trajo como consecuencia el desplome del 22% de estas durante el mes de Enero [Pdvsa; ni Tellechea, ni su equipo saben donde están parados. Así vemos 2023 - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org)]. Febrero pareciera que va por el mismo camino del mes de Enero, según reportes preliminares de AIS/GIS, con muy poco tránsito de tanqueros hacia y desde Venezuela hasta la semana pasada, a excepción de los cargueros de Chevron y cuba por supuesto. De confirmarse dicha esencia, el daño patrimonial originado por la novatada del pupilo de Aissami se remontaría a varias decenas de millones de dólares.
La sola novatada de Enero le costó al país un derrumbe en sus exportaciones del 22% respecto al mes anterior [Einstein Millan Arcia on Twitter: "Esta es la consecuencia de la novatada de pedro #Tellechea, al haber suspendido innecesariamente las exportaciones. Estas cedieron en Enero’2023 hacia 558,400 BPD, un ~20% por debajo del mes anterior; https://t.co/jRfSwRpKli" / Twitter] y no el 20% que asegura Reuters, ya que ellos contabilizan dentro de dicho volumen, los envíos de Chevron para el mes, los cuales promediaron unos 25,000 BPD. En ingresos dejados de percibir por nuestra nación se traduce en unos $120,000,000 solo durante dicho mes.
Contabilidad paralela
Por cuestiones de nuestra profesión hemos trabajado en países africanos y del Golfo Pérsico, además de Venezuela, EEUU y México. Entre la cultura africana y del golfo, la más parecida a la nuestra es sin lugar a dudas la africana.
Para 2014 en uno de esos países africanos regido por un ex militar, era cada vez más notoria la existencia de una contabilidad paralela de la producción petrolera. Es decir, se reportaba a los organismos multinacionales una producción, mientras que internamente; en la cúpula del poder, la realidad era otra. La diferencia en ese entonces era de algo así como 1.5 a 1. Es decir, de cada 2.5 barriles producidos reportaban 1 y la cúpula se repartía 1.5 entre ellos del poder y sus allegados.
Todo ello era posible porque en los contratos con ciertas transnacionales no les estaba permitido divulgar la producción, ni ser voceros del activo y, además, todas las instituciones y entes gubernamentales estaban en manos de la “familia” que poseía el monopolio del poder.
Esa familia del poder y sus allegados tomaban los ingresos de esos barriles como propios, mientras que al país le aseguraban que los haberes que ingresaban eran otros y por lo tanto no había dinero para la inversión social, ni el gasto público, ni ajusto salarial.
Casualidad quizá, la empresa que se encargaba de comercializar el petróleo de la cúpula era la misma que apareció involucrada en un impasse con PDVSA en Suiza en el entorno de 2016-18.
Lo anterior nos recuerda claramente el caso de Venezuela y la ley antibloqueo, la cual se promulgó teniendo como excusa las sanciones, pero que hoy; sin embargo, tiene cada vez menos razón de ser y merece ser derogada cuando antes. PDVSA debe estar obligada a presentar de forma regular, obligatoria y transparente, cuentas a la nación y a todos los Venezolanos. No solo a una cúpula levanta manos de un mismo partido.
En Venezuela no existen; que sepamos, esos contratos con las transnacionales que existían en África, pero si existe la ley antibloqueo. Una ley que les otorga a los que poseen el monopolio del poder y sus allegados, el escudo del secretismo, que permite pasar por alto la obligación para con la nación y sus ciudadanos; a la postre los únicos y verdaderos dueños del recurso, de la debida, rigurosa y detallada presentación de cuentas.