Han pasado 6-meses desde que tomó posesión de la presidencia de PDVSA un novato militar de 3-½ años de experiencia. Desde el momento mismo de su desafortunado nombramiento advertimos de la inconveniencia del mismo [Un militar de 3-1/2 años de experiencia al frente de PDVSA y un fracasado en Petropiar - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org)], por ser un individuo desconocido, sin huella, ni tradición alguna en la industria petrolera más allá de una corta y gris pasantía por Pequiven [Pedro Tellechea recibe presidencia de Pequiven – Pequiven].
Tellechea llega a Pequiven en Agosto’2019 luego de haber quebrado Venalum [Nuevo presidente de PDVSA viene de quebrar la estatal Venalum (panampost.com)]. Era la gran experiencia que según Maduro ofrecía como credencial el joven militar cuyos registros indican una precaria carrera. Hoy, el novato militar tiene sumida en crisis y destrucción a nuestra industria petrolera. Es hora de expulsar al ministro y presidente de PDVSA, junto a su directiva.
Ni gas, ni gasolina
En los 6 meses que han transcurrido desde la llegada del ministro-presidente Tellechea, hemos visto mucha propaganda y pocos resultados. Hemos visto una creciente escasez de gas; de ese mismo gas que irresponsablemente pretendían exportar a colombia y pretenden entregar a Trinidad. Colas interminables a lo largo y ancho del país, para llenar una miserable bombona [Einstein Millan Arcia on Twitter: "Que desastre tienen en #PDVSA. Ni gasolina, ni gas, ni divisas Esta colita en Maracay es para llenar #bombonas de #gas. De ese tamaño es la pésima y destructiva gestión de @gas_comunal Eso sucede cuando se asigna el trabajo de un profesional a políticos y militares #PDVSA #maduro" / Twitter].
Hemos visto una estrepitosa caída en la actividad de refinación, a pesar de múltiples y costosos contratos de supuesta reparación de varias, si no todas las refinerías domésticas y el cuantioso desembolso de miles de millones de dólares hacia manos iranies, en que ha incurrido el país desde entrado 2021.
PDVSA hoy apenas logra un nivel de utilización de sus refinerías cercano al 6% a 7%; de la utilización total, repitiendo la hazana de su homologo militar M. Quevedo, como el más bajo nivel de utilización en la historia de nuestra industria. Para colmo, el contrabando de extracción hacia colombia se ha exacerbado desde precisamente la apertura de la nefasta narco-frontera.
Al (08/06/23), la producción de gasolinas en Venezuela está prácticamente paralizada [Procesamiento de crudo pesado paraliza refinerías Amuay y Cardón - TalCual (talcualdigital.com)], a pesar de los miles de millones de dólares entregados a los iranies para reparar nuestras refinerías en el país. En Abril’2020 el entonces ministro T. Aissami entrega el control de la refinería Amuay a los iranies [Diario La Verdad - El Aissami acordó ceder control a Irán de refinería Amuay]. En Mayo’2022 PDVSA paga unos $114 millones para reparar la refinería El Palito. Pero las refinerías presentan aun fallas severas. ¿A dónde fue a parar el dinero entregado a los iranies?
El domingo pasado, PDVSA anuncia el arranque de la unidad de craqueo catalítico en El Palito, luego de haber presentado desperfectos nuevamente. Apenas arranca uno de sus procesos (FCC) y salen los usuales expertos sin experticia de siempre a asegurar que ya está produciendo gasolinas, cuando es operacional y técnicamente imposible que lo haga, ya que el proceso, además de ser riesgoso, requiere de entre 1 y 2 semanas para su estabilización.
Aun así, una vez logren estabilizar el proceso, la producción de gasolinas domestica no superara los 80,000 BPD, al sumar unos 12,000 BPD de PLC y unos 61,000 BPD de El Palito, cuando el consumo interno fluctúa entre 280,000 y 350,000 BPD, suponiendo total eficiencia.
Venezuela vuelve a caer en la dependencia de Irán; de ese mismo país que le cobró por supuestamente reparar las mismas. La situación de escasez podría extenderse más allá del mes de Junio, hasta que arribe al país la gasolina iraní. Antes de quedar expuesto por el mil millonario desfalco de al menos $3,600 millones de manos de T. Aissami y su clan, PDVSA había anunciado en Febrero’2023 [Iran-PDVSA to start Paraguana refinery revamp soon (hydrocarbonprocessing.com)] que los iranies ejecutarían la reingeniería del complejo refinador Paraguaná. Un dinero que hasta ahora nadie sabe en donde esta, mal gastado y dilapidado en reparaciones fallidas y quizá, ficticias.
Aun así, PDVSA insiste en la ingeniería iraní. Estos hicieron el negocio redondo con Venezuela. El país vuelve a comprar gasolina a quienes supuestamente repararon nuestras refinerías; a quienes les venden diluyente a precio internacional a cambio de nuestros crudos pesados entregados a descuento y mayor volumen por diferencial de precio. Un crudo que luego revenden en Asia a los mismos mercados que otrora suplía PDVSA.
Producción
Apenas se sienta en la campiña, P. Tellechea anuncia que la producción aumentaría durante el primer trimestre de 2023. Conocía de antemano y antes que el resto del país, que Chevron había recibido una licencia para retomar la operación en los activos, en donde tiene participación accionaria en Venezuela. Claro que la producción iba a aumentar, pero solo en la medida en la que la transnacional abriera el grifo de los pozos, dado que no se les permite inversión. Sin embargo, la máxima producción posible sin inversión que la transnacional pudiese lograr durante 2023 no superará 140,000 a 160,000 BPD en el mejor de los casos.
Para el mes de Mayo la producción nación señalada por la OPEP fue de 819,000/735,000 BPD (fuentes directa/secundaria), representando un incremento de 87,000 BPD respecto al mes de Enero. Este aumento fue debido en su casi totalidad a la contribución de Chevron, cuya producción entre dichos meses pasó de unos 46,000 BPD a 123,000 BPD; es decir unos 77,000 BPD de volumen adicional; una cantidad muy similar a los 87,000 BPD antes mencionados. Esos 123,000 BPD de Chevron incluyen un volumen cercano al 20% de su propio diluyente, posicionando el volumen neto de producción de esta en el entorno de 98,000 BPD.
A todas estas, la producción propia PDVSA y la del resto de los 43 EPM y ASC ha estado prácticamente estancada. Para poder lograr la meta de producción ofrecida por Pedro Tellechea para Agosto de 1,000,000 BPD, se requiere la entrada de unos 180,000 BPD, o un aumento por mes de 60,000 BPD, lo cual no parece alcanzable aun teniendo acceso a equipos y capital de inversión.
Destrucción de yacimientos y emisiones
Venezuela produce cerca del 60% de sus crudos desde la FPO, mientras que los activos convencionales producen un 20% de occidente; incluido Perla y un 20% de oriente; incluido PDVSA Gas. Pero la decadente producción de los activos tradicionales estaría siendo obtenida a costa de la destrucción de los yacimientos de crudo, mediante el desinfle de los mismos.
La relación gas petróleo de los activos convencionales supera hoy 6,000+ (caso oriente Norte de Monagas, ni hablar de PDVSA Anaco) @ 25,000+ PCN/BN (caso costa afuera Perla), lo que denota un nivel de destrucción sin precedentes de nuestros yacimientos, en un intento criminal por acelerar producción. El desinfle es una operación de destrucción acelerada de energía, que origina no solo la perdida de cuantiosas reservas de petróleo, sino la pérdida del mismo pozo y hasta del mismo yacimiento.
En Venezuela ya no existe el tradicional control que ejercía el MENPET ante PDVSA, donde la obligaba por ley a mantener la producción de gas en los activos de petróleo por debajo de cierto limite. Ello deja de ser cierto cuando se unifica la figura del ministro de petróleo con la presidencia de la industria. PDVSA y sus socios podrían estar destruyendo los yacimientos al permitir el desinfle, venteo y quema irracional de gas en yacimientos de crudo. Aparte del daño patrimonial antes señalado aparece, un aumento sustancial de las emisiones de gases tóxicos a la atmosfera a consecuencia del venteo y quema de gases de baja presión, que arrastran todo tipo de contaminantes. PDVSA es hoy una empresa que emite cerca de 200 megatones de CO2 a la atmosfera en sus operaciones combinadas, aunque excluyendo la huella de los tanqueros, contribuyendo por si sola a una emisión per cápita (pc) de 6.8 tons/año, colocando a Venezuela muy por encima del promedio mundial de 4.5 tons/año pc.
Mientras toda esa destrucción arropa nuestra industria petrolera y nuestro país, el presidente de la república sale de gira con toda su familia y numerosos acompañantes al igual que el año pasado (y años anteriores), para supuestamente buscar inversionistas. Un dinero a la vista mal gastado y dilapidado como ha sido siempre el caso, dado que nada bueno ha resultado de dichos viajes hasta el momento. El futuro de PDVSA al menos hasta ya entrado el 2025 no es halagador. Nadie invertirá un centavo en Venezuela/PDVSA, en medio de la incertidumbre política y social derivada de las venideras elecciones presidenciales. Las condiciones para los eventuales inversionistas; si acaso, comenzaran a visualizarse ya entrado 2025 de darse las condiciones básicas de estabilidad social, política y económica.