Estaba reunido allí todo el Comando de la campaña electoral venidera, más de setenta personas, y entonces, en apenas acercándose a los micrófonos, el jefe de la campaña exclamó: “-Ya estoy cansado y esto tengo definitivamente que hablarlo con el presidente Chávez: no me sigo calando a Mario Silva quien me viene chantajeando, pidiéndome 250 millones de bolívares”.
Cuando escuché aquella historia me pregunté: “¿quién le habría dado esta idea a tamaño badulaque, para que la llegara a considerar genial?”
Nadie allí se esperaba aquel balde de agua fría. Muchas miradas se cruzaron sorprendidas, ¿a qué venía aquello, y lanzarlo públicamente?
La idea, digo, le parecía genial: Mario Silva tiene un programa revolucionario en el que se supone debe dictar algunas líneas básicas para mantener vigoroso y activo nuestro proceso revolucionario, pero según este personaje lo utiliza para extorsionar. Horrendo y monstruoso crimen. Es como para caerle a coñazos, digo, al que tenga el valor de inventar tamaña canallada. Pero así, frescamente lo dijo, ante más de setenta personas, y esto puede investigarse, constatarse.
Ya yo había recibido información de que el mismo personaje había solicitado una reunión con la Dirección Nacional del PSUV, y allá había sido más explícito en sus denuncias: Mario Silva y Sant Roz lo estaban extorsionando, pidiéndole esa misma cifra, arriba señalada. El mismo personaje en una entrevista que le hizo Vanessa Davies confesó que unos derechistas le habían estado ofreciendo un millón de dólares para que se pasara al bando enemigo. Yo recordé al general Raúl Isaías Baduel quien contó algo parecido, y estuve relacionando otros hechos extraños, porque el personaje en cuestión fue muy amigo de Baduel.
Estoy decidido a buscar a este tipo, a este jefe de la campaña electoral que anda voceando estas mariqueras públicamente para que explique y para que dé más detalles sobre esa manía extorsionadora que anda regando alegremente por Mérida, porque es muy grave, y en el PSUV regional no hay nadie que le pare el trote.
Lo que resulta insólito, es lo que ha estado regando de Mario Silva, quien como todos sabemos, constituye un punto de referencia moral importante para nuestra revolución, por sus orientadores análisis que hace cada noche a través de su programa La Hojilla. Venir a decir estas cosas nada menos que al Comando de Campaña en una jornada electoral tan decisiva y en un territorio que se presenta cada vez más adverso al proceso revolucionario, no es nada más ni nada menos que apostar a la derrota, que incitar a la intriga, al caos, a la desviación y a la confusión más criminal.
Y mientras lanza esas bombas que van mimando y creando confusión, al mismo tiempo el susodicho entabla diálogo diáfano con la derecha, se reúne con el candidato de Copei por el Circuito de Tovar, Santa Cruz de Mora, Zea y El Vigía y le ofrece todo su apoyo. Hace además lo imposible para que la revolución no apoye un solo programa social en la región, de modo que el desencanto crezca a pasos agigantados entre los sectores populares.
Muchos desalmados que cometieron estafas y traiciones a la revolución hoy están melosamente enchufados en su gobierno, haciendo el perfecto trabajo de zapa para que el proceso sufra un revés importante en nuestro Estado.
Hemos tratado de alertar todo esto a tiempo, pero ya el tiempo pasó y pareciera imposible detener el avance inevitable de la catástrofe que presentimos. Hay gente del alto gobierno que ha estado contribuyendo con este terrible golpe a la revolución. Pero desde aquí apenas les habla un pobre diablo, que como decía Simón Rodríguez, no tiene bayonetas para hacer un carajo. Ojalá se entienda este mensaje, ojalá se lea y se haga algo y no se proceda como cuando denunciamos hace seis meses las toneladas de leche vencidas que encontramos en El Vigía.
No sé si estemos a tiempo para hacer algo, insisto. Sólo cumplo con el deber de decir estas cosas para que como siempre, por allí me amenacen con caerme a coñazos y decir que soy de derecha y un reformista entre otras pendejadas…, y dejo a ustedes a que adivinen quién podrá ser el personaje, y si ante el proceso electoral que se avecina debemos seguimos con el rabo entre las piernas.
O sea.
jsantroz@gmail.com
