No poco se ha escrito, dicho y estudiado sobre la intencionalidad política que lleva implícito el sometimiento de los pueblos a la ignorancia, de allí que una de las responsabilidades fundamentales de todo proceso liberador sea atender la materia educativa y por eso las revoluciones lucen positivos índices en dicha materia.
Desde la concepción dialéctica el estudio, como una vía hacia el conocimiento, se concreta de forma individual y colectiva y es tanto un derecho que debe ser garantizado por el estado como un deber que debe ser cumplido por la persona.
En Venezuela sucede un hecho quizá no tan particular pero sí curioso, los gobiernos, con la justa excepción del bolivariano, no solo deliberadamente sometieron a la ignorancia generalizada al pueblo sino que también lo hicieron con los miembros de la clase dominante, de tal manera que debido a los buenos resultados en materia de educación popular logrados por el gobierno actual una de las características de nuestra burguesía, y ahora pudiésemos decir del oposicionismo, es la ignorancia.
En términos generales los opositores venezolanos tienen un muy mal manejo de nuestra historia patria y continental, dominada por los conceptos impuestos por el imperialismo norteamericano; por ejemplo, en relación a nuestra historia política reciente la abrumadora mayoría de la oposición cree héroes nacionales a Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, cuando un examen superficial de sus gobiernos los ubica como los personajes más sanguinarios de la historia de Venezuela después de Boves, o el intento de convertir en héroe nacional al recientemente fallecido Carlos Andrés Pérez, quien salió de la presidencia enjuiciado por malversación (eso dijo la sentencia de la extinta CSJ), por eso es cierto aquello de que la lucha por la justicia es fundamentalmente una lucha contra el olvido y esa lucha impediría, que en el estado Bolívar olvidáramos que hasta hace pocos años existió el “grupo chino”, especialmente cuando ahora muchos de sus miembros o herederos han reaparecido y dan hasta clases de ética social por la prensa regional.
El estudio y el conocimiento harán de igual forma ir desapareciendo la superstición a la que es muy aficionada la burguesía y la pequeña burguesía (aunque lo nieguen), por ejemplo sí se estudiara geografía se sabría que lo que sucede el 21 de diciembre es uno de los dos solsticios anuales y no que “llega” el “espíritu de la navidad”, costumbre por cierto muy reciente en nuestro país que ha venido a incrementar las ventas de los comercios en el último mes del año; igualmente el estudio de la geografía junto a la política mundial (geopolítica) nos mostraría que no existen “las Chinas” como dijo una famosa ex miss universo hace un mes, sino que existen las Coreas (del Norte y del Sur), o el estudio de la gramática elemental nos señalará que el verbo “acater” no existe, en lengua castellana al menos, tal como nos lo muestra una pancarta elaborada por los profesores afiliados a la MUD en la UCV.
Analizando todo lo anterior entendemos el porqué la oposición tiene por líderes a Rosales, Ledezma, María Corina, López, Capriles, Molina, Urdaneta, Mendoza o Mazuco, es que ellos son imagen fiel de la ignorancia que caracteriza a la oligarquía venezolana tan bien imitadora de los gringos especialmente en eso de la ignorancia; para muestra: una encuesta reciente en Estados Unidos reflejó que más de la mitad de la población juvenil de ese país cree que Miguel Ángel es un virus informático y que Beethoven es un perro actor.
Un deber revolucionario es la formación ideológica, cultural y profesional, vencer la ignorancia como una de las expresiones de la dominación burguesa. Claro, además del estudio también hace falta la organización para la lucha. Como decía Martí: “ser cultos para ser libres”, que la ignorancia sea cada día con mayor énfasis el símbolo de la contrarrevolución.
*Militante del PCV