A la memoria de un psiquiatra revolucionario indoblegable

“La libertad, la salud mental y los medios de comunicación de masas”

Los medios radioeléctricos e impresos del país en su inmensa mayoría, destacándose entre ellos los bien llamados "jineteras del apocalípsis", léase Globovisión, Televen, RCTV, canal éste que -por cierto- ya no envenena al pueblo en señal abierta y Venevisión, así como los diarios El Nacional, El Universal, El Carabobeño, El Impulso, etcétera, no han escatimado esfuerzo alguno durante los últimos diez años, al menos, para demostrarle al país todo hasta donde es posible degradarse sin un ápice de racionalidad y dentro de la mayor desfachatez posible.


Sería interminable un intento por relacionar las centenas de miles de mentiras, medias verdades y ocultamiento de realidades que se pueden advertir sin mayores esfuerzos, dentro del lapso indicado, en las páginas y programas de esos medios de comunicación, los cuales tienen la obligación ética de informar con veracidad, equidad y transparencia, tanto por cuanto ello se asienta en principios elementales que determinan un comportamiento racional, como porque así lo prescriben las normas de conducta profesional del gremio de periodistas y las de los propios medios y, por añadidura, aquellas contenidas en las disposiciones legales que, para el caso de los radioeléctricos, establece el Estado cuando otorga las respectivas concesiones a objeto de que puedan operar en determinadas frecuencias.

Son reiteradas, además, las denuncias que día a día se leen y se escuchan en periódicos, radios y televisoras alternativos que por centenares han nacido al calor de este proceso democrático de participación ciudadana, de un pueblo cansado y muy molesto por tanta inmundicia que se le transmite a través de ese inmenso poder mediático, el cual lo observamos cohesionado y articulado como siempre lo ha estado, además digitalizado y financiando de manera abierta, como lo sabemos (Usaid, Ned, etc.), hacia el objetivo de destruir esta esperanza de transformación que lidera el Comandante Hugo Chávez Frías, uno de los muy pocos gobernantes en la historia de Venezuela que no traicionó sus posturas y promesas electorales, sino que les ha dado  concreción clara y precisa a su oferta de producirle al país un vuelco de ciento ochenta grados, de manera de hacer posible la construcción de una democracia participativa y protagónica, en donde los principios de igualdad, libertad, justicia y solidaridad, dejen de ser una quimera y se transformen en pilares indestructibles de la patria soberana que soñaron nuestros libertadores.

Cuatro ejemplos únicamente que hemos tomado al azar son más que suficientes para evidenciar la desmoralización y el envilecimiento de ese poder mediático en su empeño por asumir la conducción de un plan golpista que acabe con Chávez y con todo lo que su liderazgo significa para un pueblo que no está dispuesto a volver al pasado y mucho menos entregar la soberanía de su patria a potencia extranjera alguna: 1) El silencio informativo del los días 11, 12 y 13 de abril/02 es, quizás, el mayor esfuerzo que en esos días desplegó el poder de los medios para coadyuvar a darle piso sólido al gobierno espurio de Carmona Estanga, pues mientras que éste se juramentaba como dictadorzuelo, al Presidente lo ruleteaban dentro del mayor secreto para asesinarlo, los Alcaldes de Primero Justicia se convirtieron en cancerberos del nuevo régimen, la policía metropolitana arremetió con la mayor furia y salvajismo en contra del pueblo, los diarios no circularon y la TV comercial se dedicó únicamente a transmitir comiquitas; 2) Una periodista de El Nacional acusa de gran corrupto a un hijo del Presidente de PDVSA, Alí Rodríguez Araque y resulta que ese hijo había fallecido trece años antes, sin que llegara a la edad adulta; 3) El mismo diario publica en otra edición, con amplio despliegue en primera página, que el prestigioso periodista Ignacio Ramonet, Director del diario francés "Le Monde Diplomatic", se deslindaba del gobierno bolivariano y lo acusaba de barbaridades y resulta que esa noticia había sido inventada por un estudiante mexicano como parte de un trabajo de investigación que le había requerido la universidad donde estudiaba periodismo y para no extendernos más sobre una serie interminable de falsedades, recordemos el caso del cubano Juan Alvaro Rosabal, desertor que utilizaron los medios todos para que le dijera al país que 1.500 integrantes de los servicios de inteligencia cubanos estaban infiltrados en nuestra fuerza armada, de lo cual se arrepintió pocas semanas después. Qué bajeza mayúscula...! Pero allí están igualitos como si no hubiera ocurrido nada, abusando de la libertad de expresión a más no poder y al mismo tiempo, vociferando ante el mundo todo que Venezuela padece una férrea dictadura...

Sirva este preámbulo para llevarle a los lectores de este excelente y cada día más necesario diario digital, fragmentos de la tesis que, bajo el título que precede estas líneas, presentó en 1.976 en Puerto Ordaz, en el marco de un Congreso Nacional de Psiquiatría (1), quien fue uno de los especialistas más reputados en el área de la medicina psiquiátrica de los tres últimos decenios del siglo XX venezolano, el Dr. Rui de Carvalho, hombre de inmensa bondad, revolucionario indoblegable, abonado como pocos de una vasta cultura y que, como bien lo afirmó el inolvidable Kotepa Delgado en una de sus columnas semanales "Escribe que algo queda", él era (aún vivía), "el psiquiatra de oro que nos regaló Portugal". Carvalho falleció en Caracas el 1 de agosto de 1.996 (2).

Los fragmentos que hemos tomado de esa Ponencia conforman una apropiada síntesis de la tesis que Carvalho sustentaba acerca del poder de los medios y sus efectos en la salud mental del hombre, así como el concepto de la libertad en un mundo que cada día nos plantea más y mayores retos en esa búsqueda indetenible del hombre por alcanzar estadios de mayor felicidad en un mundo de iguales. Mao Tse Tung sostuvo y esa cita la tomamos de la misma Ponencia: "La historia de la humanidad es un movimiento permanente del reino de la necesidad al reino de la libertad. Este proceso no tiene fin. En una sociedad donde existen clases la lucha de clases es interminable..."

Veamos el importante documento que nos legó Carvalho y que hoy se mantiene inalterable no solamente para la Venezuela que estamos conduciendo hacia mejores derroteros, sino para todos los pueblos de esta América mestiza que ya no están dispuestos a seguir siendo expoliados y atropellados por nadie:

La libertad, la salud mental y los medios de comunicación de masas 

Para nosotros, para el marxismo, la libertad se encuentra dialécticamente ligada a la necesidad. El filósofo Spinoza consideraba que la libertad era la toma de conciencia de una necesidad. Hegel desarrolla en su obra el tema de la unidad dialéctica entre la libertad y la necesidad.

La historia del hombre es una terrible y extraordinaria lucha entre la ignorancia y el conocimiento, entre el irracionalismo y el racionalismo, entre el pensamiento mágico y el pensamiento lógico, entre la incultura y la cultura, entre el pensamiento científico y el pensamiento anticientífico, entre el idealismo y el materialismo. A medida que el hombre toma conciencia de la realidad objetiva y descubre sus leyes, encuentra automáticamente nuevas y esenciales necesidades y se vuelve cada vez más libre en la misma medida en que puede satisfacer estas auténticas necesidades.

La historia de la humanidad demuestra en forma evidente que la libertad no puede separarse de la necesidad. El idealismo, el pensamiento metafísico siempre han estado empeñados en hacer esta separación como si todo pasara sin que existiera una profunda e innegable relación dialéctica entre el hombre y el medio que lo circunda. Como si la conciencia individual y la conciencia de clase no tuvieran lo más mínimo que ver con la dialéctica entre el sistema nervioso y el medio ambiente. Como si el acto de libertad del hombre fuera algo inmutable, estático y además absolutamente idéntico para todos los hombres, independientemente de la clase social y del momento histórico. El poder económico, la cultura, la ideología, no tendrían tampoco nada que ver con la capacidad de ser más o menos libre. La evolución del hombre en el proceso histórico no contribuiría a la posibilidad de niveles diferentes de libertad individual y social.

A esta forma de hablar de libertad, propia de la metafísica, reaccionaria y anticientífica, nosotros queremos oponer el concepto de una libertad que es variable, dialéctica y cada vez más y más perfecta en la medida que se va ubicando en niveles cada vez elevados de la espiral dialéctica.

El paisaje y el horizonte se amplían en la medida en que el hombre sube la montaña. Esta es una verdad. Pero otra verdad es que no todos los hombres pueden subir la montaña. La gran mayoría vive en la jungla y ni siquiera conoce el sol y menos todavía la Vía Láctea. El proletariado, el campesino, el marginado con su hambre de proteínas, de conocimientos, de cultura, alienados por un trabajo que los explota..., viviendo miserablemente... se encuentran limitados en su libertad...

A nosotros, como psiquiatras, que ante todo nos sentimos profundamente identificados con el marxismo y la defensa de los intereses de los pueblos del Tercer Mundo, nos gusta intervenir mediante esta ponencia para denunciar en qué forma los medios de comunicación de masas contribuyen hoy en forma tan alarmante a enajenar al hombre, domesticarlo, quitarle la posibilidad de ser libre y enfermarle su mente.

La llamada "cultura de los medios de comunicación de masas" es una superestructura del moderno capitalismo. La clase dominante, con la tecnología a su servicio, al servicio de la llamada sociedad de consumo, dirige así sus esfuerzos en forma organizada con la intención precisa de domesticar, hipnotizar y deshumanizar a las clases que explota económicamente.

La psicología, la psiquiataría, la sociología y en general la ciencia burguesa se encuentran al servicio del capitalismo y, concretamente en este campo, al servicio de las grandes empresas y monopolios dedicados a la comunicación masiva...Los técnicos publicitarios amparados por la psicología social reaccionaria, por el psicoanálisis y la sociología burguesa, llevan a la praxis una "filosofía del consumo", como le llama Jules Henry en su libro..."La cultura contra el hombre"...

Se crean falsas necesidades y se induce al hombre a no ahorrar... sino a involucrarse en deudas, hipotecar sus años futuros y así alejarse tanto de la posibilidad de ser verdaderamente libre como de las responsabilidades políticas determinadas por una conciencia de clase que es... negada por la propaganda de la clase dominante... La ciudad moderna con el periódico, la radio, la televisión... incomunica al hombre, le quita toda posibilidad de diálogo. La mentira... repetida mil veces, el sexo… la violencia... la propiedad privada, son los valores que intentan imponerse.

El espíritu crítico, la cultura, el amor, la solidaridad, la conciencia de clase, la lucidez sobre las verdaderas necesidades y la posibilidad de luchar por un hombre más humano y más libre y una sociedad más justa, tienden a desaparecer...

Para nosotros es absolutamente cierto, no nos queda la menor duda, de que los medios de comunicación que difunden una mistificada "Cultura de Masas" tienen como misión principal moldear un hombre según los intereses de la burguesía...la TV, la prensa, etc., son las armas de que se sirve el imperialismo para penetrar culturalmente e idiológicamente en las masas de todos los continentes, para hacer un trabajo de colonización cultural de todo el globo...A nosotros nos interesa clarificar... que, en contra de la tendencia reformista y oportunista que preconiza la utopía de "influenciar" esta "Industria de la Cultura" desde dentro para mejorar la forma de llevar a las masas una cultura burguesa menos mediocre y menos anestesiante, sólo queda una respuesta: a) Desmitificar con el marxismo-leninismo toda podredumbre que es esta super-industria burguesa; b) Seguir construyendo una verdadera cultura revolucionaria y buscar hacer la revolución para que, ya en el campo ideológico y una vez conquistado el poder, se puedan liberar las masas de la esclavitud mental.

Para nosotros es evidente la necesidad de la revolución cultural como único medio válido para poder liberar al hombre y destruir en el campo ideológico todas las manifestaciones de una burguesía agónica.

La ciencia y la tecnología estarán en manos de hombres honestos. En manos de la revolución. Servirán para liberar al hombre y crear una enorme posibilidad de desalienación. Esta será una lucha implacable y larga pero el tiempo está con nosotros.


(1) Esta Ponencia está incluida en el libro de Rui de Carvalho, "Las gaviotas no toman Coca-Cola", Ediciones del Fondo Editorial Carlos Aponte, Caracas, enero de 1.987.

(2) Carvalho debió salir exiliado de su patria, Portugal, en abril de 1.960 y desde entonces se radicó en nuestro país, al cual le prestó invalorables servicios como especialista de primera línea en el área de la psiquiatría y como docente en la Escuela Vargas de la UCV.

oliverr@cantv.net



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Iván Oliver Rugeles (*)


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