A partir de la teoría de los cuantas de luz (Max Plank 1901) se trasmutan en objetivos inciertos todas las verdades existentes de corte científico basadas en la lógica Newtoniana, incluyendo al Marxismo como teoría filosófica que pretendía debido a su base científica de corte mecanicista tener la verdad absoluta en cuanto a la solución de las problemáticas sociales. Verdad esta que a partir de la aparición en la Física cuántica que entre otras cosas descubre la dualidad onda-partícula con lo cual se somete a revisión el concepto de la energía como producto exclusivo de la materia, o quizás la existencia de una unidad paritaria materia-energía, y el principio de la incertidumbre de Heisenberg que descubre en contra de la lógica Newtoniana “la no posibilidad de fijar la posición de un electrón en un momento determinado si no la probabilidad de que ocupe tal o cual punto”, derrumbando así todo el cognomento científico hasta ese entonces aceptado como verdad absoluta, para transformarlo en aproximaciones a la realidad.
Esta aserción, si la aplicamos al marxismo (ciencia social de basamento científico decimonónico) también lo incluye, lo cual explica en parte su fracaso al aplicarlo en la práctica, dado su enfrentamiento a probabilidades no previstas, fracaso este no tanto como modelo de aproximación, que a mi juicio en cuanto a solución de la problemática básica social conserva un alto grado de validez, si no porque su aplicación con el aporte Leninista del centralismo democrático como modelo de gobierno, da por sentado la inclusión automática del proletariado al cambio propuesto por los dirigentes revolucionarios, y no al proletariado como motor esencial en la toma permanente de decisiones que lo implican, ensayo organizativo con estas últimas características que si estuvo presente en la toma del poder en Francia por el proletariado en 1871 durante la Comuna de París.
La aplicación del marxismo en la Unión Soviética tampoco incluyó todo lo referente a la supervivencia de la especie y de la vida en general en la corteza terrestre, ateniéndose solo a los aspectos del marxismo dirigidos hacia la lucha de clases, lo cual no podía ser de otra manera para la época en que vivieron Marx y Engels. época signada por el descubrimiento de teorías revolucionarias como la de la evolución de Darwin en el plano biológico, en el plano social los estudios de Morgan sobre los Iroqueses, genialmente plasmado evolutivamente por Engels en su libro “el origen de la familia la propiedad privada y el estado”, el auge de la Sociedad Industrial, con su promesa de la ilimitada superioridad del ser humano sobre los obstáculos naturales, y en general la visión de un mundo en su mayor parte aún no totalmente contaminado por los detritus del industrialismo, a la par de una explotación sin límites del proletariado que en realidad para ese momento representaba el problema central, el cual gracias a la lucha de la clase obrera encabezada por los comunistas fue logrando reivindicaciones en grado importante en la mayoría de los países del mundo.
Estos logros no niegan en lo absoluto el carácter intrínseco del capitalismo con su afán desmedido de lucro persistente hasta los momentos, y todas las lacras inhumanas que este conlleva. Sin embargo en la práctica no podemos considerar exitoso la aplicación del marxismo tal y como fue interpretado en los países en donde triunfó la revolución del proletariado, ya que como acotábamos antes, múltiples factores presentes no controlables, originados en gran parte por fallas humanas, han incidido en su fracaso. Así sobre la base antagónica dialéctica entre el proyecto personal de cada ser humano que lo impulsa a mejorar cada vez más su calidad de vida, y el proyecto colectivo social, existe una brecha difícil de saltar. Posiblemente esto explique en parte que la revolución no se diera en los países industrializados y si en países de desarrollo industrial atrasados como en la Rusia zarista y luego en China, y posteriormente en Cuba donde su vía de llegada no implicaba en su inicio al Marxismo como solución. Las condiciones paupérrimas de vida de la mayoría poblacional sobre todo en Rusia y China, hizo imperiosa la necesidad de cambios, aunado esto a las circunstancias particulares favorables en cada uno de esos países para la toma revolucionaria del poder. Hay que hacer notar el éxito inicial de la Revolución Soviética que mejoró la calidad de vida de su población en la medida en que se desarrollaron sus dos primeros planes quinquenales, tratándose durante la misma de subsanar la brecha entre el proyecto personal de vida y el proyecto colectivo social, con la aplicación del axioma “de cada cual según su capacidad a cada quien según su trabajo”, lo cual implicaba sin lugar a dudas un estimulo al esfuerzo personal, que de lo contrario convertiría al ciudadano en un receptor cuasi pasivo de las dadivas del Estado, el cual a su vez al no tener los aportes suficientes de parte de sus ciudadanos cada vez tendría menos que ofrecerles para su subsistencia. La promesa de cambiar al llegar al Comunismo el axioma anterior, por uno que consagraría la igualdad total entre los seres humanos “de cada quien según su capacidad a cada cual según sus necesidades”, se veía aun en el plano lejano de la realización de la Utopía, para lo cual sería necesario un desarrollo sobre productivo que llenare las necesidades materiales, intelectuales, y la mayoría de los anhelos de cada ser humano.
Factores imprevistos frustraron el desarrollo de este primer gran ensayo socialista, en primer lugar a mí criterio, el alargamiento de la etapa correspondiente a la interpretación que se le dio al modelo conocido como la dictadura del proletariado, interpretación justificable para el momento del inicio de la revolución, dadas las características imperantes en la Rusia Zarista, es decir un país multi étnico, con una mayoría abrumadora de analfabetos, de población predominantemente campesina, y un proletariado relativamente incipiente. Lo cual después de dos planes quinquenales, se había revertido en forma importante con la erradicación del analfabetismo, desarrollo educativo e industrial a todos los niveles y pleno empleo poblacional. Quiero aclarar que cuando utilizo el término “dictadura del proletariado” me refiero a la dirección centralizada por los líderes de la revolución de Octubre encabezada por Lenin, con una verticalidad de mando de arriba a abajo, absolutamente necesaria acorde a la situación imperante en ese momento inmediato a la toma del poder, es decir la de un enorme país saliendo de la primera guerra mundial donde no había llevado la mejor parte, en situación de depauperización generalizada, con niveles de miseria muy marcados, con un aislamiento internacional reforzado por la intervención bélica de 21 países, y la ayuda internacional en equipamiento, para los ejércitos rebeldes representativos del antiguo régimen, a pesar de lo cual, y en gran parte gracias a dicho modelo de conducción del estado, se logró asentar el triunfo de la revolución. Pero una vez resuelto los problemas iníciales, y logrado superar las metas buscadas en los planes quinquenales, era necesario una apertura que le diera la oportunidad a la población de empadronarse con el poder y emitir sus directrices al respecto, situación esta que nunca se dio, al contrario Stalin entroniza una dictadura de neto corte personalista, que prescinde en la práctica de los órganos directivos tanto del Partido, como los del Estado Nacional. Errores como el descabezamiento de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, y de los camaradas que no compartían sus puntos de vista dentro del Comité Central del Partido Comunista, preparan el escenario para una nueva tragedia representada por la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Invasión ésta que al inicio se caracterizó por un paseo triunfal de los nazis hasta las puertas de Moscú, caída de ciudades importantes como Sebastopol, cerco de inmensas ciudades como Leningrado (hoy de nuevo denominada San Petersburgo), llegando el ejército alemán a zonas tan profundas en la geografía de la Unión Soviética como Stalingrado (hoy denominada Volgogrado). Todo lo cual producto como ya acotamos antes, del descabezamiento por Stalin de la mayoría de los altos y buena parte de los medianos grados dentro de la oficialidad de las Fuerzas Armadas Soviéticas pocos años antes del inicio de la guerra. Solo el esfuerzo sobrehumano del pueblo y el aprendizaje acelerado de los nuevos comandantes tales como Zhoukov, Chuikov, Malinosky y otros, logra revertir el resultado adverso de la guerra, a un costo verdaderamente fabuloso: de 20 a 22 millones de muertos entre civiles y militares, cientos de ciudades y miles de poblaciones destruidas, miles de industrias destruidas, miles de kilómetros de redes ferroviarias destruidos. Este fue el panorama post bélico producto de uno de los errores de Stalin, en la práctica entronizado como dictador absoluto. La imposición de una estricta disciplina aplicada con mano de hierro para la reconstrucción del país, y la competencia armamentista con los países occidentales, específicamente con los Estados Unidos de América, alejó más aún en la Unión Soviética la posibilidad de la consulta popular como medio de la toma de decisiones por el colectivo social, sustituido este último en cambio por una casta burocrática dependiente del poder central. El resultado que todos conocemos fue la caída estrepitosa de todo el andamiaje sobreestructural sesenta años después del triunfo de la revolución, y el afloramiento de todos los vicios inherentes a las apetencias de la casta burocrática, con la imposición de un capitalismo salvaje que apenas ha podido ser atenuado gracias a la elección por varios periodos de los actuales gobernantes, imbuidos de sentido patriótico y de cierta sensibilidad social. En cuanto a la desastrosa herencia anti ecológica de este ensayo socialista, confirma el como la unidireccionalidad hacia objetivos específicos, tales como la industrialización como fin en sí misma a cualquier costo, siguiendo un esquema rígido e inconsulto con los habitantes de las zonas afectadas, causó más daño que beneficio en múltiples lugares de la extinta Unión Soviética. Sería injusto el no comentar como con la revolución bolchevique a pesar de tantos errores fundamentales, los logros habidos en las áreas científicas y culturales para toda la población fueron incomparables, convirtiéndose ese gran País en la potencia mundial competidora por el primer lugar con los Estados Unidos, y ocupando aun hoy un lugar de muy alta prominencia entre los países desarrollados.
No voy a entrar en detalles en lo referente a la China con un régimen de tipo estalinista centrado en la figura de Mao, los resultados están a la vista, después de múltiples ensayos a cual más descabellados (recordar el rotundo fracaso de la fundición artesanal de hierro, durante “el gran salto adelante”). Hoy por hoy esa gran nación conservando el nombre de socialista se desenvuelve en un régimen de libre mercado, con explotación marcada de la clase trabajadora y diferencias económicas marcadas entre la ciudad, y el campo, en detrimento de este último, lo cual no implica que a nivel macro sea actualmente el país de mayor pujanza económica mundial. Hay que reconocer de manera tajante como el triunfo revolucionario comunista sacó a la China del semi colonialismo en el cual se encontraba y la puso a valer como potencia mundial.
En cuanto a Cuba podemos decir que siendo la última colonia de la América hispana en independizarse del dominio español, ha sido por mucho la vanguardia en cuanto a su independencia del imperialismo norteamericano en la América latina, sus logros sociales son de admirar sobre todo en materia de educación, salud, masificación deportiva, fabricación de medicamentos, solo en índices de bajas tasas de mortalidad infantil está a la par de los países más desarrollados superando a varios de ellos; y todo esto a pocas millas de distancia del coloso norteamericano, quien desde hace cincuenta años ejerce un bloqueo económico sobre esta pequeña isla del Caribe. Su gobierno a pesar de mantener un modelo estalinista convertido hoy por hoy en una gerontocracia, ha sido mucho más flexible en cuanto a la comunicación a doble vía entre el ente central y las masas populares organizadas, gracias a lo cual el sistema ha sobrevivido a las difíciles condiciones internas dadas por el asedio exterior, y la pobreza intrínseca de la isla en productos del subsuelo fáciles de explotar y de necesaria demanda internacional. Por otra parte es difícil de entender como a cincuenta años del inicio de la revolución, Cuba a pesar de ser un país de vocación agrícola predominante, o al menos dada la fertilidad de sus suelos debería serlo, no ha logrado desarrollar una política agroalimentaria de autoabastecimiento, que le permita a su población un consumo variado de alimentos a precios justos, sin la necesidad de mantener un racionamiento a precios subsidiados de un número limitado de productos básicos. Dada la crisis económica mundial que la ha afectado marcadamente, Cuba se ha visto en la necesidad actual de flexibilizar su sistema económico, permitiendo el retorno del pequeño capital fundamentalmente a nivel de prestación de servicios, deslastrando así al Estado dé un buen número de funcionarios burocráticos.
Los otros modelos de Socialismo existentes son: la mal llamada Social democracia, nacida al inicio de la primera guerra mundial al escindirse la Segunda Internacional Socialista, entre quienes apoyaban a los gobiernos burgueses de sus respectivos países durante la guerra, y los denominados comunistas (partido Bolchevique Ruso dirigido por Lenin, Espartaquistas con Rosa de Luxemburgo a la cabeza, en Alemania, además de diversos grupos y personalidades en el resto de Europa), que consideraban dicha guerra como una conflagración de intereses capitalistas, en donde las masas obreras solo representaban la carne de cañón. En términos generales aparte de luchar por logros reivindicativos para los trabajadores, en los momentos históricos en que los Países se encuentran en bonanza económica, la social democracia defiende a ultranza el sistema capitalista, y no duda en ponerse al lado del empresariado, a la hora de hacer recortes económicos a expensas de los trabajadores. Como muestra ver en la actual crisis capitalista mundial, el comportamiento de los partidos de corte social demócrata en los países en donde detentan el poder político.
El modelo Socialista de los países Nórdicos: Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, es un modelo digno de estudiar con detenimiento, principalmente el modelo Sueco, modelo fundamentalmente basado en el Libre Mercado, pero con tasas impositivas crecientes acorde a los ingresos obtenidos, llegando a cifras de más de un 60% en impuesto, a las ganancias netas de los grandes empresarios, además de la existencia de un alto impuesto al valor agregado. A su vez el Estado Nacional cubre con alta calidad las necesidades del conglomerado social tales como Educación totalmente gratuita, Salud totalmente gratuita, Transporte público, Vialidad, Servicios básicos, Pensión de vejez suficiente para una vida cómoda después de la jubilación, y múltiples otros servicios durante el ciclo vital de cada uno de sus habitantes, incluyendo vacaciones anuales prolongadas que pueden fraccionarse, año vacacional pago para los trabajadores después de varios años continuos de trabajo, e incluso permisos especiales de dos años de asueto, corriendo el financiamiento del segundo año por cuenta del trabajador, quien no pierde su puesto de trabajo. Actualmente debido a las bajas tasas de natalidad aunado al aumento del tiempo de vida de sus habitantes, existe un crecimiento cada vez mayor del número de jubilados, lo cual crea al Estado problemática difícil de solucionar, por lo que ha debido recortar servicios considerados superfluos tales como los correspondientes a las correcciones estéticas medico odontológicas. Además de contar con una población poco numerosa, el desarrollo Industrial Sueco es poco contaminante dada su lucha por proteger el medio ambiente. Su auto abastecimiento es de notoria importancia, siendo además reconocida a nivel mundial por sus bajos índices de corrupción en la administración pública, y sus bajísimos índices delictivos en general.
El socialismo del siglo XXI. Se inicia este proyecto revolucionario en Venezuela, país subdesarrollado dependiente de la renta petrolera, con una bajísima tasa de Industrias pequeñas y medianas, y con una industria pesada también escasa y productora solo de materias básicas (petróleo, hierro y aluminio), con un alto índice de importación de alimentos y en general de todo tipo de productos de consumo, con amplios sectores de las clases altas y medias de la población en contra de todo tipo de reformas que atente contra el capitalismo especulativo (el área de trabajo de los capitalistas venezolanos gira fundamentalmente en el comercio de importación, cuya meta es ganar mucho y rápido, especulando con el precio al consumidor), con una minoritaria clase obrera, con bajos porcentajes de sindicalización, viviendo la mayoría de la población de bajos recursos en torno a la economía informal o el rebusque por cualquier medio para el logro de su subsistencia, con índices delictivos marcados, con una educación gratuita y de fácil acceso para la mayoría de la población, pero en términos generales con marcadas fallas en cuanto a su calidad, con un acceso a la salud también gratuito pero con una asistencia hospitalaria de mala calidad, es decir un país con las características propias de los países del tercer mundo, con las ventajas que le da el tener en su subsuelo una ubérrima riqueza petrolera, ya con casi cien años de explotación y exportación de la misma, la cual por mas mal administrada que sea, siempre dará ganancias fáciles a los países que posean este producto de exportación segura. Sin lugar a dudas a partir de 1999 época en que toma el poder el presidente Chávez se incrementó notablemente el porcentaje del PIB dedicado a apuntalar la estructura social. Múltiples Misiones han logrado la cobertura de las necesidades básicas de los estratos poblacionales más necesitados, en Salud, Educación, Alimentación, Pensiones de Vejez segura, y muchas otras reivindicaciones populares. Reduciéndose así los índices de pobreza extrema de 21% en 1998 a menos del 7% en la actualidad, siendo los índices de pobreza en general del 26,6% en contra del 49% en 1998, datos estos acordes a lo expresado por Elías Eljuri presidente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En el área de las obras estructurales, en contra de la opinión de la oposición según la cual el gobierno de Chávez no ha hecho nada, hay que destacar los esfuerzos en marcha para construir una red ferrocarrilera nacional (los gobiernos anteriores que hoy están representados en la oposición, desmantelaron la pequeña red ferrocarrilera existente desde principios del siglo XX, para propiciar la vialidad por carretera y la importación subsiguiente de transporte pesado de los Estados Unidos), otros logros a nivel macro del gobierno de Chávez son la construcción de dos puentes sobre el rio Orinoco, varias presas hidroeléctricas de tamaño importante en el rio Caroní, ampliación de las líneas del Metro en la capital, y su implementación en ciudades importantes como Maracaibo y Valencia, toda la red de consultorios de Barrio Adentro al igual que Centros especializados de alta tecnología, acceso por vía funicular a los barrios pobres de Caracas, y muchos otros logros que sería largo de enumerar. Actualmente se está iniciando un plan de viviendas que tiene como meta construir dos millones de viviendas en el lapso de tres años para los estratos sociales más desposeídos.
En cuanto al proyecto revolucionario en sí que representa El Socialismo del siglo XXI, creo que teóricamente a la medida que se ha ido definiendo, llena las expectativas esperadas por cualquier verdadero revolucionario, que podríamos resumir como la participación y control social de las actividades del Estado Nación en vías al socialismo por parte del pueblo organizado. Lo anterior es lo correspondiente a la teoría, sin embargo hay que subrayar en la practica el peligro que representa para el buen éxito de este proyecto los obstáculos que para su desarrollo representan una burocracia sin formación ideológica revolucionaria, que aparentan estar imbuida en el proyecto socialista liderizado por el presidente Chávez, y en realidad solo trabajan a favor de sus intereses personales, esquilmando lo que pueden no solo del erario que administran (el Ejecutivo Nacional eroga los recursos para obras determinadas, y estos en muchas ocasiones se esfuman en el camino, traduciéndose en obras inconclusas o jamás comenzadas, con una impunidad de alta notoriedad hacia los responsables de estos delitos de lesa patria), sino además en base a las comisiones que cobran a la ciudadanía por los servicios que les corresponde prestar, a esto se suma la ineficiencia e ignorancia marcada para el desempeño de sus funciones, así como el cultivo de un clientelismo político a la peor manera de la cuarta república. La tan criticada necesidad del carnet partidista para el desempeño de funciones públicas en la cuarta república, sigue vigente si es que no se ha multiplicado, esta vez sin el carnet material pero si con el aval clientelar de funcionarios gubernamentales, funcionarios estos últimos, cuyo vértice piramidal es ocupado por un grupo importante de los que en su momento el finado general Muller Rojas catalogó como “el nido de alacranes” que rodeaban al presidente. Entre las afirmaciones muchas veces interrogativas que se oyen a diario en cuanto al apoyo del Presidente Chávez a estos nefastos personajes, nos podemos pasear por las más frecuentes: “Chávez ignora los manejos dolosos de quienes lo rodean,” “Chávez es engañado por quienes lo rodean ocultándole los daños que la ineficiencia y la corrupción la causa a la revolución” “Chávez desconoce el mundo político y solo confía principalmente en los militares,” “Chávez de manera pragmática permite que los funcionarios roben, principalmente si son militares, para tenerlos contentos y no propicien golpes de Estado,” “El desvío de fondos públicos hacia las manos de altos funcionarios gubernamentales, tiene como finalidad el crear una reserva importante de dinero para cualquier eventualidad que amenace la estabilidad del régimen chavista,“ “Chávez es el cómplice principal de toda la corruptela e ineficacia.” Estas y algunas más son las afirmaciones a veces interrogativas que circulan entre el público en general, reafirmadas como verdades por los medios de comunicación privados al servicio de la oposición, producto de la casi absoluta impunidad que los funcionarios afectos al gobierno están seguros funcionará en caso de ser descubiertos en sus delitos, siendo lo peor la confianza ciega del presidente en una serie de altos funcionarios, quienes acusados de corruptelas no son sometidos a ninguna averiguación por considerar las acusaciones como calumnias de la oposición, olvida acaso el presidente Chávez que el arresto y fusilamiento en Cuba del general Ochoa por tráfico de drogas, provino de una investigación que el gobierno cubano hizo ante las reiteradas denuncias formuladas por la CIA.
En conclusión, el modelo del Socialismo del siglo XXI que se desarrolla en la República Bolivariana de Venezuela en teoría es un modelo que intenta evitar los errores de la aplicación del llamado “Socialismo Real” del pasado siglo XX, aunque en la práctica tiene fallas estructurales que han venido carcomiendo su aplicación. Es la esperanza de los que desde jóvenes venimos esperando la redención de los pueblos del yugo del capitalismo salvaje neo liberal, el que estas fallas puedan ser urgentemente corregidas, ya que de no aplicarse correctivos ejemplarizantes estaremos a punto de caer de nuevo en manos de una oposición apátrida consustanciada con el Imperialismo Norteamericano.