Sobre sus tablas de bejuco matapalo, aunque aparentan ser de Ceiba, está
extendido en la MUD el mapa político-electoral de Venezuela con números
reales y prospectivos que dan cuenta de la realidad matemática del
2012. Esa gran verdad marca tendencias lineales y
reversibles que saltan las curvaturas por donde transitan los números
ordinales de la oposición. Los de la revolución son números cardinales
cuyas sumas dan un resultado de conjunto; en tanto, los números de los
escuálidos son ordinales, que hablan de un respeto en el orden, es
decir, la matemática los envía de ipso facto a un lugar que no es el
primero, en todo caso, siempre es un lugar inferior al primero.
Por
supuesto, eso los mantiene preocupados, férvidos, inquietos, ansiosos,
intranquilos, turbados, impacientes y nerviosos. A sorbo de café amargo y
con una nostalgia mas rara que un perro verde, van
verificando números de las principales encuestadoras del país, entre
las que destacan: Ivad-Seijas que en su más reciente estudio revela que
el 71,3% valora positivamente la gestión de Hugo Chávez; luego están
Datanalisis, GIS XXI, Hinterlaces y la encuestadora
Keller. Allí está los números, allí está la matemática que no miente.
Los benditos números le dijeron la verdad celestial en su propia cara y así con el rostro escabroso los
premajunches comenzaron a renunciar porque el nivel de aceptación
individual no llegaba ni siquiera a un 0,03%. Van descartando, ahora
supuestamente quedan tres comensales sentados en la mesa, que juntos no
llegan ni siquiera al 25% de aceptación, aunque uno al parecer no va porque en una oportunidad se gastó la plata del mercado.
Entonces atravesamos ese escenario, raudos
hacia la victoria fulminante, impulsada por el pueblo y conducida por
Hugo Chávez, cuyo liderazgo crece y se fortalece en medio de las
circunstancias adversas. Precisamente, toda esta situación de quebrantos
y resurrección le ha traído de vuelta, según sus propias palabras, con
más amor, con más conciencia y dispuesto a dar hasta el último aliento
por lograr los objetivos esenciales del proyecto nacional y de los
objetivos e intereses fundamentales de la patria.
Acá
en el Táchira, concretamente en la Grita, lo tuvimos cumpliendo con su
promesa al Santo Cristo de la Grita. Eso es una muestra de fe y amor. Y
ese nuevo Chávez que se levanta de sus propias cenizas, vivirá y
vencerá. Millones de voces oraron y cantaron por su salud, así que
estamos con usted comandante. La victoria es nuestra.
*Politólogo
eduardojm51@gmail.com