Las mujeres bolivarianas y venezolanas se han convertido en una avanzada de mucha importancia que no deben de ser marginada, discriminada y más cuando se han convertido en un factor de mucha relevancia que las ha llevado a convertirse en su alma y prueba de ello lo podemos observar en la demostración dada en la concentración que se dio en las sietes avenidas de Caracas, el día 04 de Octubre del 2012, donde demostró su capacidad y su decisiva voluntad para poner por encima de todo el interés nacional y su amor por el candidato de la patria.
La participación de la mujer venezolana y bolivariana en esta campaña electoral fue sobresaliente y decisiva, en donde demostró arraigo, capacidad, inteligencia y abnegación en la consecución de la silla presidencial que hoy ostenta el Teniente Coronel Hugo Rafal Chávez Fría y que lo consolida en el poder por un periodo de seis años más ( convirtiéndose en un fenómeno electoral a ser tomado en cuenta por todos los países que integran al mundo), dejando claro que sin su activa participación no se fuera consolidado tal arraigo, en el que demostraron su verdadera personalidad, templanza y decisión a la hora de actuar cuando la patria las necesita.
En este sentido, el crisol de mujeres que integran la venezolanidad, han participado activamente en todo lo referente a su acción y hacer, donde su papel como agentes de socialización y cambio ha sido fundamental en la construcción de la cohesión social, imprescindible para el logro de una Venezuela plenamente soberana y libre que busca su propio destino y consolidación de su independencia, en donde no podemos olvidar que la mujer le ha costado labrar un largo camino que les permita ser visibilizadas a través de un lenguaje integrador y más participativo.
Por ello las mujeres venezolanas y bolivarianas hemos venido comprendiendo nuestro papel dentro de la revolución bolivariana, lo cual nos ha permitido avanzar en pro del fortalecimiento de nuestra participación, con el propósito de fortalecer la conciencia colectiva y es por ello que después de haber sido parte de la maquinaria política que llevo a Chávez al poder, hemos comprendido que no se nos está dando la importancia que ameritamos, a pesar que nuestra presencia nos ha convertido en fuentes para formular criterios y líneas de acción en contra de esas posturas que no le ha permitido comprender que para convivir en sociedad, se hace necesario irrumpir contra aquellas que sigue manteniendo los rasgos y la simbología de una presencia masculina que no entiende que se presencia se siente en todos los rincones que implica la revolución bolivariana, en el que se puede notar que después de una avanzada como la que representó las elecciones del 07 de octubre, nos encontramos que en las venideras elecciones para gobernadores el 16 de diciembre del 2012, donde 17.421.923 venezolanos podrán elegir 23 gobernadores, 229 miembros de los consejos legislativos y 8 representantes indígenas (Estado Amazona, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre y Zulia), se están olvidando de nuestra presencia por quienes se encuentran encargados de crear las políticas y lineamiento y que se encuentran alrededor del candidato de la patria, a pesar que no hemos convertido en un puntal de mucha importancia que necesita ser tomada en cuenta, porque al parecer se sigue alimentando un lenguaje que se ha instaurado como un elemento de fomento, legitimación e institucionalización de las desigualdades que se impone y que jerarquiza al partido por encima de otras decisiones, en un país donde se están dando cambios profundos y donde se hace necesaria aceptar la nueva realidad que incluye consolidar otra postura que tengan que ver con los mecanismos estructurales organizativos. Por ello no podemos olvidar que hemos contribuido a la construcción de un sistema de representaciones que se mantiene allí, porque no hemos valorado la necesidad de tomar otra actitud que permita ampliar nuestro panorama de matices que promuevan los procesos de imaginación, descubrimientos e innovación de los diferentes creadores, hacedores y militante político que se permean dentro de sus diferentes realidades, como fuerza generativa que debe garantizar y ser parte de la transformación integral de la sociedad venezolana
Esto representa que hay una necesidad de profundizar los procesos que tengan que ver con la creatividad, la inventiva, la imaginación productiva, la sensibilidad de percepción, comprensión de los valores y la salud del espíritu y buscar que estos, se conviertan en la energía que permita producir una autentica vida social y política donde nosotras las mujeres venezolanas y bolivarianas, seamos valoradas y tomadas en cuenta sin obstáculos, en las diferentes organizaciones políticas, ya que esta representa, una cultura muy arraigada que se hace visible en los diferentes pigmentos que conforman nuestro país, con la finalidad de configurar una realidad más humana y digna, basada en el respeto mutuo, la fraternidad para crear, construir y mejorarnos, superando el abuso, la pobreza, violencia, la discriminación, asumiéndola desde perspectivas y paradigmas de desarrollo, a partir de nuevos constructos teóricos y enfoques que permitan superar los modelos parcelados, anacrónicos que hoy todavía perduran en las organizaciones políticas y que creemos que hoy el Gobierno Bolivariano puede implementar, con creatividad, conocimiento, innovación y esencialmente, con la pasión y la fuerza generativa que lo caracteriza, recomponer los causes de una sociedad fragmentada que necesita de otra nueva visión que cambien la estructura tradicional que todavía perdura en sus líderes y donde no se puede poner al tecnócrata política por en encima del trabajador política que tiene arraigo dentro de una localidad, estado parroquia o país, porque este se ha convertido en un mercenario sin ideología que no le importa el país y que por otro lado se convertido en un agente de saboteo para los proyectos que a futuro se piensan implementar en el país (Véase caso concreto, los retardos en el Metro de Caracas, fallas de electricidad en diferentes sectores, el retardo en el pago de las ayudas económicas, etc.). Es por ello que pedimos, que se debe asumir la política venezolana de estos tiempos, con una nueva valoración, más dinámica y acorde con la compleja realidad existente en el país, y con una firme conciencia con respecto a la institucionalidad que reclamamos, donde se debe destacar e interpretar el valor de la participación y creación como factor esencial de movilización, organización y cohesión social, en función de fortalecer las condiciones para la promoción de la energía generativa, creativa y constructiva, liberadora de cada uno de los individuos y comunidades que integran nuestro `país para conducirlo hacia la construcción de una nueva ciudadanía y para ello, es necesario estimular procesos inéditos de innovación y revitalización de la la vida social, al liberar las fuerzas creadoras, al abrir oportunidades para el desarrollo de la expresión y comunicación, al facilitar el libre acceso al disfrute del producto y la actividad política ( convertido en un bien), al posibilitar las dinámicas que permiten la gestión de los cambios profundos en los contenidos mismos de la vida social, al contribuir a la facilitación de las grandes tareas de transformación que tenemos que plantearnos en los diferentes estados que integran la nación venezolana.
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