Por
ello mismo, la praxis y la teoría revolucionarias deben marchar a la
par, por lo que una no puede excluirse sin perjuicio de la otra. De ahí
que sea necesario entre los revolucionarios impulsar la revisión, la
rectificación y el reimpulso de ambas, a medida que los objetivos
revolucionarios se vayan alcanzando, permitiendo que el pueblo asuma su
participación y protagonismo en la orientación y profundización de la
revolución socialista. Además de ello, es preciso que los
revolucionarios comprendan que tales objetivos pueden obtenerse desde
diversas trincheras de lucha, incluso a través de diferentes partidos
políticos que, sin anular sus diferencias doctrinales, podrían
complementarse, conservando cada quien su autonomía, pero todos
concentrados en conquistar
definitivamente el camino del socialismo revolucionario. Para ello es
imprescindible también despojarse de cualquier actitud sectaria o
personalista que entorpezca la construcción de una efectiva unidad
revolucionaria, probada en la práctica y en el debate constante que debe
existir entre las diversas fuerzas revolucionarias, buscando crear las
condiciones subjetivas y objetivas que hagan posible tal unidad. No se
trata, por lo tanto, de imponer criterios en base al poder detentado y
al hecho de contar con un mayor número de militantes, silenciando
cualquier opción contraria, a pesar de ser la más idónea y la mejor
sustentada.
Demás
está resaltar que la praxis y la teoría revolucionarias contribuyen a
evitar el enquistamiento de cualquier proceso revolucionario socialista,
preservándolo de lo que llamaríamos inercia histórica al agotarse la
acción revolucionaria en la cotidianidad, sobre todo si se está ya
ejerciendo el poder, sin trascenderla ni apuntar a metas de largo plazo
que impliquen el ejercicio pleno de la soberanía popular y, por
supuesto, el cuestionamiento radical del orden establecido. Sólo quienes
resulten ser ideológicamente contrarrevolucionarios (pese a
autoproclamarse revolucionarios) podrían negarse a admitir lo acertado
de la frase antes citada de Lenin. En contrapartida, los verdaderos
revolucionarios siempre estarán dispuestos a demostrar cada día, al lado
del
pueblo, la veracidad de la misma.-
Maestro ambulante¡¡¡Rebelde y Revolucionario itinerante!!!¡¡¡Hasta la Victoria siempre!!!¡¡¡Luchar hasta vencer!!!mandingacaribe@yahoo.es