La recaída del Presidente Hugo Chávez, es un elemento de incertidumbre en el ambiente político venezolano. La oposición ha trazado unas coordenadas bien definidas, intentando manipular la información, haciendo ver que el presidente está entregando la corona de su dinastía a Nicolas Maduro.
El discurso opositor se orienta a tratar de debilitar la imagen del gobierno internacionalmente, a lo interno la burguesía intenta captar la atención del actual vicepresidente, presentándolo como el menos radical, y una persona equilibrada políticamente, con la cual se puede conversar.
Sin embargo la intención oculta de los sectores opositores es evitar la confrontación para no revivir la polarización social del pasado 7-D, y tratar de ganar el mayor número posible de gobernaciones, para después mostrar su verdadero rostro.
Si bien el Artículo 233 establece claramente como falta absoluta, la incapacidad física o mental permanente, también deja claro que dicha incapacidad tiene que ser certificada por una junta médica designada por el tribunal supremo de justicia y con aprobación de la asamblea nacional.
La incapacidad mental o física tiene que ser permanente, es decir si la junta médica determina que el presidente puede recuperarse en el dos o tres meses, dicha incapacidad no sería permanente, y el tribunal tendría que tomar una decisión sin precedente en la historia política del país.
Sin embargo los sectores más radicales de la oposición con su discurso sobre la sucesión dinástica, también dejan bien claro, según su óptica que si Chávez, no se presenta el 10 de enero, ya está defenestrado y vamos a unas nuevas elecciones.
Esta percepción es anti constitucional y va a cobrar fuerza en la medida que los opositores logren ganar más gobernaciones, contaran con una correlación de fuerza más favorable, para intentar desconocer la constitucionalidad del país, y forzar un escenario electoral al costo que sea.
Esta nueva realidad política requiere de un esfuerzo consciente de nuestro pueblo, para salir a votar el 16-D y garantizar una victoria en todas las gobernaciones del país, un triunfo de estas características, se convierte en una victoria política sin precedente que puede asegurar que se respete la constitucionalidad de la nación.
Este esfuerzo es posible si todos los chavistas conscientes de las dificultades por las que atraviesa nuestro líder, salimos a votar como lo hicimos el 7-D, ese es el mejor tributo y la mejor ayuda a Hugo Chávez, asegurar su esfuerzo ético, espiritual, y garantizar que la revolución que ha liderado en nuestra patria siga viva.
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