Acabamos de realizar, el 7 de agosto de 2005, las elecciones para Consejos Municipales y Juntas Parroquiales. Hubo llamados a la abstención por parte de una organización golpista financiada por el gobierno de USA, llamada SUMATE; así como llamados de otros, lacayos, de orígenes copeyano y adeco. Evidentemente estos resultaron derrotados, por cuanto según el CNE la abstención nacional bajó del 76%, en el 2000; a 69%, en esta oportunidad. Así que hay derrota para esos grupos; más si consideramos que en el 2000 no hubo llamados a abstención, como los hubo ahora.
También hubo equipos, no lacayos, ni considerados opositores, que llamaron, presentando recaudos legales, a la posposición de las elecciones del 7 de agosto. Esgrimían, con argumentos, que las elecciones no podían realizarse en esa fecha ya que fueron convocadas con la ley del régimen público municipal derogada en junio de este año. Estos seguramente votaron, pero lo hicieron a conciencia; algunos votarían en blanco, o sea nulo; otros marcarían pocos óvalos, aquellos de personas a quienes conocían.
Otros, una gran cantidad, estaban descontentos con los resultados de las elecciones primarias que hicieron algunos partidos para seleccionar los candidatos. Hubo muchísimos casos de personas que ganaron por mayoría, inobjetable, en esas elecciones y fueron apartados para colocar a otro "designado" por el jefe del partido. De este tipo de personas, algunos se abstuvieron, no sabría cuantificarlos; otros votaron por aquellos candidatos que al ser desplazados en las primarias, se lanzaron por iniciativa propia.
También, hay los que no mostraron el menor interés por estas elecciones. No han comprendido que son las de selección de las bases del poder popular.
En nuestra naciente revolución, si pregonamos que practicamos una democracia participativa y protagónica, tenemos que ocuparnos en aumentar la participación popular en este tipo de elecciones, que son las más cercanas a las comunidades.
Para este tipo de elecciones deberían "cesar los partidos" y sus líderes deberían empeñarse en incentivar al Pueblo para la organización comunal, de modo que sea cada sector, cada comunidad, donde todos se conozcan, los que seleccionen sus candidatos. Así se elegirían los hombres y mujeres por cada Sector, Comunidad, para finalmente llegar a la Parroquia; y de allí al Consejo Local de Planificación Pública; y al Consejo Municipal y la Alcaldía, órgano que en etapa superior de la participación popular, tal vez no tenga razón de existir.
Cuando logremos el convencimiento del Pueblo, en el sentido que ya no haya componendas, no haya "dedodesignación" de candidatos; y todos esos "chanchullos" venidos de la IV República, entonces estaremos incentivando la participación en las elecciones Parroquiales; y será el verdadero momento de derrota de la abstención.
Es un compromiso de todos esos concejales y miembros de juntas parroquiales, que fueron electos el 7 de agosto, impulsar el cumplimiento de la nueva Ley del Organica del Poder Público Municipal; y el Pueblo tiene que estar pendiente y presionarlos para ello. Hay que organizarse y proponer la creación de las parroquias según lo indica la ley.
Vamos Pueblo Bolivariano, sin partidos, organicemos nuestras comunidades para poder llegar al verdadero Poder Popular.
Y, moscas con las venideras elecciones de diputados; por los vientos que soplan, también serán candidatos "dedodesignados".