Grano de mostaza

La Asamblea Nacional: Tiempos de Reflexión

La Asamblea Nacional se ha convertido en un autentico crisol de ideas, conductas y acciones de la política Venezolana. Aún con toda la cordura y sensatez se evidencia que hay momentos en que se contraponen fuertemente las incongruencias y disonancias de la política. Por supuesto a nivel interpersonal y fraccional se viven situaciones potencialmente conflictivas que son inmanejables a la luz de los sentimientos, afectos, conductas e intereses de los participantes. Si bien es cierto que la confrontación es potencialmente una fuente de conflictos, la experiencia societal por el contrario nos indica que una vez superada la crisis, se movilizan procesos actitudinales y recursos conductuales, cognitivos y emocionales para producir mejores respuestas a la convivencia dentro del recinto parlamentario.

La sabiduría popular lo ha dicho por milenios: No hay guerra que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. En el caso particular de las elecciones del 14 de abril 2013, la oposición venezolana no puede negar el desborde fascista de algunos dirigentes y los impactos terribles, agresivos, delictivos y criminales que vaciaron hordas sobre militantes bolivarianos humildes, que nos afectan sensiblemente. Sin asumir una posición triunfalista, estamos consientes que la victoria electoral del chavismo, necesariamente nos obliga a abordar esta realidad confrontacional con este sector de la sociedad venezolana y con muchos compatriotas que por principios, confusión y hasta desconocimiento levantan banderas de oposición. Tampoco estas opiniones son matices acomodaticios de negociación o pacto velado a sus intereses políticos y crematísticos; menos ingenuidad ante los potenciales adversarios y sus amenazas. Hay suficientes eventos y realidades que evidencian momentos cumbres de la confrontación durante toda esta época de desencuentro de las dos grandes corrientes del pensamiento universal en este siglo XXI. Por un lado tendencias que abrazan las más reaccionarias posiciones de la derecha latinoamericana, la burguesía criolla retrograda, pitiyanqui y neoliberal; en la otra bancada se concentra a la izquierda progresista, patriota, socialista y bolivariana.

La colectividad nacional puede hacer seguimiento de las posiciones y postulados de cada sector deliberante, tanto en el recinto durante las sesiones, como en las distintas opiniones que se mediatizan a través de la prensa, la radio y la Tv. Más allá de las generalidades en términos particulares, convivo con personajes opositores que no ocultan su desprecio por la FANB, sus principios, disposiciones y doctrinas que rigen su organización, administración y funcionamiento. El talante de la democracia venezolana ha sido capaz de permitirme tolerar a estos diputados y diputadas que abiertamente son partidarios de la intervención del imperio norteamericano sobre la patria bolivariana; ante ello: Unidad, lucha, batalla y Victoria. Viviremos y venceremos.


arizaidaarcia1@gmail.com
@williamfarinas


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William Fariñas

Diputado a la Asamblea Nacional


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