A veces es necesario callar antes de hablar bolserias, y más aun si son bolserias que nos comprometen o comprometen nuestros intereses de la índole que estos sean, en este caso específico la estabilidad del gobierno y del partido de gobierno en particular. En el caso de nuestro presidente Nicolás Maduro al pronunciar la primera frase que encabeza este artículo se olvidó que dentro del conglomerado social que apoya la estabilidad de su gobierno pertenezcamos o no (como es mi caso) al PSUV, el único hilo que nos ata a cuadrarnos con su gestión de gobierno es la arremetida de una oposición pro imperialista atada a intereses foráneos que pretenden apoderarse de nuestras riquezas como país y hasta del país mismo si le fuera posible.
Reaccionar en contra las criticas de connotados dirigentes a los que no se le conoce rabo de paja a exepción de los errores y omisiones que pudieron haber cometido durante su gestión de poder, es decir calificar de infiltrados, a los ex ministros Giordani (que al encontrar las puertas cerradas para la canalización de sus importantes denuncias y exposición de sus posibles soluciones), o el ex ministro Navarro que salió en su defensa, y al cual a lo mejor también añaden a la Ex ministra Ana Elisa Osorio, que ahora se expresa favorablemente a favor de Navarro, sin hablar de Samán, Soto Rojas, y la misma Vanessa Davis, personajes visibles dentro de los muchos dirigentes verdaderamente revolucionarios que desde diversos niveles de responsabilidad gubernamental y partidista han ido siendo relegados por esta “revolución”, en muchos casos hasta el olvido, por el hecho primordial de no prestarse a conchupancias, debido a su lealtad a los principios revolucionarios
El presidente Maduro exige lealtad incondicional a su persona lo cual difiere en mucho a la lealtad a los principios, y yo me pregunto ¿Cuál tipo de lealtad?, la comprada con prebendas, o la de hacerse la vista gorda ante las marramucias de sus allegados más cercanos con su cortejo de adláteres correspondientes, marramucias y posiciones abiertamente contra revolucionarias, denunciadas multitud de veces por muchos de los militantes y organizaciones que militan o acompañan este proceso, los cuales al negársele la discusión interna, no les queda más que hacer públicas sus inquietudes so pena de sentirse cómplices ante la negación persistente a discutirlas por parte del partido u organismos gubernamentales, autodenominados estos como adalides de la revolución, publicaciones estas que a su vez solo tienen cabida en medios de comunicación de pequeño tiraje o en este medio electrónico importante (Aporrea), que es el único medio de difusión, que no les tranca la puerta en sus narices a los denunciantes.
Presidente Maduro los desleales a este proceso entre muchos otros son los implicados en el robo a la nación de miles de millones de dólares a CADIVI y me niego rotundamente a creer que no hubo complicidad desde las altas esferas gubernamentales, no voy a hablar de las altas fortunas atribuidas a connotados personeros de este proceso, ya que al no constarme le concedo el beneficio de la duda, pero hay hechos evidentes e inocultables en su círculo más cercano, ¿o es que el nepotismo familiar (y valga la redundancia), en el nombramiento de los funcionarios que trabajan y controlan la administración de la Asamblea Nacional será que es obra de Soto Rojas ?, ¿o es mentira que el gobierno del Estado Monagas es dirigido por una familia cuyo más prominente exponente es de las fichas más altas en la conducción del País?, y así de esta misma cabuya tengo ya un rollo acorde a las denuncias de todo tipo que como “peos al aire”, se queda en el “run…run” del corrillo y del comentario, erosionando cada vez más la credibilidad en este gobierno, al no haber nadie con poder que aclare, desmienta, o tome medidas al respecto.
Para terminar quiero acotar que si no fuera por la torpeza de esa oposición que tenemos y con la cual en lo particular jamás me identificaré, creo a mi criterio que los días de este gobierno estarían contados.
NOTA. Las declaraciones del presidente Maduro en el día de ayer que contradice sus declaraciones anteriores en referencia a los antes catalogados como traidores, independientemente de reflejar una respuesta conciliatoria a un alud de militantes que disienten no solo del trato de traidores dado a los camaradas Giordani y demás dirigentes antes nombrados, si no que toman partido a favor de las denuncias por estos dirigentes expuestas, deben servir para una revisión a fondo del “caiga quien caiga” dentro de las filas del PSUV, y dentro de las del mismo gobierno. Ojalá esto sea así, y no una pose circunstancial para ganar tiempo a fin de “taparear” la grave situación existente dentro de este proceso que pretende ser revolucionario.