Cuando Venezuela venia del Caracazo en el año 1989 y entra a los años 90 del tumbo al tambo en lo económico, político y social, viviendo una galopante inflación y un proceso político de ingobernabilidad, donde los dos partidos mayoritarios de la escena política ( Acción Democrática y Copei) se atacaban mutuamente de las fechorías de los unos y los otros, copaban el centimetraje diario de los medios de comunicación y los canales de tv peleándose la audiencia con programas y novelas que llegaron a batir tanto record de audiencia, que los capítulos se escribían diariamente y los artistas no daban abasto grabando dia y noche por estas calles y cerros de Venezuela, pero principalmente de Caracas.
La diatriba política llegó a tal extremo que Carlos Andrés Pérez, en su segundo mandato como Presidente Constitucional en ejercicio, fue acusado y vilipendiado por sus propios partidarios, en concubinato con Copei y parlamentarios de la izquierda, lo destituyeron y enjuiciaron, siendo luego electo CAP senador de La Republica por las bases de su partido que lo había ayudado a destituir; Caldera por su parte dividía al propio partido copei creado por él a su imagen y semejanza, logrando ser electo nuevamente presidente.
Y como dice la canción ¡… llegó el comandante y mando a parar…….! Aparece Hugo Chávez en la escena política y cambia para siempre el panorama de Venezuela, el cual esta lleno de muchísima historia política contemporánea que ha vivido el país en estos quince años trascurridos hasta hoy.
La idea y la lucha que libró el Presidente Chávez, de crear y de participar en bloques de países como El ALBA, La UNASUR y MERCOSUR, que fueran más allá de lo meramente económico, donde privara el sentido de unidad y solidaridad, pareciera a la luz de las actuales circunstancias que solo ha sido una quimera.
Venezuela ha venido transitando el camino sinuoso de cambio de modelo económico con muy poco éxito, que lo evidencia los indicadores económicos, sociales y el diario trajinar del pueblo junto a los estudios de opinión; goza dentro de los países que integran esos bloques, de ser el país con la mayor inflación y una de las mas altas del mundo, pero igualmente tiene una de las mayores reservas probadas de petróleo de la bolita del mundo.
Pareciera que los países del ALBA, UNASUR y MERCOSUR, les importa poco el destino de Venezuela y que mas bien les interesa que el país tenga esta situación económica de altas importaciones, porque ellos son los primeros beneficiados, al tener un mercado cercano y seguro en Venezuela de productos, lácteos de Uruguay, cárnicos de Argentina, avícola de Brasil, caraotas y café de Nicaragua, productos del mar de Ecuador etc, etc.
De todos los países que integran esos bloques, solo Argentina y Venezuela tienen control de cambio; Ecuador tiene su economía totalmente dolarizada con intercambios comerciales de tú a tú con China, Estados Unidos, Asia, y con todo el que les quiera comprar y vender; Nicaragua es un exportador permanente y seguro de Café a los Estados Unidos y asi cualquiera de esos países.
Estamos viviendo tiempos borrascosos y hay la necesidad impostergable de hacer una exhaustiva revisión de la situación del país, porque lo más lamentable es que el pueblo se va cansando y acostumbrando a convivir y hasta a creer que tamaña anomalía es normal, con problemas tan graves como el desabastecimiento y la inseguridad, dos de las principales brechas que hoy caracterizan a la patria de Bolívar.
Hay que apostar al optimismo y a la recuperación del país, pero sobre la base del esfuerzo y unión de todos, no con ese jueguito maquiavélico de creer que el país tiene que naufragar primero para que broten las nuevas alamedas; entonces, echada está la suerte de Venezuela.