Hugo Chávez estuvo atacado de diferentes maneras y por múltiples medios y siempre logró descifrar los enigmas de tales embates. De hecho, él sabía que cualquier acción que generara, tendría una reacción de sus enemigos y/o adversarios. Por ello lo anticipaba para a su vez lanzar contraataques certeros. Es lo que hacía como estratega militar o genio de la política bien entendida y bien desarrollada.
Sabía cuando golpear, cuando resistir, cuando aguantar y cuando contragolpear, como lo hacía el gran boxeador Muhammad Ali. Sabiendo que las leyes, políticas y sus decisiones golpearían a los privilegiados de la sociedad venezolana y al imperio norteamericano, se prevenía de sus reacciones violentas o mediáticas.
Solo por colocar un ejemplo: Cuando impulsó la Ley de Tierras y comenzó a rescatar las tierras para entregárselas a los campesinos, a través de la Misión Zamora que “nace en el año 2001 con el objetivo de reorganizar la tenencia y uso de las tierras ociosas con vocación agrícola para erradicar el latifundio, promover el desarrollo del medio rural en los ejes estratégicos del país y garantizar la seguridad agroalimentaria de la población a través del desarrollo de una agricultura sustentable”, Chávez ya sabía la reacción de los terratenientes y por ello le dio un enorme apoyo al INTI para impulsar esa política estratégica de la nación. Igual ocurrió con el resto de las misiones sociales, sólo que esta tocaba los intereses poderosísimos de los “tierracogientes” de la nación.
Chávez provocaba para generar también que la derecha asomara sus pretensiones y darle duro en el rostro del fascismo venezolano.
No pretendemos que Maduro sea Chávez, pero sí que eso que llaman el Comando Político de la Revolución que es un colectivo dirigencial sepa asumir con entereza las delicadas situaciones que nos genera la arremetida imperial y la derecha nacional. Aplicar lo que siempre dice Diosdado Cabello cuando analiza los ataques de la derecha ¿Qué haría Chávez en esta situación?
¿Qué hacer ante la política monetaria que se hace cada vez más vulnerable?
¿Qué hacer ante el ataque despiadado del imperio que hoy se cree con la fuerza de derrocar al gobierno bolivariano?
¿Qué hacer ante la arremetida de la burguesía acaparadora y escaseadora de los productos que consumen los venezolanos?
¿Qué hacer ante los intentos continuados de golpe de estado?
¿Seguimos poniendo la otra mejilla o si temor al qué dirán acabamos con la impunidad de la derecha?
¿Mantenemos que lo urgente es más importante que lo esencial, o al contrario, o ambos?
Chávez siempre estuvo a la vanguardia, llevaba la delantera, las riendas de la Patria. Incluso, sabiéndose a las puertas de la muerte supo encausar dicha situación y dejarnos el camino despejado con el Plan de la Patria y su decisión “firme, plena, como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, de apoyar a Nicolás Maduro”. Chávez se mantuvo a la ofensiva y es eso lo que debemos recuperar. No podemos seguir a la defensiva y aplicar la política del “boomerang”, es decir, que lo que se nos lance se devuelva contra nuestros adversarios y retomar entonces políticas de vanguardia, de avance hacia el socialismo y no hacia el capitalismo reptante y rampante que tanto daño le hace al pueblo venezolano.
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