Ser venezolano hace 30 años era sinónimo de pereza, descuido, picardía(timo) y seres baja autoestima, producto de la contante operación psicológica contra el alma del pueblo de Simón Bolívar para adueñarse de nuestras riquezas y esclavizarnos en el pesimismo de ser un país rico lleno de gente pobre a la que no le gustaba trabajar.
Después del 4 de febrero de 1992 y en especial desde aquel maravilloso 6 de diciembre de 1998, un ángel de esos que no se quedaron inmóviles como los de la canción de Silvio, bajo a combatir por rescatar el alma nacional del pesimismo inoculado por los traidores al pueblo y su amo imperial que hoy se encuentra en el norte.
16 años han pasado ya desde que Hugo- perdón por tutearlo, pero así quiso el que lo llamáramos- hizo de las venezolanas y venezolanos los más felices, capaces y sobe todo orgullosos amantes de su Patria que jamás territorio alguno de este planeta tendrá.
Hoy cuando ya son dos años de aquella fatídica y terrible tarde de marzo, pareciera una eternidad el momento en que emprendiste tu vuelo hacia esa Gran Alameda por donde pasan los Colosos que han Libertado pueblos, porque aunque ya éramos libres de cuerpo, tu nos hiciste libres de la mente y quitaste las cadenas psicológicas que nos oprimían por voluntad del Imperio más feroz que ha conocido la humanidad.
Chávez, seguimos extrañando esa sonrisa mágica que enamoro a los pueblos del mundo, por su sencillez y sinceridad; tú que eras un simple arañero de sabaneta pudiste encarnar lo más hermoso de la venezolanidad y levantar de las catacumbas a un pueblo que hoy lucha por lograr la independencia definitiva, para cumplir tu promesa de decirle en 2030 al padre bolívar “Padre No Araste en el Mar, aquí Estamos los hijos e hijas de Chávez Diciéndote Venezuela es Verdaderamente Independiente de Cualquier yugo imperial”.
Finalizo estas líneas, reiterándote comandante que seguiremos junto a tu hijo Nicolás combatiendo con la vida si es necesario, para hacer realidad ese último sueño tuyo de hacer irreversible la Revolución Bolivariana por la cual diste hasta más allá de tu vida.
Hasta luego Comandante, seguiremos llevándote en el Corazón de la Patria…
¡Chávez Vive! ¡La Patria Sigue!