¡Gracias, Chávez!

La fuerza del chavismo se levantó de nuevo y a una sola voz cantó los gritos de la libertad por todas partes. El imperio insolente lanzaba las amenazas para atemorizarnos y hacer que se doblegara el espíritu del alma, pero desde las entrañas, desde las fibras del ser nacional surgió la energía para rechazar los planes terroristas del gobierno norteamericano que pretende invadir las tierras sagradas de la patria.

Hoy nuestro pueblo de Bolívar y de Chávez bebe en las aguas de la revolución y la independencia, en el coraje y el legado de estos dos gigantes que nos dejaron la patria libre y soberana, donde siempre debe brillar el estandarte de los sueños y la emancipación. Por ello ya no hay tiempo para las indefiniciones ni para las dudas, sino que llegó la hora de prepararnos y organizarnos para defender lo más sagrado que tenemos: la patria.

Este compromiso nos une en el pensamiento de Hugo Chávez, que recorre todas las perspectivas de construcción y refundación de la república. Encendida las llamas de sus primeras palabras, comenzó otra etapa llena de luz y de calor. Las banderas de la política fueron asumidas por el pueblo. Se recuperaron los espacios perdidos desde la gesta de independencia y volvimos por los caminos trazados por nuestros libertadores. Como diría mi amigo Rafael Villarroel, el pueblo se dio cuenta que se dio cuenta y despertó del letargo de la nostalgia que lo mantuvo sometido en los terrenos áridos de la exclusión.

Gracias a Chávez todo cambio, se despejaron los cielos y el suelo abrió los surcos para el renacer de la esperanza y las ilusiones. Chávez fue un sembrador de la esperanza, un soñador de la justicia y la inclusión; por ello todas sus políticas apuntaron a devolverle la alegría a los niños, niñas, a nuestros abuelo, a los hombre y mujeres. Así fue como se reconstruyó el espíritu nacional, que hoy es un escudo de defensa de la patria.

Pero más que eso, somos un pueblo despierto, guerrero, chavista más que nunca, listos y dispuestos a defender el legado de nuestro Comandante supremo. Hemos atendido el llamado que hace la patria de organizarnos para la defensa y el ataque si es necesario. Aquí está el pueblo chavista, esperando la orden de nuestro Comando Político de la Revolución para irnos al combate y defender la dignidad de la república. Toda esta fuerza, toda esta energía libertaria nos las dejó Hugo Chávez, y ese es el compromiso que asumimos como un todo coherente.

Nosotros, los chavistas, los revolucionarios, los bolivarianos estamos claros y sabemos lo que vamos a defender. Habría que preguntarle a los escuálidos opositores, guarimberos de la extrema derecha y todas esas malas hierbas, de qué lado están. Situación que se les torna bastante complicada, porque de ponerse al lado del imperio agresor, le caería la maldición de los tres mil años y serán recordados como los grandes traidores de la historia. Y si se ponen al lado de la defensa de la patria, igual les caería la maldición del cangrejo y tendrían que pedir perdón por tanto odio y tanto daño que le causaron al pueblo. Lo lógico es que salgan a defender la patria y luego que acepten la gran victoria revolucionaria. La gran perdedora de toda esa arrogancia del imperio ha siso la oposición y por allí andan calladitos como el avestruz.



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Eduardo Marapacuto


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