Ante la avalancha de voluntades a favor de un mundo más humano, la derecha atrasada y ciega repite cual patrón, los mismos errores históricos de desconocimiento y represión a las mayorías, que desmejoradas en su calidad de vida, reconoce el fracaso del capitalismo como sistema y avanza por la senda de la construcción de un modelo distinto.
Por ello, la marcha de los pueblo va a contra corriente de sus dificultades, de sus detractores y seu dos aliados, apostamos por la concreción de un estadio social superior, que presente a la revolución con mayúscula, el socialismo sin dogma y pueda poner en la conciencia individual y colectiva, la aspiración por un mundo sin hegemonías supra planetarias, sin estafas macro económicas y sin gobiernos complacientes con los intereses de quienes históricamente saquearon hasta el vientre de sus madres.
Prueba de ello ha sido los avances políticos, sociales, económicos y culturales alcanzados en estos escasos 17 años en América Latina y las resientes movilizaciones en la vieja Europa con sus referentes en España y Grecia. Tales movimientos han desarrollado interesantes contradicciones, las cuales, estoy seguro desbordaran en amplios beneficios en pro del objetivo histórico del buen vivir y vivir bien. Pero la tarea no es nada fácil y más allá de lo reivindicativo, (educación, trabajo, salud y vivienda) se impone como urgente el despertar de la hipnosis que produce el capitalismo, sus encantos y su aparente confort, para centrar nuestra atención como especie en peligro de extinción, en el desmontaje de la trama ideológica con la que la industria, los medio de comunicación masa, la iglesias y la escuela, acallan nuestras voces.
Nadie dijo que era fácil camaradas. Tampoco nadie dijo que con la toma el poder del estado (atrasado y burgués) se acabaría con la irradiación maligna de las ideologías, los dogmas y sus credos. Pero es el comienzo, el inicio del proceso, el despeje de la contradicción principal entre los que siendo microscópica minoría (los ricos, sus viciosos y sus lacayos) se apropian del esfuerzo y el trabajo de las mayorías en detrimento de sus más elementales condiciones de existencia.
En ese sentido es menester que los pueblos del mundo se reconozcan como fuerza social, se asimilen como sujeto histórico, dinámico, participativo y concreto. Por ejemplo: la semana pasada elegimos los y las candidatas del PSUV para las elecciones parlamentarias 2015, luego de los resultados, pudiéramos preguntarnos: ¿Dónde estarán los opositores y aquellos aliados circunstanciales (MAREADOS Y TRASNOCHADOS, CONFUSOS Y VACILANTES) que vaticinaron el derrumbe de la revolución bolivariana por una confabulación de descontento producto de las colas y la escases?, o ¿Qué paso con los sesudos analista que apoyaron la tesis del derrumbe del gobierno de Maduro en la presunción de un cambio de rumbo hacia la social democracia?, ¿Que se abran hecho esos extraños autodenominados “clase dirigente”, “imprescindibles”, que junto a los que se dicen “chavistas auténticos” ,“izquierdólogos de oficio” y “supremos revolucionarios de cafetín”, frente a la arremetida económica planteada por nuestros naturales adversarios de la derecha, con sus críticas injustas y fuera de lugar, juntaron esfuerzo y ganas contra el socialismo bolivariano y el Presidencia Nicolás Maduro?.
En consecuencia, me imagino que para ellos (los mentados críticos y mareados por nuestro socialismo) lo sucedido el domingo pasado es resultado de la socialdemocracia y no de la conciencia de un pueblo que salió a defender a la patria. Seguro que en su seno, se dirá que el gobierno de Maduro no es revolucionario, socialista, ni chavista, y en un esfuerzo por separar al gobierno del legado Chávez, evacuaran como prueba que el método de elección por la base donde la única posibilidad de salir electo, fue ser propuesto desde el PSUV y luego sometido al escrutinio del pueblo todo sin ataduras partidistas, no corresponde, por cuanto se quedaron por fuera los ídolos con pie de barro, hoy advenidos en sombras, en polvo cósmico con su carga de odios, sintieron la bofetada que les da el poder popular. Y es que para ser opositor no se necesita estar en la MUD, pues quienes jugaron al fracaso rotundo del proceso interno en el PSUV y abrieron tienda aparte para no ser contaminados por el pueblo que disciplinalmente acudió en masa al acto de votación, no les queda otro camino sino reconocer legado de Chávez es propiedad del hombre y la mujer común.
No quiero ser rencoroso, pero sí muy tajante con los psicóticos criticos, mareados por el socialismo del siglo y los entretenidos en ganar adhesiones en la derecha pequeño burguesa con sus opiniones mordaces y desconsideradas en contra del presidente Nicolás Maduro y el equipo de gobierno que le acompaña, pero el pasado do domingo quedo demostrado una vez más la calidad de la madera estamos hechos pues 3.162.400 lideresas y líderes ratificaron y ratifican, el poder popular por el que nos jugamos la vida. Viva Nicolás Maduro, Viva la Revolución Bolivariana, estamos venciendo.