Mientras la oposición se mueve entre sandeces y gemidos histéricos, el gobierno de Hugo Chávez avanza en la organización del movimiento popular, al cual cada vez le resultan más inútiles las alcabalas partidistas, sean de la derecha o de la izquierda.
El pueblo organizado alcanza elevados niveles de democracia. Los consejos comunales asoman, más allá de la inmediatez electoral, como expresiones de la horizontalidad del poder que propician una real participación y la detección de los liderazgos naturales, sin aparatosas imposiciones provenientes de los partidos, sean estos de cuadros o de masas.
Esa nueva realidad social conduce a la superación del caudillismo, los cogollos y la industria de comisiones que tanto daño han hecho y hacen en nuestra contemporaneidad. Aparecerá un nuevo frente popular, de carácter socialista y antiimperialista, capaz de unificar las fuerzas y los sectores sociales identificados con el proyecto revolucionario. No hay vuelta al pasado. Viene un frente nutrido de artistas, intelectuales, educadores, estudiantes, cooperativistas, empresarios solidarios, con una tesis política: la contenida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Adiós Ramos Allup, adiós Ledezma, adiós Oscar Pérez, adiós Lololo Castillo, adiós Rodríguez Iturbe…
Por otro lado el MVR, PPT y PODEMOS, junto a otras organizaciones de intención revolucionaria aunque de estructuras anacrónicas, dependen del destino de Hugo Chávez, el cual creemos que es el de la reelección presidencial. Tal vez, por su condición de partido de cuadros, lo que se traduce en algo así como Partido de Profesionales de la Política, el PPT resulte en un principio el de mayor resistencia a la integración frentista; algunos de sus dirigentes se encontrarán ante la vieja discusión –PRV vs RUPTURA-, postergada desde hace treinta años, del Partido de Cuadros o el Partido de Masas, que no era otra que la de Vanguardismo y Frente de Masas. Discusión que al esquivarla generó dos tendencias que reasumen protagonismo en la actualidad: la del Pragmatismo Revolucionario representada en Alí Rodríguez, Rafael Uzcátegui, Julio Chirinos y otros destacados compatriotas y la de Douglas Bravo, Francisco Prada, Laura Pérez Carmona y algunos inquebrantables utopistas que han profundizado en la necesidad de organizaciones ecologistas, ambientalistas y etnoculturales.
Varias derivaciones ideológicas, provenientes del Partido Comunista, de AD y hasta de URD han encajado con rapidez en el Proyecto Chavista, al cual los partidos le resultan ortopédicos cuando se desafía a un Imperio, se organiza la reserva y se continentaliza la integración.