Democracia burguesa versus democracia socialista

No cabe duda que las formas de gobiernos del mundo occidental fueron inventadas por los poderosos para proteger sus intereses. Una de aquellas fue la monarquía: un ejercicio personal de la soberanía con carácter vitalicio y hereditario. Tal manera de administrar los bienes llegó a América a través de la conquista española a principios de siglo XV. Esta provino de lo que hoy se conoce como España, dado que para aquella época no se conocía con ese nombre, sino Hispania con la cual fue designada por los romanos. En aquel lugar existían pequeños reinos además  de dos reinos más grandes, Castilla y Aragón, cuyos soberanos eran, respectivamente, Isabel  y Fernando, los llamados “Reyes Católicos”. Fue después del matrimonio (1469) de estas majestades cuando se unificaron estos territorios y posteriormente vencieron a los moros de granada. Esto dio pábulo a la expulsión de España de los los judíos (1492).

La creación de monarquía data de hace miles de años, ya en Mesopotamia (2900 a.C – 2300 a.C) se conocía esta forma de gobierno, pero fue a través de conquista española, tal como me referí, que penetró  en América el sistema de castas o nobles y con esta, las instituciones que gobernaban la península. Una de estas entidades fue “la alcaldía”.

“El alcalde”, palabra de origen árabe (al-qadi) que significa juez, era la persona encargada de velar por el cumplimiento de la ley y aplicarla en el pueblo o pueblos que le confiere jurisdicción.   

Una de las funciones del alcalde era presidir “El cabildo” o “Ayuntamiento”, una institución que data del siglo XI y XII en los antiguos reinos de España.  Estas corporaciones municipales fueron creadas por el Imperio Español  en las Indias Occidentales y en las Filipinas para la administración de las ciudades. Evidentemente, los miembros del cabildo o ayuntamiento lo  integraban los más notables del pueblo (los más ricos) y eran designados a dedo por el más poderoso de  la ciudad o de la villa. La estructura y composición de esta intendencia era semejante a los “Concejos de España” pero sus atribuciones variaban y también de su importancia política, debido a las condiciones especiales que tuvo la sociedad de los reinos y las provincias ultramar.

Otra de las instituciones de germen monárquico es el “parlamento”. El origen de esta institución se remonta a las reuniones de los representantes de la nobleza, del clero en las ciudades con derecho a esto, convocadas por los reyes europeos  con el fin de aprobar la imposición de gravámenes y derechos, así mismo, trataban los negocios importantes del reino. La génesis del parlamento data de la época donde existieron tales organismos, como fue el caso de Atenas, Esparta, Grecia y Roma, entre otras. Según la historia antigua se conocieron el Concejo de Ancianos, creado por la Constitución de Solón, el senado Cartaginés, el senado de los patricios en Roma, los Éforos Espartanos, entre otras que no eran más que órganos de asesoramiento de los monarcas y de legitimación de gobiernos autócratas y dictatoriales. 

Ya en el siglo XVII comienza la decadencia de la monarquía, en particular la española consecuencia de la crisis económica. De esta manera va surgiendo la clase burguesa de origen comercial en oposición a la clase feudal de carácter agrícola. Como secuela del ocaso de esta forma de gobierno, la cual culminará a finales del siglo XVIII con la revolución francesa, surgen nuevos hombres, nuevas ideas y nuevas instituciones, para proteger la riqueza y la hegemonía de la nueva clase social, es decir, la de la alta burguesía.  

Aquella vieja democracia griega renace en Europa transformada en la llamada democracia representativa y alternativa. El gobierno representativo, en la que el titular del poder político (el soberano) no lo ejerce por si mismo  sino a través de representantes. Es aquí donde estriba el problema, que aquellos representantes no encarnan al pueblo sino las grandes corporaciones económicas que financias las campañas electorales de presidentes, congresistas, alcaldes, gobernadores y la de los candidatos a integrar los cabildos. Lamentablemente, en pleno siglo XXI, en estas modernas democracias burguesas subsisten la instituciones monárquicas que datan de hace más de dos mil años, con los mismos vicios y pillerías. Y esto se debe a que tales organismos lo crearon los poderosos para proteger sus intereses y no para solucionar los graves problemas de una gran masa de pobres y excluidos.

En algunos países latinoamericanos han surgido nuevos hombres, nuevas ideas y se está luchando por imponer noveles instituciones que favorezcan a todos los habitantes de un territorio y no solo a los acaudalados. Esta lucha es ardua y extendida, similar al enfrentamiento de Bolívar, Sucre, Artigas, San Martín, Urdaneta, Martí…contra la monarquía europea a la cual combatieron con arrojo. La actual pendencia es contra las grandes corporaciones financieras, agroindustriales, la industria armamentista, el sionismo internacional, las mendaces corporaciones mediáticas…Además, contra todas las los organismos internaciones creados por los capitalistas. Me  refiero a la ONU, la OEA, el BM, el FMI, la OTAN, la OMC…entre tantas, cuyo único objetivo es impedir el surgimiento en el mundo otra forma que no sea la democracia representativa que encarna los  intereses de la clase hegemónica.

Los desaforados lucros de los capitalistas no admiten otra forma de gobierno que no sea la democracia representativa o la democracia burguesa europea o gringa.  En caso contrario se le torcerá el brazo a su pueblo y en el peor de los casos, se utilizará la beligerancia, es decir el poderío bélico, los “bombardeos humanitarios” contra los pueblos, tales como lo está viviendo Libia, Irak, Siria, Yemen, Afganistán, Sudán y tantas naciones que están en la mira de los halcones de las guerras, simplemente para despojar a esos territorios de sus recursos naturales.

Ya el enemigo del imperio no es el comunismo, ahora los refractarios son bautizados como terroristas o narcos, estos calificativos sirven para englobar a sus oponentes  ubicados, según los invasores, a lo largo del planeta. Por lo tanto el gobierno de EEUU, con su sheriff internacional, el jefe de la OTAN, está en la obligación, por designio del Creador,  de invadir cualquier lugar del globo donde se vulneren sus intereses (apetencias voraces). La invasión bélica no es la única táctica. Los billetes verdes se mueven mediante mecanismo cibernéticos y puedan llegar, mediante transferencias bancarias, hasta las manos de los senadores, jueces y diputados corrompidos y así perpetrar golpes parlamentarios como en el caso de Honduras, Brasil y Paraguay. También los dólares vuelan a través de las ondas electromagnéticas para depositar miles de millones de dólares en cuentas numeradas. Una manera de financiar campañas electoreras como la de Argentina y Perú para que un encumbrado burgués gane las elecciones en una democracia representativa.  

No le será fácil al presidente MM imponer una democracia participativa y protagónica de carácter socialista, manteniendo en la estructura del gobierno instituciones arcaicas como las alcaldías, ayuntamientos, parlamentos y gobernaciones de corte monárquico, burgués y capitalistas. Es imposible gobernar en paz manteniendo aquellas al lado de las juntas comunales, las comunas, las mesas técnicas, el parlamentarismo de calle, los colectivos y todos los organismos creados o por crear para  ejercer el poder popular. Se deben instituir congresos campesinos, congresos obreros, congresos comunales, congresos estudiantiles, congresos de científicos, sin salario y que en verdad representen los valores de un colectivo.  No creo que unos diputados cipayos, quienes nunca han sembrado una papa, puedan dilucidar sobre los dificultades del campo, quien no conozca los problemas de los obreros nunca los podrá representar, lo mismo concurre sobre los estudiantes. No imagino a Freddy Guevara, Julio Borges, Gaby Orellana,  Delsa Solórzano y a tantos ignorantes que ocupan curules en la AN discutiendo una ley donde esté involucrado un tema científico vinculado con el desarrollo del país.

La lucha para logar una democracia socialista es dura y prolongada, el enemigo es poderoso. Lamentablemente en nuestra AN existen ediles  “representantes” de intereses foráneos quienes atentan contra nuestra soberanía. La patria socialista es una exigencia social y es imposible convivir con vetustas estructuras de poder que datan desde hace más de 2000 mil años, con la única intención de perpetuar la hegemonía de la clase burguesa. Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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