La dialéctica que se expresa entre el hecho histórico y sus causas y consecuencias cuando nos referimos a la Revolución Bolchevique, ha tenido un impacto real y objetivo en el proceso de la Historia Contemporánea a nivel mundial más aún cuando se encuentra presente, ese impacto revolucionario, en estos precisos momentos de principios del siglo XXI, en la realidad actual global, aquel importante y transcendente escenario sico-político e ideológico-militar europeo sobre el cual caminaría ¿inevitablemente? la Rusia zarista en su realidad en transformación revolucionaria que obligaría a aquellos factores políticos revolucionarios rusos (Lenin, Stalin, Trotsky, Plejanov, entre otros. "Bolcheviques en el Poder". Una antología del pensamiento revolucionario. Ocean Sur. México, 2010, pp. 430), en aquellos tiempos pretéritos, a confrontar, con todos los medios posibles y las perseverancias consecuentes, escenarios temporales, para poder imponer sus propios paradigmas sobre los políticos mencheviques, sobre militares zaristas y sobre los diferentes factores sociales ajenos, ideológicamente, al proceso revolucionario y poder lograr contrarrestar lo que se ha impuesto, histórica y conceptualmente, como el proceso político-ideológico-militar de "la contra-revolución".
La Revolución Bolchevique es única y particular en el marco histórico de las revoluciones socialistas (Sheila Fitzpatrick. "La Revolución Rusa". Siglo XXI Editores. Bs As, 2008, pp. 237), incluso nos atreveríamos en exponer que es profundamente asimétrica en lo conceptual-en-su-contenido en lo expresado durante el proceso revolucionario que se gestó durante la Revolución Francesa aún cuando ella, la francesa, sea motivo de profundo estudio y de sistemático análisis como proceso social revolucionario en el marco de las expresiones temporales del capitalismo europeo (H. Prosper-Olivier Lissagaray. "La Comuna de París". Txalaparta, Monte Ávila Editores. Caracas, 2009, pp. 735).
Ha sido, la revolución bolchevique, motivo de influencia global, particularmente, en países coloniales y semi-coloniales desde aquel octubre/noviembre de aquel año de 1917 aunque podríamos y nos atreveríamos a proponer que aquel proceso menchevique tuvo su razón de ser en tanto y cuanto su concepción reformista.
La Revolución Bolchevique, en el proceso de la toma del Poder, impuso un gobierno de obreros y campesinos que ha marcado e impuesto, conceptualmente, una profunda diferencia histórica con las previas expresiones históricas referidas al proceso histórico del desarrollo del capitalismo tanto a nivel nacional como en su expansión imperialista, por necesaria, en su expresión global. Ello ha significado que la ideología capitalista aún en nuestros tiempos continúa realizando análisis y comparaciones de corte lógico pero no dialéctico con lo cual, en sus llegadas conclusivas, siempre tratan de encasillar esas profundas diferencias conceptuales con la finalidad de justificar no solo críticas destructivas en cuanto a los contenidos sociales y económicos sino de descalificar el proceso histórico natural de evolución permanente y perfectible de la realidad objetiva del "ser social" como "ser creado".
Aquellos procesos socio-económicos que se irían imponiendo en el marco del propio proceso histórico del capitalismo, por principios, esas revoluciones capitalistas, han buscado imponer a la clase capitalista como director, ejecutor y eje fundamental del sistema, de esos procesos capitalistas, mientras que, por definición conceptual, la revolución bolchevique se abocó a imponer como clase dirigente conductora del proceso revolucionario socialista a las clases obreras y a las clases campesinas rusas en el marco de su propia realidad socio-histórica en la "madrecita" Rusia.
Cuando conversamos sobre el proceso histórico que culminó en la Revolución Bolchevique, en líneas generales, solemos dejar en el tintero la realidad que se fuera desarrollando a lo interno de Rusia durante el proceso bélico de la Primera Guerra Mundial, la "Gran Guerra", y cómo ella fuera afectando a la sociedad rusa tanto a lo interno como entre su conglomerado militar que se encontrara en los frentes de batalla. Aquella realidad dialéctica se impondría en la siquis de aquellos "obreros y campesinos" convertidos en soldados conjuntamente con la crisis en la industria y el campo rusos al unísono; es decir, aquella realidad en objetividad que significaba la "Gran Guerra", iría sirviendo de estímulo al proceso revolucionario que se iba gestando en toda la estructura de la sociedad rusa que se enfrentaba a sus propias realidades socio-económicas y las debilidades de un gobierno zarista en decadencia inevitable.
Es decir, para poder comprender el proceso sobre el cual se gestaría la Revolución Bolchevique, en toda su amplitud revolucionaria, es de obligación absoluta considerar las realidades que se irían desarrollando en aquel corto espacio de tiempo, relativamente, cual culminaría, primeramente, en aquel mes de febrero de 1917 para, vista las debilidades expresadas por sus dirigencias (Mártov, Axelrod, Martynov), prácticamente, obligar al sector bolchevique a imponerse con sus paradigmas declarando la constitución del arriba mencionado "gobierno de obreros y campesinos" en aquel mes de octubre/noviembre de 1917.
Es decir, al entrar a analizar el proceso de la Revolución Bolchevique es necesario introducirnos en la Historia no solo la historia rusa sino el proceso histórico que se iría desarrollando durante el siglo XIX (Issac Berlin. "Pensadores rusos". FCE, Breviarios. México, 1992, pp. 557) no solo en lo político como en el marco de la intelectualidad y el movimiento anarquista ruso que evolucionaría en un periodo fundamental en y durante los primeros años del siglo XX que tendría su propio catalizador en y durante la "Gran Guerra" en el frente oriental de la Europa occidental o bien el frente occidental ruso junto con el proceso socio-sico-militar en el seno de las tropas rusas.
¿Nos atreveríamos a exponer que el proceso revolucionario ruso pudiera encontrarse inmerso en diferentes etapas de desarrollo que se circunscribirían a lo social, a lo militar, a lo ideológico, a lo económico y, fundamental, a la crisis de Estado del zarismo? ¿Estarían en concordancia los escritos de Vladimir Ilich Ulianov, "Lenin", con las diferentes etapas del proceso revolucionario? ¿Serían de fundamental importancia las participaciones del seminarista, Joseph Stalin "el padrecito", León Trotsky, el padre del ejército bolchevique a pesar de sus tintineos ideológicos, de la comunidad judía posteriormente perseguida, de aquellos que suscribían las tesis anarquistas que se venían expresando durante el siglo XIX, de los liberales, los reformistas social-demócratas e incluso "los ni-ni", en aquel proceso revolucionario por su naturaleza y contenido considerado como único en su tiempo, en aquellos tiempos de particular significación para las Europas y sus sistemas capitalistas en desarrollo y consolidación imperialista?
Durante el proceso revolucionario "…there was rivalry between trade unions and factory committees, district committees and soviets of deputies…political parties and the separe organizations such of those of the young or of women…" ("…se desarrollaron rivalidades entre los sindicatos y los comités de las fábricas, los comités distritales y el soviet de los diputados…los partidos políticos y las organizaciones paralelas como las organizaciones juveniles y de mujeres…". Marc Ferro. "October 1917". A social history of the Russian Revolution. Routledge & Kegan Paul. London, 1980, pág. 4). En aquel proceso en desarrollo, Plejanov expresó que "…Russia is not ready for Bolchevism…" ("…Rusia no está lista para el Bolchevismo…". Idem, pág. 3), mientras que Struve añadió que "…it would be mad or foolish to think otherwise…" ("…sería una locura o cuando menos una estupidez pensar lo contrario…".Ibidem, pág. 3). Toda revolución es un proceso dramático en conflicto permanente.
La Revolución Bolchevique se manifestó en dos escenarios fundamentales para los procesos revolucionarios globales. El primero sería la Tercera Internacional y sus contenidos programáticos junto con sus influencias demostrables; mientras que el segundo escenario se expresaría en China sustentándose en el concepto de "gobierno de obreros y campesinos" inmediatamente posterior a aquel importante año revolucionario que marcaría, fundamentalmente, lo que se ha considerado como el comienzo de la Revolución china, el 4 de mayo de 1919.
En ese orden de ideas, es de importancia vital la influencia que tuviera y, quizás, aún se estaría expresando lo que podríamos titular como la "Doctrina de la Tercera Internacional" fundamentalmente en los países coloniales y semi-coloniales aunque los países latinoamericanos no escaparon de esas influencias ideológicas como podríamos demostrarlo con la tesis doctoral de Manuel Caballero publicada por Pasado & Presente.
Así como la Revolución Bolchevique fue una referencia para los procesos revolucionarios es de obligación académica precisar que la "Revolución Cubana" ha tenido, quizás, al mismo nivel, la misma influencia en los procesos revolucionarios latinoamericanos y caribeños aún y cuando aún queda "mucha tela que cortar" en referencia a lo conceptual-revolucionario para nuestra región americana.