Al gobierno agotado no le queda otra sino la conducta del chisme barato. Así, lo de la canciller no fue un problema de Estado, ideológico, sino que macri, maluco, la mandó a golpear; incendian bancos y la culpa es de la mud, no de la situación creada por la estupidez del gobierno; lo del Callao fue obra de los extraterrestres, nunca del gobierno, éste jamás se equivoca. Y el que señale una falta es de la cia.
Es preocupante la estulticia del gobierno, pero más preocupante es que la acompañe la anestesia, la sumisión del entorno. Nadie habla, nadie ayuda señalando la falla. Con amigos así, no son necesarios enemigos. En este ambiente el gobierno se desprestigia, ya no encuentra a quién culpar: los gringos, los colombianos, la mud, los chinos, hasta los alemanes, los finlandeses son acusados de nuestros trastornos.
El país camina al abismo y arrastra consigo al gobierno y al Chavismo. Y los chavistas, en nombre de una fidelidad torcida, no hacen nada. Llegó la hora de salvar al país, a la Revolución, al Chavismo. Ya no es posible seguir en rumbo errático, ya no funciona el pragmatismo, el esperar que Dios intervenga, que el petróleo suba para seguir el derroche. Hay que hacer un inmenso, drástico, giro en la política, de esto dependerá el futuro de todos.
Lo primero: una autocrítica. No es posible que todo este desastre, que ya tiene tres años, no tenga ningún culpable, ninguna rectificación. ¡Remuévase el gabinete! Es lo menos que podrían hacer. Tómense medidas de austeridad, cambien la dirección de la comunicación y de la cultura. Corríjase la base ideológica. Cuándo van a aceptar que la alianza con los capitalistas fue un himaláyico error, cuándo van a aceptar que kerensky, serrano y faria fracasaron.
Es alta la posibilidad de que el gobierno no rectifique, son años diciéndole, señalándole, y son años de un gobierno que sólo habla para atacar a quien lo critica; y lo hace con saña, invitando a la agresión, desacreditando. Entonces, simultáneamente con los señalamientos de rectificación que nunca deben cesar, es necesario prepararse para lo que viene.
Mantener, proteger el recuerdo del Comandante, este desastre no tiene nada que ver con Chávez, es reformismo, menchevismo, entrega, infidelidad con su pensamiento. Esta es una de las principales tareas del movimiento chavista.
La otra gran tarea del Chavismo es prepararse para la conmoción, sea electoral o, como ya se asoma, sea motín, o que los militares actúen. Esa masa que hoy quema, saquea, puede ser conducida hacia objetivos políticos por los dirigentes de la barbarie, del fascismo. Ya el gobierno le ha hecho el camino, hasta enemigos étnicos ha construido. Es urgente incidir sobre la masa, dirigirla hacia objetivos políticos revolucionarios, apoyarse en el recuerdo de Chávez, pero eso no será creíble sin rectificación, sin medidas concretas. Esa es la situación: el gobierno con sus excusas bufas no consigue guiar a la masa actuante, a lo sumo construye procesiones mediáticas, y si el Chavismo no dirige vendrá el fascismo a cosechar, a reprimir, vendrá mano dura, un trump tropical, pinochet.
Ojalá en la dirección, en las altas esferas del Chavismo, alguien sea capaz de iniciar el retorno a Chávez. Amalaya alguien con peso político dé un grito de alerta. Y la dirección del PSUV, ante lo grave de la situación, se declare, por lo menos, en reunión ampliada permanente.