Desde la época del renacimiento, el dinero y el tiempo son considerados fenómenos que implican movimiento. Es decir, el mundo no se mueve, si no hay dinero. Lo decía, Simmel, (citado en Von Martin, 1976):“Para expresar el carácter absolutamente dinámico de este mundo no hay símbolo más claro que el del dinero…la función del dinero es facilitar el movimiento” (pág. 32), y en cuanto al tiempo, Von Martin considera que no hay que dejarlo perder sino administrarlo bien, economizarlo, ahorrarlo, si se quiere ser dueño de todas las cosas. De hecho, en Venezuela, se está demostrando que el dinero y el tiempo, tienen a la oposición en movimiento desde hace mucho rato en contra de los gobiernos chavistas, pero les ha faltado el talento que parece ser lo más importante. Pues, es sabido que, en política, la unión del dinero y el talento pueden facilitar la utilización de todas las posibilidades, inclusive, para tumbar gobiernos.
Sin embargo, esta última posibilidad ha resultado cuesta arriba a la oposición, la cual teniendo dinero y tiempo, ha mostrado una carencia de talento a lo largo de todos los años que tiene el chavismo gobernando el país. Para muestra, habría que remontarse a la época en que emergía el comandante Chávez en el firmamento político. Desde ese momento, se intuye que comenzó a circular el dinero en las cuentas bancarias de quienes se prestarían a conspirar en su contra, primero cuando fue candidato presidencial y luego siendo presidente. Es así como se producen, el golpe de Estado, el golpe petrolero, el golpe económico y otra variedad de acciones que conducían a la desestabilización del país y a la presión sobre el presidente para que renunciara.
Pero… venció Chávez. Eso significó, dinero y tiempo perdido para los interesados en salir del presidente y, esas son cosas que la burguesía no puede perder, porque constituyen los elementos de los cuales depende su condición social. Entonces, ¿Qué le faltó a la oposición? Sin duda, el talento, tal como lo demostraron a través de los medios de comunicación, los días del golpe del 2002. Es decir, aun cuando se constituyeron en factores perturbadores del ascenso al poder y posterior ejercicio presidencial de Chávez, ellos mismos demostraron a través de la eliminación de todos los poderes, que el talento, o fue sobrepasado por la euforia y emoción del momento, o en realidad nunca lo hubo, como para concluir la acción con éxito. El Derecho se les torció de la emoción. ¡Exceso de inteligencia! Volvió Chávez. La conspiración siguió igual: dinero, más tiempo, más talento.
Sin embargo, el presidente Chávez murió y aun se discute o se duda, si realmente fue asesinado. Se investiga. ¿Quién lo mató? Sabiendo que quien lo hizo, tuvo dinero y tiempo, se duda del talento, sobre todo si se piensa que asesinar a un líder de la trascendencia de Chávez en la política nacional, regional y mundial, pudo haber constituido la brutalidad más grande de estos tiempos.
…Y el tiempo sigue pasando y el dinero llegando para ir ahora en contra de Maduro. Pero, los políticos opositores solo han demostrado tener malas ideas. Ideas achicharradas y degolladas de tantas guarimbas, ideas postizas venidas de afuera; leen la Constitución Nacional con miopía y la interpretan a conveniencia; las amenazas imperiales al país, les hace creer en la caída del gobierno, hablan por hablar; los dólares llegan, para renovar la guerra, pero el talento sigue decadente. Ya no hay ideas, han agotado los manuales, Maduro no cae, Maduro no ha caído, Maduro no caerá. Tiene razón Ramonet, las victorias de Maduro, pueden interpretarse como la falta de talento de la oposición.
Lo ultimo, sobre el abandono del cargo por parte del presidente, es mas de lo mismo; es la expresión de los desesperados, de los que parece tener sobre sus sienes una pistola con la cual se les obliga a cumplir la parte del plan de sacar a Maduro, o tienen que regresar los dólares pagados con anticipación, que los que obliga a seguir inventando o metiendo la pata con tal de no devolver los dólares que ya se comieron, invirtieron o disfrutan aun.
Mientras tanto, a lo mejor, si se instala la OTAN en Colombia, las esperanzas de la oposición por hacerse del gobierno, crecerán, y en la asamblea nacional se envalentonarán quienes, se sabe, han recibido dinero para que mantengan el país en zozobra en base a discursos y amenazas con los cuales pretenderán solo ganar tiempo, para seguir ganando más dinero. En fin, no tendrán talento, pero pendejos no son.