Desde la gesta emancipadora del 19 de Abril de 1810, Simón Bolívar pedía acción, para provocar el ostracismo del colonialismo español de nuestro territorio. Con tino y lucidez acusaba a los autonombrados “representantes del pueblo” (de su misma clase), de ser timoratos, de necesitar “trescientos años” más de dominación (Calma) colonial para lograr la independencia. Las condiciones estaban dadas, España era un imperio con los pies de barro. “La Calma” a la que hacía referencia Bolívar era una acusación. “Si queremos la paz, preparémonos para la guerra” vociferaba El Libertador.
Opiniones diversas se mueven en torno a la detención de Francisco de Miranda: fue delatado o fue perseguido hasta dar con él. La mayor parte de su extraordinaria experiencia, la había vivido fuera del país, lo que obviamente lo hacía desconocedor de nuestras “circunstancias”, amén de no encajar por su condición de pardo, en una conspiración mayoritariamente conducida por los blancos latifundistas. “El bochinche” profesado en aquel momento por Miranda continúa hoy.
La historia de las minorías conspiradoras estaba vinculada al latifundio, lo que prontamente visibilizó los profundos antagonismos de clases. Esta complejidad facilitó los éxitos temporales de Boves y Monteverde quienes encontraron inicialmente en los mancillados criollos, un apoyo fundamental en el acrecentamiento de sus tropas; era pueblo contra pueblo. El 5% de la población era dueña del 95% de las tierras. Para 1830, el latifundio se había acentuado. Bolívar no pudo doblegar al latifundismo. La lucha por la tenencia de la tierra fue factor fundamental en nuestra guerra de independencia, también lo fue en las montoneras sangrientas de casi setenta años, después de la muerte del Libertador, “Tierras y hombres libres” gritó Zamora, y lo sigue siendo hoy. El periplo de los pobres en procura de techo y comida es bárbaro. Deben penosamente vivir en áreas de alta peligrosidad. El capital es una máquina de producir pobres; los multiplica.
Hoy, la fuerte injerencia socialdemócrata que suele disfrazarse de eclética, progresista, populista, asistencialista, keynesiana, desarrollista o democrática, todas ellas el mismo cuño capitalista, son la fuente de las equivocadas decisiones gubernamentales desde Miraflores, hasta la alcaldía más modesta del país. Falaces argumentos no faltan. Cambiar Ministros sin cambiar el sistema, es oxigenar el capital y constreñir la revolución, son apenas CAMBIOS GATOPARDIANOS. La etiología de nuestra crisis (que en verdad es una crisis del sistema capitalista mundial), no solo es culpa del imperialismo, de la lumpen burguesía apátrida nacional o de la oposición inmoral, farsante, corrupta y entreguista, que durante más de cien años ha saqueado y vendido a la patria, TAMBIÉN HAY ALTÍSIMA RESPONSABILIDAD en nuestro gobierno y en la izquierda nacional que toleran la corrupción, el burocratismo, el nepotismo y el entreguismo al capital trasnacional. Creer en la existencia de una burguesía nacionalista, no sólo es ingenuidad, también es torpeza política. Con la insistencia de que el problema es sólo económico, se oculta todo el aparato de dominación burguesa.
¿Dónde queda LA CULTURA, QUE ES EL ARMA MÁS PODEROSA DE CONTROL SOCIAL DEL SISTEMA CAPITALISTA, nos referimos a costumbres, prácticas, creencias, valores y símbolos que urgió al Che a pedir la construcción del “hombre y la mujer nueva”? El sábado 24 de marzo de 2007, en el discurso del inicio de la construcción del Partido Socialista Unido, en El Teresa Carreño, el Comandante Chávez señaló: “Creíamos haber cambiado el mundo, pero nos olvidamos de algo, de cambiar las costumbres”.
Entregarle dólares y riquezas patrimoniales a las transnacionales, no precisamente ayuda a los pobres. ¿Cómo “se fugaron” 5OO mil millones de dólares de nuestro país? Insólitamente se pagaron más de 60 OOO millones de dólares de deuda de dudoso origen, que los venezolanos tenemos derecho a investigar. ¿QUÉ SE HA “FUGADO” MÁS, LOS BILLETES DE CIEN BOLÍVARES O LOS DE CIEN DÓLARES? ¿Dónde están son los responsables?
SE TOMA EL TORO POR LOS CACHOS O NOS VAMOS POR EL BARRANCO:
Falso de toda falsedad que “el desarrollo de las fuerzas productiva” en manos privadas, nos conducen al socialismo. Será estúpida la burguesía para hacerse el harakiri.
El capitalismo no es humanizable ni eterno, es cruel y temporal.
La vía electoral es hija del capital. “Inventamos o erramos”.
La crítica revolucionaria es una necesidad vital.
“Sin teoría revolucionaria no hay revolución”. Socialismo es teoría, comunismo es su práctica. Teoría y práctica marchan al unísono.
MEDIDAS INMEDIATAS:
Nacionalizar la banca privada, salvar a la joya de la corona: PEDEVESA de su quiebra, hipoteca o privatización sigilosa. DETENER la explotación del arco minero de casi 112 kilómetros cuadrados, área sensible y estratégica para Venezuela, el continente y el mundo.
El Estado liberal burgués debe desaparecer, para dar paso al ESTADO POPULAR, MUESTRA FECUNDA DE DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.
El burocratismo es contrarrevolucionario.
La lucha revolucionaria en el marco de la Economía Política es suicida.
Es urgente nacionalizar las importaciones.
Los partidos verticales, terminan burocráticos y corruptos.
La paz social en el capitalismo es imposible. La paz es revolucionaria.
El rearme teórico es vital. Teoría y práctica van al unísono.
El análisis de clases, nos dará la verdadera radiografía del país.
La revolución no debe esperar el ataque de la contrarrevolución.
El partido no crea las condiciones objetivas revolucionarias, ayuda a la organización popular. El partido debe tener plena democracia interna.
Socialismo es democracia plena.
Es urgente, es ya, LA CONSTRUCCIÓN DE UNA POLITICA COMUNICACIONAL DEMOSTRADAMENTE REVOLUCIONARIA.
Unidad, lucha, batalla y victoria” es un programa político por accionar.
LA FALTA DE FIRMEZA GUBERNAMENTAL ANTE LA CORRUPCIÓN, LA INSEGURIDAD Y LA ESPECULACIÓN, aumentan el desencanto, y la despolitización en el pueblo. La abstención puede acabar con este ambiguo proceso. (Hasta el próximo sábado).