La situación en Venezuela nos determina un panorama complejo e interesante desde la perspectiva revolucionaria. Como diría Ernesto Cardenal opinando sobre nuestro país, aquí vivimos una revolución en proceso, que dista del esquema tradicional de revolución violenta para ubicarse más como un proceso político de cambios profundos en un esquema electoral y democrático para lograr las conquistas sociales por las cuales ha luchado históricamente el pueblo venezolano.

La historia reciente de Venezuela ha sido dura y conflictiva, en 1983 se desató la crisis económica más aguda de nuestra historia y en 1989, producto de la aplicación de inhumanas y antinacionales políticas económicas de corte neoliberal, el pueblo de Caracas y de otras partes del país inició una vigorosa revuelta popular los días 27 y 28 de febrero, siendo ésta aplastada a sangre y fuego por las Fuerzas Armadas de Venezuela con una carga de miles de muertos, desaparecidos, torturados y heridos. Muchos familiares de las víctimas de este hecho sangriento aun hoy desconocen el paradero de sus seres queridos.

Este hecho bochornoso y doloroso en la historia patria trajo como consecuencia un creciente malestar en la Fuerza Armada Nacional y la entrada en acción de un sector revolucionario y patriótico del Ejército de Venezuela que se alzó el 4 de febrero de 1992, junto a un grupo de civiles revolucionarios contra el régimen genocida y corrupto de Carlos Andrés Pérez, la asonada fracasó militarmente pero constituyó una victoria política y moral para quienes no estaban dispuestos a dejar ver como la injusticia social, la corrupción y el vasallaje pro imperialista devoraran a la nación venezolana.

Luego en diciembre de 1998, el comandante Hugo Chávez Frías fue electo presidente de Venezuela con más del 50% de los votos, su principal oferta electoral que fue la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente se materializó en 1999 con el voto aprobatorio de la mayoría de los electores venezolanos, igualmente la elección de los miembros a dicha asamblea y la aprobación de una nueva constitución nacional, de corte progresista, libertario, soberanista y que dio al país el nombre de República Bolivariana de Venezuela.

La promulgación de las leyes habilitantes que dieran sustento al nuevo orden constitucional establecido en el país fue el motivo para la articulación de un fuerte movimiento reaccionario que se propuso por todos los medios el derrocamiento del gobierno de Hugo Chávez Frías. Las leyes habilitantes más polémicas fueron la que promueve una reforma agraria para romper con el latifundio, una transformación del modelo educativo para dar una educación de calidad a la niñez y juventud venezolana que fue estigmatizado por la derecha como "castro-comunista", una ley de pesca que prohíbe la pesca de arrastre la cual molestó mucho a pescadores industriales que depredan la flora y la fauna marina y otras.

En diciembre del 2001, una comisión integrada por el jefe de la patronal venezolana, FEDECAMARAS, Pedro Carmona Estanga, el jefe de la corrompida central sindical, CTV, Carlos Ortega, el jerarca de la Conferencia Episcopal Venezolana, Cardenal Ignacio Velasco y el representante sionista Pinchas Brener firmó un "Pacto de Gobernabilidad" ante la prensa nacional e internacional en el cual fijarían las pautas para un futuro gobierno una vez Chávez fuera derrocado. Tan solo 5 meses después el hecho planificado se consumó, el 11 de abril del 2002 se produjo un golpe de estado que sacó del poder durante unas pocas horas al presidente constitucional de Venezuela, Hugo Chávez Frías.

Desde ese momento hasta hoy los factores adversos al proceso revolucionario venezolano no han escatimado esfuerzos para derrocar al presidente Chávez o buscar por cualquier vía su salida del poder, importantes factores de poder internacionales encabezados por el gobierno de los Estados Unidos también apuestan por esta opción, a fin de frustrar cualquier expectativa de cambio, evitar la independencia económica del país y seguir teniendo en Venezuela una fuente de petróleo y mano de obra barata, al igual que en el resto de países del continente, así como para dar también un "castigo ejemplar" a cualquier país que opte por una alternativa frente al capitalismo y el neoliberalismo imperante.

No obstante, la oposición dirigida y financiada por Washington ha fracasado reiteradamente en sus propósitos, electoralmente ha fracasado en su intento por sacar a Chávez en el referéndum revocatorio, logrando por el contrario fortalecer la legitimidad de un presidente que a mitad del mandato somete a consideración del pueblo su permanencia en el cargo. Los intentos violentos de desestabilización como escaladas de violencia urbana conocidas como "guarimbas", sabotajes, etc… también han fracasado en sus propósitos.

Sin embargo, el período actual nos presenta nuevas amenazas contra el proceso revolucionario venezolano que debemos tener muy en cuenta los revolucionarios para saberlos enfrentar y combatir de forma efectiva:

1.- El imperialismo norteamericano se encuentra en una de las crisis más profundas de su historia y ha dado paso a una de las más brutales campañas de dominación mundial que haya conocido el género humano, sus propósitos globales son obtener reservas de hidrocarburos para satisfacer sus obesas necesidades energéticas, posicionamiento geo estratégico para someter naciones "hostiles", conseguir mano de obra barata y establecer gobiernos y republiquitas cliente que sirvan a los propósitos económicos de las trasnacionales que conforman el poder corporativo que rige el gobierno de EE.UU.

2.- Venezuela es un país fundamentalmente petrolero, poseedor de una de las mayores reservas energéticas del planeta tierra, con un gobierno revolucionario que desafía al imperialismo norteamericano, estas dos características la ponen bajo peligro de agresión militar por parte de los Estados Unidos, que como sabemos hoy por es su práctica recurrente mostrando el máximo desprecio por el derecho internacional y la vida y dignidad humana.

3.- La figura de una oposición política en Venezuela esta en su máximo nivel de debilidad, sin embargo esto no significa que los elementos contrarrevolucionarios hayan desparecido, todo lo contrario, pasan a una nueva fase de abierta sedición, dirigidos y financiados desde el imperio, son sabidas y conocidas las continuas subvenciones de la Casa Blanca a diversas "ONG" opositoras e incluso a grupos violentos que buscan desestabilizar al país y crear un ambiente de caos y zozobra.

4.- La presión política del imperialismo norteamericano y sus socios contra Venezuela se ha agudizado en los últimos meses, así como también la campaña mediática de descrédito contra el país, pretendiendo poner a nuestra patria como un país forajido, irrespetuoso de los derechos humanos y colaborador con el terrorismo internacional. Todo esto tiene un objetivo claro, aumentar la presión destructiva contra la revolución bolivariana y crear una matriz de opinión favorable a cualquier acción que tienda a destruirla.

5.- Una oleada de sabotaje y violencia derechista ha empezado, paramilitares mercenarios provenientes de Colombia han tomado gran poder en todo el oeste de Venezuela, asociados a latifundistas, militares y políticos corruptos y empresarios que apuestan por el derrocamiento de Chávez. Una ola de crímenes por sicariato contra líderes campesinos ha cobrado la vida de casi dos centenares de seres humanos, se han saboteado refinerías de petróleo, en días recientes ha habido intentos de asesinato contra diputados a la Asamblea Nacional (parlamento) y contra otros dirigentes importantes de la revolución bolivariana.

En resumidas cuentas, la revolución bolivariana ha tenido un vertiginoso avance en conquistas sociales para el pueblo, garantizando derechos que habían estado proscritos para los venezolanos (salud, educación, vivienda). Hemos tenido el mayor crecimiento económico en los últimos años y hemos reducido el desempleo a niveles históricos (9,5%) según cifras recientes, contrario a lo que afirman los mentirosos empedernidos de la oposición que insisten en decir que la economía venezolana es "un desastre" lo cual es totalmente falso. Tenemos un formidable desarrollo de infraestructuras, sistema ferroviario, represas, puentes, metros, centros de salud, etc.

Sin embargo aun a lo interno debe resolver fuertes contradicciones, se tiene un funcionariado público corrupto y mayoritariamente identificado con el viejo régimen, se carece de una estructura política de vanguardia que articule al pueblo revolucionario y sirva de guía para el cumplimiento de las metas del proceso. También existe un perjudicial proceso de infiltración tanto en posiciones importantes del gobierno como de los partidos que respaldan el proceso, lo cual ha entorpecido la actividad revolucionaria en el país.

Todo esto sumado con la ya señalada arremetida imperialista que por todos los medios mantiene una tenaz y persistente agresión mediática, política, económica, psicológica y hasta militar contra la República Bolivariana de Venezuela, duros son los retos que se le presentan a este joven proceso revolucionario que promete ser el partero de un nuevo socialismo para el Siglo XXI, dependerá de decisiones correctas del presidente Chávez y la capacidad de lucha y resistencia del pueblo venezolano, hacer que este sueño bolivariano sea una realidad.