De Guaicaipuro a Fabricio

Ancestralidad y contemporaneidad histórica del Panteón Nacional Bolivariano

 

Saúl Rivas- Rivas (Coordinador del Proyecto Guaicaipuro en el Panteón Nacional) A los hijos y nietos del Prócer Fabricio Ojeda

"No somos ningún Nuevo Mundo. Somos tan viejos y tan nuevos como Europa". Hugo Chávez

El reloj de arena anuncia para él, la hora exacta. Nuestro máximo monumento de la nacionalidad bolivariana, abrió la puerta grande este 23 de enero de 2017 al prócer contemporáneo Fabricio Ojeda. Bolívar lo recibe – con los brazos abiertos de la dignidad- en el momento preciso. A los 200 años de la Batalla de San Felix (11 de abril de 1817-2017), que con Piar y la indiada abre las bocas del Orinoco y los llanos con la liberación de Guayana para la formación de La Gran Colombia en 1819 (Congreso de Angostura), bajo la conducción del padre Simón Bolívar y el Ejército Libertador. En los 200 años del natalicio del Prócer de nuestra Guerra Federal General Ezequiel Zamora(1º de febrero). No ha concluido el ciclo Bicentenario de nuestras independencias iniciado en sus nuevas batallas por el Comandante Hugo Chávez y continuadas por el Presidente Nicolás Maduro(2011-2030).Fabricio es un abanico abierto de posibilidades entre dos fuegos, nudo de varios tiempos para atar dialécticamente el hilo indoblegable de la resistencia y emancipación que mantuvo nuestra vida y lucha republicana divorciada de la esencia independentista y de su guerra federal, pero más allá de ello, de nuestra ancestralidad y originalidad del poblamiento específicamente americano, en su pasado y en su presente. Fabricio, de origen popular viene de esa memoria andina ancestral-contemporánea, de Túpac Amaru y Túpac Katari y del alzamiento de Los Comuneros(1780). Por "Esa espiga sembrada en Carabobo", en el Panteón hablan todos los tiempos de nuestra historia. Pero ¿Quién nos robó esa Batalla? Pregunta indignado el maestro César Rengifo. Recordemos, que Fabricio Ojeda –como el caso de Marulanda en Colombia- no venían de las filas del marxismo. Su acercamiento fue posterior. Venían ardiendo en las antorchas revolucionarias de su propio fuego patriótico, indoamericano - caribeño. Fabricio venía de URD, Unión Republicana Democrática y Marulanda del Partido Liberal en Colombia.

-En los primeros escarceos, nos topamos con tres tiempos enlazados de la actual contemporaneidad venezolana con el maestro y periodista Fabricio Ojeda, artesano de la libertad y la democracia, de la estrategia cívico-militar del 23 de enero, asomado a la ventana del porvenir y el por-hacer:

-La lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez/la denuncia del secuestro del poder popular por el Pacto de Punto Fijo (Bajo los gobiernos de Betancourt y Leoni, hasta que lo sorprende el vil asesinato en 1966).

-El advenimiento de la revolución bolivariana y la retoma de la memoria del maestro y periodista Fabricio Ojeda por el Comandante Hugo Chávez, refundando la República con el Poder Constituyente y el Panteón Nacional con la incorporación de Guaicaipuro, alegórica a la presencia de todos los pueblos, Caciques y Cacicas de la Resistencia Anticolonial, del pasado y del presente.

-La lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez y la denuncia de la traición del movimiento popular y la democracia por parte del tenebroso Pacto de Punto Fijo formado por AD-Copei-Fedecámaras-Conferencia Episcopal y la cúpula militar (versión criolla del Pacto de Nueva York), que excluyó al pueblo so pretexto de "exclusión de los comunistas". Hagamos ese viaje cósmico ancestral que hoy nutre el nervio óptico de nuestro Panteón Nacional, visualizando el arcoíris andino de todos los tiempos sobre la arquitectura de sus naves, de donde toma Miranda la inspiración de nuestra bandera libertaria, que flameó en Jacmel, Yaquivel en taíno (Haití: 1806):

He visto la luna bañarse cada noche en los ríos y lagunas de mis pueblos, patria adentro, aguas profundas, anegada en la sangre derramada de sus héroes y mártires, mientras alumbra las más altas montañas y la corona de estrellas bajo un cielo cóncavo. Ella se mira y se contempla en el espejo de agua y gobierna esos torbellinos, esas mareas de río y mar, que también gobierna las tres cuartas partes líquidas del microcosmos que somos en el Canto a Mí Mismo del poeta Walt Whitman. El padre Sol lo hace en cada amanecer desde el cielo azul de los orígenes; corona el día con sus rayos impetuosos, peinando su aura chamánica en el tejido de la araña del tiempo, entre lo histórico y lo eterno, de nuestra geografía local, el territorio y su soberanía. Hacia la independencia definitiva. "No somos ningún Nuevo Mundo". Con Guaicaipuro entraron los Caciques y Cacicas de la resistencia anti-conquista y anti-colonia, "esos cristos azotados de Las Indias". Con Guaicaipuro entraron los milenios de historia del primer poblamiento de este país y del continente.

- Con el zambo José Leonardo Chirino, el Negro Primero y Juana La Avanzadora entró la diáspora africana, crucificada en las carnes exprimidas de la colonia.

- Con Fabricio entran dignificados al Panteón Nacional todos los mártires y desaparecidos, tanto de la dictadura de Pérez Jiménez, como los de la pseudo-democracia puntofijista, sin dejar de recordar que Fabricio es memoria dignificante de los mismos mártires adecos de la dictadura perejimenista, olvidados y traicionados por la cúpula de Betancourt, Leoni y Carlos Andrés. Pero siempre recordados y dignificados por Chávez y el Proyecto revolucionario Bolivariano.-

Con Fabricio entran además de la dignidad el verdadero desprendimiento del poder y la verdadera vocación de poder, que pasa por la renuncia a la prostituida "carrera política". Supo desprenderse a tiempo de una curul de diputado para asumir en la montaña, fusil al hombro, el canto de los pájaros y los sueños de la patria. La verdadera vocación de poder pasa por no ajustarse a la comodidad del poder como sistema dominante. Sentido de lealtad y consecuencia, del honor, desprendimiento, dignidad, de rectitud. La ética unida al valor, al precio de su propia vida. La vocación de poder se hace y se construye bajo la renuncia radical tomando el cielo por asalto: más allá de la apetecida y tentadora carrera política. Fabricio es síntesis radical de abnegación y renuncia a todas las comodidades y a la complicidad con un sistema decadente pero que ofrece las vidrieras de Mayami Nuestro. Vale decir, lo contrario del Buen Vivir.

-Con Fabricio entran, los Maestros y Pedagogos de la liberación, de la resistencia cultural y política, los herederos de Simón Rodríguez, Andrés Bello, Luis Beltrán Prieto y Belén San Juan. Con Fabricio entran, los periodistas y comunicadores sociales, contrarios al palangrismo y a la sumisión patronal de muchos comunicadores sociales, convertidos hoy en repetidores en serie de los mandatos imperiales de los perros de la guerra, quienes se han apoderado de los medios de comunicación a escala mundial.-

-Con Fabricio entran al Panteón todos aquellos patriotas, conocidos y anónimos que durante medio milenio, desde los tiempos de Guaicaipuro y la Independencia hasta hoy han fraguado la unidad cívico-militar para la independencia y liberación definitiva. Muy especialmente los comunicadores sociales, patriotas y revolucionarios que han caído desde sus puestos de trabajo defendiendo la patria, la independencia, la soberanía y la plena libertad de informar y comunicar, pero también la voluntad de educar y formar. ¡Gloria eterna al maestro de escuela, obrero y periodista de la resistencia!.-


















 



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Saúl Rivas Rivas


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