Este gobierno no está muerto, está muriendo

Si estuviera muerto, el país ardería de injusticias más de lo que nos
imaginamos y, la derecha estaría en el poder y, la derecha todavía no
tiene asignado el candidato que nos va a gobernar, aunque andan en eso
y, apenas se están validando como partidos y, su líderes más secuaces
de entusiasmo practican el yoísmo leccionador, seré yo el candidato y
a la MUD me remito, no va a ser fácil que se pongan de acuerdo, ya que
hay algunos candidatos que no se van a entregar a la aspiración y
determinación de unos pocos que ambicionan el poder desde hace muchos
años y, suenan como eternos líderes derrotado a ser presidente y, lo
más posible que en lo adelante haya golpes de estados como lección de
mando que, nadie se merece el poder tan fácilmente ni van a dejar de
consolidar una unidad que les niegue sus deseos y convicción de ser el
abanderado principal a tal dicha de suerte de ser: el candidato
unánime de la oposición a ser presidente de Venezuela, tal cual lo fue
Pedro Carmona Estanga que autojuró su cinismo.

Es posible que estemos en su prevelatorio, la crítica no muere y, dado
el caso como salvación sumisa, golpes de pecho que, con muchos
chavistas inocentes rezando con el rosario de la dignidad en su
conciencia de, y yo qué hice, si ellos me imponían y yo los seguía con
mi franelita y mi gorrita, ambas rojas que, como un sueño no muerto
fuera de toda realidad me daban el consentimiento de Chávez vive que,
de allí nos mandan a aferrar a nuestra bandera de ocho estrellas que,
en alguna parte ondea de rabia por este gobierno madurista que nos ha
infartado de problemas, los que día a día nos tragamos los que nos
sentamos a esperar por la felicidad de una revolución que moría de
angustia y padecer dentro del desorden de la consigna del poder
corrompe, pero más los traidores y corruptos que abundan dentro y
fuera de nuestro hermoso proceso -porque alguna vez lo fue- y, cogió
fuerza de tanto marchar en balde entre consignas y con los puños en
alto de la inocencia que no se sabe a quién confiársela cuando muertos
de rabia nos confesamos dentro de las cuatro paredes del Pusv de
nuestro socialismo revolucionario que, ya no encaja de pasión de
patria o, nada.

Fíjense que no ha muerto: que las colas para conseguir el pan siguen
como las mata estrés de nuestro consuelo, aunque ardamos de fiebre de
arrechera de que porqué hemos caído en una rutina desastrosa que no
salimos de una para entrar a otra si la harina de maíz está perdida,
aunque hace mucho tiempo que en el país, la masa no está para bollos
y, nuestras gallinas ponen huevos de oro que es un imposible comerlos
con el sueldo mínimo de nuestra libertad de no alcanza para comprar lo
que quieras consumir a tus ganas si diez kilos de exceso de equipaje
valen más si te excedes por llevar o traer de cualquier parte lo que
necesitas.

Y, lo bueno del pan es que no los dan calientico y como pan caliente
vuela y no perdemos la vieja costumbre de quitarle la punta a ver sí
de verdad es pan que, gracias, por lo menos al gobierno de Maduro, nos
mantiene en dieta y, el que engorda o se mantiene gordo por gula
politica, tiene que ser un sinvergüenza pues, engorda a costilla de
los demás que pasamos hambre y, esos son los primeros que usted ve por
allí despotricando del gobierno y de la escasez.

Leímos y recordamos de malas ganas que, no hay mal que duré cien años
ni cuerpo que lo resista, pero acá llevamos una buena cantidad de años
tras, gobierno tras gobierno malo, y el pueblo lo resiste, claro, no
es él mismo pueblo, no porque cambiemos de opinión, sino que la nada
como representante de la muerte nos aleja y, cada seis años en lo
adelante vendrá lo que nadie quiere, otro gobierno que no será -ni
socialista ni revolucionario-, que fracase que, si a ver vamos, el
señor Capriles, quiere ser por enésima vez candidato a la presidencia
de la República que lo más seguro dejará de ser bolivariana a su
entender y, eso si, Leopoldo López preso o, Tintori se acoge a seguir
viajando o, de lo contrario, la situación política dentro de la MUD
será, lo más posible un rosario pecaminoso, truculento de problemas
que, por más que Diosdado Cabello quiera, con su mazo dando, resolver.

Aunque se dice por allí que, Ramos Allup, una vez que AD, se valide,
no se va a quedar a tras, ya que no hay hombre pequeño y, entre tantos
lechuguinos la tierra fértil del país lo siembre en Miraflores que
como buen representante de la oligarquía puede arreglar esto sí, María
Corina, lo deja gobernar.



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Esteban Rojas


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