El imperialismo se empeña en estrangular al Pueblo, en su búsqueda por controlar el Estado y las riquezas de los Venezolanos.
El imperialismo y su maldad han quedado al descubierto. Esa mano que permanecía oculta, totalmente imperceptible, mientras estrangulaba y degollaba los cuellos de los pueblos del mundo, ha sido develada. Los tiempos en que se manipulaba emocionalmente a poblaciones enteras y ésta embelesada, asumía el mandato de los agresores, quedó en el pasado, en Venezuela concretamente, con la elección de la Asamblea Nacional, del 6 de diciembre de 2015. En esa oportunidad se pudo ver, a un pueblo manipulado, asumiendo el voto castigo, y a otra parte de ese pueblo, simplemente absteniéndose de ejercer su derecho a elegir. Al final, ambas decisiones conllevaron a los mismos resultados que hicieron tan felices a los enemigos de la patria; los nacionales y los externos. El impacto desde los medios de difusión masivos, y la opresión venida desde varios flancos, incluidos los internacionales, hicieron posible que la derecha obtuviera su segunda gran victoria, en este periodo revolucionario. Hoy a pesar de que la situación económica aflige y angustia a la mayor parte de la población, a pesar de que nuestros enfermos sufren y padecen la insuficiencia de medicamentos en el país, nuestra gente se presenta para esta pelea, con mayor claridad y convicción, de quién es el responsable de que repentinamente el Pueblo Venezolano haya entrado en una situación coyuntural de profundas y lamentables limitaciones. En menos de un mes y sin ningún justificativo, Dólar Today triplicó el valor del dólar americano, en Bolívar.
El tiempo que ha persistido la agresión imperial, ha permitido que el pueblo pueda identificar quién es el que arremete contra su paz, su salud y el vivir de nuestra gente. Se suma el desespero que exteriorizan los lideres del imperio, debido a la convulsión que resiente el mundo, motivado al surgimiento de elementos que lo contraponen de manera decidida, como son; la aplicación del Petroyuan, la aparición de sistemas de pagos alternos al imperial, el surgimiento del PETRO, la recuperación del precio del barril de petróleo en el mercado internacional, la caída constante del dólar americano, la derrota sufrida en la guerra comercial con China, entre otros, los ha llevado a dejar de lado las escenificaciones, los montajes, los falsos positivos a que tienen acostumbrados al mundo, y se han abalanzado en contra de sus objetivos sin su careta acostumbrada, lo cual ha generado que nuestro Pueblo haya podido observar, sin confusión, la perversidad y la capacidad de hacer mal que caracteriza al gobierno norteamericano y sus potencias aliadas. El imperio en su agonía, dejó a un lado las formas, las medias verdades, el ocultarse detrás de las cortinas, el dar nombres distintos a las acciones que emprende y viene asumiendo un ataque frontal en contra del Pueblo Venezolano, por ser éste digno y leal a su historia, a su herencia libertaria, por su apego a la lucha por la independencia, por la defensa de la soberanía. Por el simple hecho de no arrastrarse a sus designios, como hacen a costa de pueblos enteros, líderes y presidentes de derecha.
Este Pueblo hijo de Bolívar, del Héroe Patrio más antiimperialista que haya conocido la tierra, hijo además de otros tantos Próceres que sacrificaron sus vidas por la causa de la Independencia y de la Libertad, hoy se resiste firmemente a ser una colonia, una simple zona de explotación, de aquellos que se han autoproclamado dueños del mundo. En este momento y más que nunca, la militancia revolucionaria y el Pueblo en general, aborrece con el más profundo de los desprecios, el accionar imperialista y cada una de las sanciones hambreadoras y asesinas de pueblos, que se han venido profundizando desde los gobiernos de Obama y ahora radicalizadas con los ataques incesantes, indolentes, inhumanos de Donald Trump, en contra de nuestra población. Hoy más que en otros momentos recientes, nuestro Pueblo se encuentra en pie de lucha, por la defensa de lo más sagrado, que no es otra cosa que la PATRIA. Nuestro Pueblo, aunque adolorido y aquejado, como cualquier guerrero lastimado, se dispone a la conquista inevitable de una nueva victoria, en contra de nuestro eterno enemigo. Ya en los tiempos de la guerra de la independencia, el Libertador lograba identificarlos, ya presagiaba el papel que jugarían estos americanos del norte, en contra de los pueblos del mundo. Cada proclama emitida por el Libertador, recorre las venas de nuestros ciudadanos. Cada manifiesto constituye parte esencial del ADN de nuestra gente. Son muy pocos los Venezolanos a los que no los acechan las premoniciones de Bolívar contra el imperialismo y su inminente metamorfósis como castigador del mundo. Decía y sigue diciendo uno de los hombres más grande de América y del mundo, en sus múltiples documentos, contra la América del Norte:
⦁ …"Convidar a los Estados Unidos para aparentar desprendimiento y animar a los convidados: después que estemos reunidos será la fiesta de los lapitas y allí entrara el león a comerse a los convivos".
⦁ …"Y, así, yo recomiendo a Usted que haga tener la mayor vigilancia sobre esos americanos que frecuentan las costas: son capaces de vender a Colombia por un real".
⦁ "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia, para plagar la América, de miseria a nombre de la Libertad".
El espíritu indómito de nuestra gente y su resistencia infinita, tiene su origen en esa fuerza creadora, impetuosa e indomable que caracterizó a los constructores de la PATRIA. Es inocultable que a pesar de los arduos esfuerzos que viene haciendo el Estado Revolucionario para resistir la embestida Norteamericana y de sus potencias aliadas, nuestra gente ha desmejorado el estilo de vida que le había concedido la Revolución. Mucha de nuestra gente ha perdido peso, incluso algunos han muerto, al no poder el Estado, debido a los múltiples obstáculos, bloqueos y sanciones, acceder a los medicamentos que eran entregados gratuitamente a los aquejados por enfermedades crónicas. Entre los múltiples efectos de la guerra, están estas consecuencias contra el Pueblo. Que aunque son dolorosas para nuestra población no desanima a los agresores, en su misión de estrangular y amedrentar a nuestra gente. Como ya lo decía el Secretario de Estado Norteamericano, despedido, Red Tillerson, cuando se percataba de que los pescadores Norcoreanos morían, por falta de alimentos en sus faenas, "la diplomacia norteamericana está funcionando". Aquí pudieran estar diciendo, la guerra económica contra el Pueblo Venezolano, está funcionando. Lo que para ellos resulta en simples "daños colaterales".
Pero a pesar de todas las artimañas empleadas, nuestra gente está convencida de quién es el que hace daño, quién impide que pueda comprar suficientes alimentos y medicinas para el hogar, quién impide poder comprar vestidos y calzados a nuestros niños, ya entiende que nuestro único destino es resistir, como hicieron nuestros antepasados, hasta vencer. Porque esta guerra que fue desatada contra nuestro Pueblo, no la buscó nuestro Gobierno, mucho menos nuestra gente. Nos las declararon y simplemente nos corresponde asumirla y combatir hasta vencer. Porque la otra alternativa es entregar la Patria, entregar nuestros recursos, nuestra dignidad, nuestra historia y nuestras vidas, como intentaron hacer algunos en el pasado y persisten otros rastreros en la actualidad. Pero nuestro Pueblo ha dado demostración de que no es sumiso, no se arrodilla, como tampoco se arrodilló Vietnam ante las pretensiones de los agresores. Cada pecho Vietnamita fue un escudo que protegía la Patria. Ese pueblo sacrificó 3.000.000 de personas, solo por el sostenimiento de la dignidad de la República Socialista de Vietnam. Mientras los contrarios solo entregaban 45000 vidas. Similar actitud pudimos observar recientemente luego de los bombardeos por parte de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos contra Siria. Cuando otros pueblos se asustan y entran en pánico profundo, el Pueblo Sirio se abocó a las calles para decirle a los agresores que seguía allí, que permanecían en resistencia, sin miedo a la muerte, sin miedo a las balas y sin miedo a las bombas. Son pocos los Pueblos del mundo que tienen esa estirpe. Y dentro de esos pocos, se encuentra el Pueblo siempre heroico de Venezuela. La Patria de Bolívar, su gente, se circunscribe en esa raza de Pueblos que no se dejan mandar por extraños, que no se dejan robar su libertad, que no permiten el saqueo de lo que les pertenece. Nuestro Pueblo cada día se consagra como una nación digna y de respeto, como ejemplo de Moral y Patriotismo. Siempre con la bayoneta calada.
Obtendremos en esta oportunidad los 10 millones de apoyos en las urnas electorales, en favor y en agradecimiento a Nicolás y a Hugo Chávez, no solo por nuestra estirpe libertaria, sino porque el nivel de conciencia de nuestros ciudadanos se ha elevado inmensamente. Hay más claridad en el reconocimiento de lo que sucede en el tablero. Se identifica con más precisión, a los actores que participan de los sucesos. Ya es más fácil, identificar a los que nos hacen daño con premeditación y alevosía. Se percibe con claridad la saña con que se actúa contra la población. El Pueblo tiene varios años sufriendo la inhumanidad feroz, y la crueldad perversa con que son aplicadas cada una de las maquinaciones oscuras que le son infringidas. Situación que ha impedido que el país pueda desarrollar su economía, como lo venía haciendo recientemente. Viendo imposibilitadas las transacciones en el sistema financiero internacional. Siendo víctima de bloqueo y confiscación de los recursos empleados para adquirir medicamentos y alimentos a través de transacciones financieras. Sufriendo el bloqueo de productos por adquirir en países que se han revelado como enemigos de la patria. Eludiendo el control y la vigilancia expresa, que se tiene sobre las operaciones financieras que pudiera realizar la nación.
Hoy más que nunca nuestro Pueblo se prepara para la conquista de una nueva y resonante victoria, más allá de lo electoral. Como en el pasado, nuestra gente se dispone a una batalla por la liberación definitiva de nuestro Pueblo y de nuestro sistema económico. Los máximos esfuerzos van dirigidos en esta oportunidad a la independencia económica del país. A la creación de estamentos que impidan la vulnerabilidad por la que hemos sido presa, como la dependencia de insumos provenientes de otras naciones, al igual que de sus tecnologías. Es preciso en este mundo convulso, la construcción de una nación menos dependiente, autosustentable. Pero para ello se requiere que cada venezolano asuma su parte en la construcción. Hemos estado resintiendo y sufriendo el hecho de ser un país mono exportador, dependiente del mundo para acceder a los insumos necesarios para avanzar, ya es hora de que se dé un cambio definitivo y logremos ser una nación más autosuficiente. Porque de los contrario seguiremos presentando talones de Aquiles, que serán utilizados por nuestros enemigos.
Más allá de las confusiones que pudiera generar el momento por el que pasa el Pueblo Venezolano, está una realidad que debe ser escudriñada, revisada, con la mayor de las objetividades, porque la verdad está allí, a la vista de todos; naciones todopoderosas que andan en búsqueda de apropiarse de las riquezas de naciones débiles y en ese camino no les importa sacrificar poblaciones enteras, como ha ocurrido en otros lugares e insisten hacer en Venezuela. Al escudriñar, nos percatamos que al contrario de lo que vende el imperialismo y sus medios en el mundo, cuando sostiene que la ¨crisis¨ que sufre Venezuela se debe a malas políticas gubernamentales, se observa en realidad, el accionar rapaz promovido por el impero contra el Pueblo Venezolano, como castigo por ser propietario de ingentes riquezas, por ser una nación fiel a su historia y finalmente por sostener la Revolución Bolivariana. Todo está allí, a la vista. El discernimiento en nuestro pueblo y su conciencia, más que cualquier prebenda, es el baluarte que nos llevara a cumplir la ansiada solicitud hecha por nuestro Líder Eterno.
