Hablar de Carlos Marx desde el punto de vista revolucionario es referirse a una de las más grandes figuras intelectuales y del pensamiento de todos los tiempos, que hizo, sin dudas un aporte tal a la humanidad, sobre todo a los sectores desposeídos, explotados, oprimidos, la teoría del socialismo científico, el materialismo histórico y dialéctico, la lucha de clases, que partió a la humanidad irremisiblemente en dos, sobre todo en el Siglo XX con la toma del poder por el partido bolchevique (comunista) que liderizaba Vladimir Ilich Lenin.
Ya desde la década de los 40 del Siglo XIX, Marx y su camarada Federico Engels hacen su significativo aporte donde le asignan a la clase obrera un papel estelar y lo exponen en su conocido Manifiesto del Partido Comunista (1848), obra estelar donde en síntesis admirable exponen la fenomenología de las clases sociales y de la lucha de clases, definen la inevitabilidad de la caída del capitalismo y el ascenso al poder de la clase obrera.
En ese período histórico la clase obrera europea se plantea el problema del poder político aunque sin una total claridad. La influencia de socialismo científico creado por Marx en la clase obrera europea y norteamericana, la aguda lucha de clases que se produce en Europa particularmente en Alemania, Francia e Inglaterra, planteó la posibilidad de la toma del poder por parte de los trabajadores, lo que ocurriría en Francia en 1871 con el estallido de la famosa Comuna de París, primer gobierno obrero del mundo, que dura un breve tiempo en el poder, pero que dejó enormes enseñanzas. Marx, quién junto con Engels y la Liga de los Comunistas le hicieron un seguimiento intenso a la Comuna. Marx escribió su famosa e importante obra "La guerra civil en Francia".
Es decir, las crisis cíclicas del capital han sido algo recurrente en los siglos XIX, XX y XXI. Hoy, en las casi dos primeras décadas del Siglo XXI, en la distancia en la que Carlos Marx construyó su enorme obra a nombre de la clase obrera, estudió a fondo el sistema capitalistas y las relaciones de producción, el siglo presenta una crisis brutal del capitalismo mundial donde el afán de ganancias, especulaciones, terribles burbujas económicas y en donde la producción de bienes esenciales ha caído en un segundo plano para pasar a un primer plano la producción de armas y el desarrollo de guerras regionales como en el Oriente Medio, emerge con inusitada fuerza la lucha del proletariado contra sus explotadores, la lucha de clases y el pensamiento socialista donde el viejo Carlos Marx, como el mitológico Ave Fénix, renace de sus cenizas. Si no que lo diga Venezuela. Se caía la URSS y el Comandante Chávez se alzaba en 1992 con 10 mil hombres contra el neoliberalismo, contra el sistema de opresión capitalista y seis años después llega al poder. Volvía Marx, como el Fénix, a renacer, es decir, el marxismo que Fucuyama había enterrado con el fin de las ideologías, la unipolaridad y el imperio del neoliberalismo, renacía en la Patria de Bolívar y en Suramérica y el marxismo tuvo mucho que ver con todo aquello, Chávez recogía las luchas comunistas de los años 60, 70, 80 y 90 que se plasmó en la Revolución Bolivariana y chavista en camino al socialismo.
Baste ver, si es que hay alguna duda de esas crisis, la lucha de la clase obrera francesa. Con los ferroviarios a la cabeza, en los momentos actuales donde el presidente de esa nación, Emmanuel Macron, siguiendo las instrucciones de la ambiciosa burguesía francesa y del FMI, impone drásticos recortes a los beneficios alcanzados en el pasado por las lucha reivindicativas, económicas y sociales de la clase obrera francesa y aprieta el régimen de explotación de los trabajadores como lo hizo el anterior gobierno de Francois Hollande. En esos combates de calle, de ayer y hoy, como cuando la Comuna de París de 1871, sin dudas, está Marx presente, no sólo porque los comunistas y los auténticos socialistas estén presentes en las calles de París, de Marsella, de Tolón y otra ciudades, sino en sus enseñanzas y predicciones (no mágicas sino científicas) sobre el futuro del capitalismo en Francia en unas luchas que son un despertar de los trabajadores tras el brutal quietismo que impusieron las clases dominantes tras la caída de la URSS y el campo socialista y la auto disolución de los partidos comunistas y socialistas europeos, dixi Italia, España, Grecia, Francia.
Un gran revolucionario socialista de esta época y tiempo histórico, del crucial Siglo XXI, el más heterodoxo de los líderes que ha pasado por Venezuela y América, el gran Comandante Hugo Chávez, dijo en una oportunidad: "Soy cristiano y también soy marxista".
¿Por qué un hombre de la descomunal talla política, espiritual y humana de Hugo Chávez se hace marxista, se asume marxista, inequívocamente de izquierda proviniendo de una secular formación católica conservadora, viviendo en un país donde el anticomunismo tiene sus raíces en los albores del Siglo XX bajo la atroz dictadura gomecista y así asumida en todas las constituciones gomecistas y post gomecistas, estudiando en una institución de formación prusiana y derechista como las FAN donde ingresó siendo aún un mozalbete, donde la izquierda, los comunistas y socialistas fueron aislados y segregados, perseguidos y asesinados por los diferentes gobiernos de la Cuarta República, desde Gómez y López Contreras hasta los del Pacto de Punto Fijo aun cuando en su seno se acunaron poderosas fuerzas de izquierda, marxistas (alzamientos militares de Carúpano y Puerto Cabello en 1962, rebelión del 4 de febrero de 1992, rebelión militar de noviembre de 1992?
Ese proceso ideológico, esa conversión o metamorfosis del más rancio conservadurismo a la liberación que significa entrar al multiuniverso que devela al hombre y la mujer el pensamiento, las herramientas, las categorías del socialismo científico, ese socialismo libertario que es la más gigantesca creación de Carlos Marx y Federico Engels, transformó al líder venezolano. Ya lo diría cuando habla de la lectura del extraordinario libro "El papel de la personalidad en la historia", del científico marxista ruso Jorge Plejanov, texto encontrado en un campamento antiguerrillero.
Cuando nos ubicamos en la realidad venezolana del presente revolucionario, donde vivimos una Revolución Social y el sello marxista está presente, pese al abierto o velado anticomunismo –más por ignorancia que por convicción, no pocas veces– de algunos líderes y/o funcionarios del Estado, la obra de Chávez se crece y él es, en no poca medida, responsable de ese acontecer y donde Carlos Marx tiene mucha responsabilidad.
¿Por qué está vigente el marxismo en Venezuela y el mundo?
Porque hay lucha de clases, las luchas de los y las trabajadoras contra la explotación capitalista continúan. El mismo Marx lo decía: "La única respuesta provisional que tengo es que el socialismo es la práctica del comunismo en la vida cotidiana. Es hacer todos los días común aquello que hoy es privado".
Cuando se construyen más de dos millones de viviendas y se las entregan a los más desposeídos y se masifica la educación, nacen decenas de universidades, a esa masa proletaria que no podía en el capitalismo aspirar a una vivienda digna y a un estudio digno, sino a vender su fuerza de trabajo por un mísero salario para sobrevivir él y su familia, ¿no se está haciendo lo que dijo Marx de hacer todos los días común aquello que era privado o, más modernamente, como lo dijo el Che: "Cuando lo extraordinario se hace cotidiano, entonces estamos haciendo la Revolución"?
El Marx que hoy debemos celebrar en su 200 aniversario, cuyo pensamiento sigue intacto en sus más esenciales propuestas no es para estudiarlo en abstracto, en un academicismo pacato, sino a la luz de las realidades y las luchas de nuestro pueblo y la de los pueblos de Nuestra América. Èl debe ser una poderosa herramienta en manos de esa juventud estudiantil, trabajadora que desde diferentes espacios y trincheras le están dando sus aportes a la construcción de la Venezuela revolucionaria y ocupan posiciones estelares en la dirección revolucionaria.
Volvamos al momento actual y ubiquemos allí esta celebración del pensamiento del Marx que cumple 200 años de nacido. La forma como el capitalismo trasnacional y nacional depreda la naturaleza poniendo en riesgo la vida humana, pero no sólo eso sino que destruye la vida del trabajador/mercancía tras sacarle o expoliarle la mercancía dinero en la que se transforma la plusvalía (ley del valor). Ese es otro de los grandes descubrimientos de Marx, el carácter depredador del capital. Si viviera hoy quedaría estupefacto ante la destrucción no sólo de la naturaleza sino del planeta mismo por el capitalismo.
El capitalismo se caracteriza por su carácter rapaz, depredador como se dijo, que coarta la posibilidad del pensamiento libertario y creador del ser humano, allí entra Marx con sus aportes filosóficos, de ruptura con el pensamiento único de los reyes, las iglesias y clases dominantes que establecían que sólo ellos eran las hacedores de la historia y los únicos con derecho al disfrute y al bienestar. El científico niega esa afirmación y, hablándole a los trabajadores, señala: "Cuando las arcas de la abundancia se vuelquen por completo sobre la sociedad toda, y podamos escribir en las paredes con letras de oro, como en el evangelio, a cada quien según su capacidad, de cada quién según su necesidad y según su trabajo, habremos salido del reino de la necesidad para entrar al reino de la libertad. Los proletarios no tenemos nada que perder, solo nuestras cadenas y un mundo por ganar".
Carlos Marx nació en Tréveris, Alemania, el 5 de mayo de 1818 y su vida transcurrió a lo largo del siglo XIX, en la época de la Revolución Industrial, de la Comuna de París, de la Liga de los comunistas, creó el socialismo científico y el materialismo histórico y dialéctico. Se graduó en filosofía en 1841 y posteriormente se convirtió en un demócrata radical, que trabajó algún tiempo como profesor y periodista, pero comenzó a ser perseguido por sus ideas políticas viéndose obligado a dejar Alemania e instalarse en París (1843).
Se vinculó estrechamente con otro gran intelectual alemán, Federico Engels que cultivaron una profunda amistad, camaradería que se caracterizó por una estrecha colaboración intelectual y política de ambos. Sus ideas revolucionarias hicieron temer al gobierno reaccionario francés que lo expulsó de Francia en 1845 y buscó refugió en Bruselas.
Al final fin pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló desde 1849 la mayor parte de su obra y fue allí donde escribió El capital, colosal obra filosófica y económica fundamental donde descubrió las lacras del capitalismo, sus leyes y su fin a mano de la clase obrera. De esa obra sólo llegó a publicar el primer volumen en 1867, los dos tomos restantes los concluyó Engels.
Destacó que entre los temas más trascendentales que desarrolló se encuentra la denuncia de la explotación del trabajador, la apropiación por parte del capitalista del trabajo del obrero a través de la plusvalía, es decir, la parte del trabajo que produce la acumulación del capital, base de la dominación de clase que ejerce la burguesía.
Celebramos estos 200 años del nacimiento de Carlos Marx, ya pasado el centenario de la Revolución de Octubre que se cumplió el 7 de noviembre de 2017, la gran Revolución Rusa que condujera otro grande del pensamiento socialista, Vladimir Ilich Lenin, teórico que abrevó en el pensamiento de Marx y Engels, en el socialismo científico y lo enriqueió con aportes propios para llevar a feliz término los postulados marxistas con la primera revolución de la historia dirigida por la clase obrera y campesina rusa.
Como dice Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista: "Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo". Hoy, 200 años después, podemos decir que en Venezuela y América Latina y el Caribe, las ideas de Marx, del socialismo científico, del materialismo histórico y de la lucha de clases siguen y tienen plena vigencia, ya no son un fantasma sino realidades concretas. Venezuela vive plenamente las ideas y los postulados científicos, filosóficos, políticos de Carlos Marx que se imbrica en el pensamiento vanguardista de Hugo Chávez, Bolívar, Simón Rodríguez, Zamora, de la clase obrera y trabajadora venezolana que dirige, en alianza histórica con otros sectores y clases sociales, la etapa nacional liberadora actual de la Revolución Bolivariana y Socialista y la proyecta hacia todas las naciones del continente americano en el desmontaje del capitalismo salvaje que impera en nuestra patria y la construcción de naciones libres y soberanas, sin tutelas burguesas ni dominios coloniales o neo coloniales imperiales.
Parafraseando a José Martí cuando dijo que Bolívar tiene aún mucho que hacer en América todavía, igualmente nosotros decimos que Carlos Marx, en estos momentos de profunda crisis del capitalismo y el imperialismo a nivel universal, su pensamiento tiene mucho que hacer, que aportar a los sectores desposeídos, oprimidos, explotados de América y el mundo, en el caso venezolano, en la profundización de nuestra Revolución, en la construcción del poder popular, del poder político de los trabajadores, ese proletariado que debe acercarse al Carlos Marx del Manifiesto del Partido Comunista, del Capital, de La Guerra Civil en Francia y otras obras fundamentales del gigantesco teórico e ideólogo cuyos 200 años se están celebrando en Venezuela, desde debelar un busto en la avenida Bolívar –hecho impensable en la Cuarta República– hasta la lectura colectiva del Manifiesto Comunista en fábricas y universidades y la publicación de decenas de trabajos de reflexión sobre el gran dirigente alemán en medios digitales e impresos hasta los magníficos trabajos periodísticos por VTV sobre la vida y las luchas de Carlos Marx. (13/05/18) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (revistacaracola.com.ve) (Miembro de la Unión de Medios Alternativos y Comunitarios Impresos UNAMACI)