Sin la menor duda, éste pueblo se ha echado sobre sus hombros, los errores de algunos políticos. ¿Por cuánto tiempo más, éste estoicismo popular puede funcionar? Un salario mínimo apenas alcanza para uno o dos alimentos familiares básicos. Explicaciones sobre el por qué no se han producido insurgencias populares serias, sobran. Como los venezolanos, de todo sabemos, solo nos falta, "un poquito de ignorancia para ser genios" (G. Barrios a C.A. Pérez), cientos de afirmaciones se vociferan a diario, para explicar ésta conducta popular nuestra. Amigo lector, agregue usted la suya. ¿Quién da más? No se requiere investigación, el empirismo nos sobra, la irresponsabilidad a veces nos junta. Lo cierto es, que nos va bien aquello dicho a los borbones: "Ni olvidamos ni aprendemos".
Si en el país estuvieran los más de 2 millones de venezolanos de nuestra diáspora, o no le alcanzaría el dinero inorgánico al gobierno para repartirlo a cántaros llenos, buscando frenar a la oposición e influir en lo electoral, o la derecha nos tendría contra la pared. Gobierno y oposición se pelean por apoyar un sistema destructivo, derrochador, alienante y especulativo que está en plena decadencia llamado capitalismo. El primero lo oxigena desde el progresismo, el desarrollismo o la industrialización sustitutiva privada, con una burguesía parasita y pitiyanqui. Se nos quiere vender la imagen de una burguesía "nacionalista", que humanizará al capitalismo. Esto no es posible. Los segundos; la oposición, tienen su único plan, el del imperialismo: el neoliberalismo. Los dos operan desde la lógica del capital: "AQUÍ ESTÁ EL DETALLE". Todo dentro del capitalismo, fuera de él nada.
Operar políticamente en el marco del sistema capitalista, de su lógica y naturaleza, es ir en contra vía de una revolución. Preocuparse por el fortalecimiento del Estado burgués, y no su declive, es constreñir las esperanzas populares de justicia social. ¿Qué pasará cuando el pueblo cansado de ser pasivo, tome las calles, se una y grite con fuerza. "Que se vayan todos"? La izquierda no cuenta. Fragmentada, dogmática, sumisa al gobierno, o repitiendo los mismos yerros de décadas, estaremos sin voz ni vista. ¿Será que la hoja de ruta común que nos falta, no le paramos o no la queremos? Entonces, nos uniremos en la cárcel o en el cementerio.
No podemos olvidar, que venimos de más de cien años de falsa riqueza nacional, éramos el "tá barato deme dos". Los ricos de Latinoamérica. En las tiendas lujosas de las grandes ciudades nuestras, se conseguía lo último de París, Roma, Londres, Madrid o New York. Esta falsa riqueza era para una parte del país; la minoría. La mayoría se acostumbraron a las penurias. 50 MIL MILLONES DE DOLARES ANUALES EN IMPORTACIONES… ¡QUE LOCURA! Más o menos 140 millones de dólares diarios en importaciones. Lo que más exportábamos eran dólares. Hubo un momento que nuestro Comandante Chávez, superó esta cifra escalofriante. ¿Era éste el buen vivir? De estos amoríos con el capital, vienen los partidos progresistas y socialdemócratas.
Como todos los países del Tercer Mundo, "somos un país empobrecido". Colonizados hasta la medula, todos nuestros hábitos y costumbres responden a éste colonialismo foráneo incoado en nosotros. Somos un colosal centro comercial para el capital. Consumamos, consumamos, consumamos todo lo que podamos. Y si no tenemos para consumir, nos endeudamos, pero consumamos; es la lógica del capital. Que nos vean las trasnacionales como territorio adecuado para los más lucrativos negocios, es una absoluta verdad. Cinco millones de automóviles, se tragan la mitad de la gasolina que deberíamos exportar. Todo nos venía de afuera. HEMOS FORZOSAMENTE DESPERTADO DE ESTA BORRACHERA. TENEMOS DOLOR DE CABEZA, ES LA RESACA.
"La gran Venezuela" La Venezuela "Saudí", la misma que regalaba dinero y petróleo a manos llenas en el Caribe, Centro y Sur América. La de los lujosos Yates y aviones. La de los matrimonio televisados con gastos descomunales. La de las Mises. La de las ciudades persas llenas de centros comerciales. La de las calzadas estrechas porque debe pasar cómodamente el SEÑOR CARRO. La de los municipios sin ejidos. La de las gobernaciones e institutos autónomos hipotecados. La de "cuanto hay para eso", continua, pero con epítetos "nacionalistas" y "patrióticos". El que no robe a la hacienda pública es "un pendejo". El que no "es vivo", es un "bolsas". Cantábamos pero no veíamos analíticamente, "Las casas de cartón" de Alí Primera. ¿Qué nos paso? Hoy se entregan 2.600.000 viviendas, pero no se cambia el chip cerebral a sus beneficiarios. No les conviene a nuestros "líderes". Seguiremos siendo colonizados. "La revolución es cultural o no es revolución". Epa, ¿socialismo sin socialistas? "Tanto nadar para morir en la orilla".
Bolívar lo dio todo, pero no se tocó el centro del problema: la propiedad privada y sus consecuencias. Boves intentó destruir el orden colonial, al menos le dio un revolcón, y Zamora pretendió, que el pueblo fuera el poder. Los tres tenían el mismo enemigo: la oligarquía mantuana. La "transición" de la colonia a la República, fue más de lo mismo pero barnizada de esperanzas justicieras que no han llegado, ni por ésta vía llegarán. "¿Quiénes son los mantuanos hoy?" nos pregunta el padre cantor. ¿Quiénes se fagocitan la hacienda pública? Los tres, más Chávez, eran peligrosos para el enemigo común de los pueblos: el capitalismo. Hoy tenemos progresistas que buscan adobar la píldora, para decirnos que ayer no se pudo, pero mañana sí, y buscan construir un capitalismo "justiciero". ¿Cuál será ese?; Paz sin justicia. Industrialización con explotación y especulación. Empresarios con la lógica del capital. "Desperté y el monstruo seguía allí" Continuará. Hasta el próximo sábado.
