Parece que fue militar, chavista dudoso, asomado como lo que en sí es más de lo que es, huyendo salió del país y huyendo cayó en España enjaulado que hasta las plumas de la vergüenza perdió y, como vainas que sólo suceden en este país por el Psuv llegó a la AN, a representar -eso está por saberse- que, antes fue acusado como embajador de traficar con drogas en una isla de El Caribe que, se dice lo engordó de ánimos que hasta se hizo de la oposición al lado de un presidente en veremos y, como los malos hijos que nacen para servir de payaso y no de buen payaso, le dio de la noche a la mañana como distracción de político cauteloso -antes que se lo lleven a los Estados Unidos- por contar votos que, distraigan su gran poder de servirle a la Patria Hispana.
Y es que cada día esos afortunados de las causas injustas: nos dan de su basto conocimiento momentos fortificantes que los hacen merecedores de un cariño apátrida que, los cobije de orgullo venezolanísimo y, cuentan unas vainas que no sirven ni para morirse de risa y, mucho menos como ejemplos de consideración que, ni para eso sirven habiendo pasado por una academia militar que no pasó por él ni de vainas y, como el momento es de Guaidó, entre más se le arrime más cerca se está de su gran inteligencia de discernir con los gringos a ver si por fin se van atrever a invadir, ya que el cansancio pesa y los días pasan y el hambre y la miseria siguen sin apuros y, todo más caro.
Como se ve que de pollo, el pollo Carvajal perdió el pico, y no fue en una gallera, sino en España por hablador de su paquete que como paquete el quiere destapar tardíamente, porque antes era más respetado y andaba tras de la gran ilusión de ser chavista, pero chavista con rabo de paja y, muerto el comandante que, mejor momento para hablar de las fraudulentas elecciones de Maduro que, a Dieterich, le dio antes una lecciones de pensador de izquierda y el cogió para la derecha donde no hay corruptos, sino gente seria y honesta, al igual que muchos gobiernos del Sur y del Centro que, como el nuestro más malos no pueden ser -según-el filosofoso de los entuertos, gringo-chino-ruso que, como un fastidio pasajero le ha dado por motivar a sus seguidores.
Pero como lo nuestro es el ficticio mundo que le place describir al pollo Carvajal, seguimos empeñados en averiguar la trama de tan magno proceder de fraude que, ahora, años después a él le repugna después de oír a un tal Carlos Quintero Cuevas un magnate de los fraudes ilícitos que ahora le atormenta al pollo Carvajal, viendo pasar el tiempo en su jungla turística española que, le ha dado por dar una lección de moralidad acentuado de gloria con apéndices constructivo, para que Guaidó aprenda a no confiar en el sistema electoral venezolano, malo hasta más no decir que, además de que como perverso pone a valer a los perdedores y, a él eso lo despierta con insomnios nada pasajeros por estar Maduro en el poder y, la gran moraleja que lo tiene entre la espada y la pared que antes, era técnicamente confiable, pero llegó Maduro que por el fraudulento Quintero lo puso a valer y, las papeletas que quedan en las mesas electorales para las auditorías se las tragaron con una facilidad que el pollo Carvajal no nos los explica cómo se hizo para no darse cuenta en las sucesivas revisiones de reconteo, los partidos e interesados .
La adquisición fogajosa que nos deja el pollo después de escarbar con toda la sencillez de sus pretensiones en tan insidioso proceder, despierta un mal ánimo que lo que quedará en lo adelante es salir de ese CNE y empezar como en los viejo tiempos de los adecos copeyanos que esas si eran elecciones libérrimas sin ninguna duda que como decía Chávez quiquiriquí, un voto rojo, ay Dios, ése es para mí y el próximo para ti, qué tiempos no, la dignidad de los republicanos democráticos velando por el futuro de la Patria y, llegó Chávez y con él Carlos Quintero Cuevas y cambió todo, hasta la plumas del pollo Carvajal cambiaron de rojas a gallinazo plateadas, sin ser un vende patria de la apátrida revolución que se tragaron unos huyendo y otro gozando de lo ajeno y, él preso como lo que es, un pataruco sin vuelo, voló bajo y abajo lo atraparon y, mientras que siga contando votos, a lo mejor consigue los que le tiraron a Guaidó desde el Norte sin elecciones.