Cuando el Negro Miguel, dirigió la primera revolución venezolana, en Buría, por allá por el año 1610, como nos lo cuenta Jesús María Herrera Salas, nunca se imaginó, ese valiente y corajudo negro, que se necesitaría un partido, como instrumento organizativo para el logro de objetivos de liberación contra el racismo y la discriminación, de la que fue objeto él y los "esclavos" de la época. No sabía que su lucha y la que inició, el 10 de mayo de 1795, el zambo José Leonardo Chirino y José Caridad González, desde Curimagua, Estado Falcón, influidos por la Revolución Francesa y los Jacobinos de Haití, serían referencias obligadas para inspirar procesos revolucionarios que, en territorio patrio, han librado desde entonces indios, negros, mulatos, pardos, zambos, "tierrúos", "niches", "pata en el suelo", la "chusma", los "cotizúos" y también, blancos criollos y "catiritos" e incluso, extranjeros de elevada sensibilidad social y política. Es así como, a través de distintas formas de lucha y organización, los venezolanos nacidos en esta tierra de gracia y los que vinieron de otras latitudes, hemos expresado nuestro descontento, rabia y malestar por la explotación, la discriminación, el atropello, los maltratos, el racismo y la exclusión. La necesidad de enfrentar tales tropelías contra el género humano, nos ha obligado a inventar los cumbes o palenques, las cimarronas, las rochelas, las sublevaciones, las insurrecciones, los alzamientos, los levantamientos y las conspiraciones, como formas creativas e innovadoras de lucha y organización político-social, para revolucionar y transformar la realidad a favor de los intereses de los anti-oficiales. La historia de Venezuela está llena de intentos de golpe de timón, con triunfos y derrotas, en contra de quienes detectaban el poder, es decir, los sectores oficiales de la época. Ellos vieron brotar desde el corazón rebelde de la patria a quienes han defendido, con sus vidas, la dignidad mancillada. Algunos historiadores señalan estas sublevaciones se inician desde 1532. Veamos: la rebeldía de líderes indígenas como Guaicaipuro, Tamanaco, Mara y Paramaconi; el levantamiento en Nirgua de Andresote (1732); la conspiración de Gual y España (1797) y de Francisco de Miranda (1806); levantamiento de los negros de Cariaco (1798) y de negros, pardos y mulatos en Maracaibo (1799); el movimiento de los Comuneros de los Andes; los pasos a favor de la independencia de Venezuela (1810 y 1811); la Revolución de Maracaibo (1821) encabezada por el General Rafael Urdaneta; la Revolución de las Reformas (1835-1836), época considerada para algunos como el de la Oligarquía Conservadora, en la que Santiago Mariño, se embraguetó en contra de José María Vargas; la Guerra Federal que se constituyó en una dolorosa guerra civil en la que participó activamente Ezequiel Zamora; la Revolución de Marzo (1858-1863) liderada por Julián Castro en contra de José Tadeo Monagas y la Revolución Azul (1863-1870) en la que Guzmán Blanco toma el poder tumbando a Crisóstomo Falcón; la Revolución Legalista bajo el mando de Joaquín Crespo; la Revolución Nacionalista liderada por el Mocho Hernández; la Revolución Liberal Restauradora impulsada por Cipriano Castro (1899); la Revolución Libertadora dirigida por Manuel Antonio Matos en contra de Cipriano Castro (1901-1903); la famosa Revolución de Octubre (1945) en la que participaron los adecos en contra del General Isaías Medina Angarita. Y cercanos a estos tiempos la llamada Revolución Democrática (1958-1998), en la que hubo alzamientos como el de Hugo Trejo, el Porteñazo y el Carupanazo, lucha guerrillera, y, como preámbulo a la actual Revolución Bolivariana y reconocida génesis del actual movimiento de masas populares, está la insurgencia del Caracazo (1989) y las rebeliones militares del 4F y el 27N (1992) y, desde 1999, la Revolución Bolivariana, bajo el liderazgo indiscutible de Hugo Chávez Frías, que aspira ser, una Revolución Socialista.
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