En la entrega anterior, vimos al vuelo como durante la edad media, en especial después de la peste negra, el sistema económico y social imperante conocido como feudalismo comenzó a declinar y cambiar, muy lentamente al principio, acelerándose cada vez más a medida que el siglo 17 corría hacia el futuro. Mientras, el capitalismo que había empezado a desarrollarse un poco tímidamente empezaba a tomar impulso.
Las potencias imperiales eurocéntricas se peleaban el mundo, colonizando territorios, destruyendo culturas ancestrales y consolidando un proceso de saqueo que aún sigue vigente en nuestros días.
Entre todas estas potencias coloniales era el Imperio británico el que llevaba la batuta de los cambios, violentos o no, y que se aseguró de mantener las guerras bien lejos de sus tierras pero llevándolas alrededor del mundo sin piedad y sin tregua. Lamentablemente sus descendientes norteamericanos siguieron su ejemplo hasta nuestros días.
El Imperio Español ya en deseguida, se empeñaba en mantener una monarquía absolutista, y permaneció rezagado con respecto a la Europa del norte en el desarrollo de la nueva revolución industrial, sobretodo a raíz de las guerras napoleónicas y sus derrotas en NuestrAmérica.
Después de la revolución francesa, Gran Bretaña instigó y financió las guerras napoleónicas. Conquistó y emprendió la colonización de la India , sometió a China a las crueles guerras del opio para poder vender su droga producida en India. Conquistó buena parte del Caribe y creó la primera gran corporación internacional, la "compañía británica de las indias orientales" que se encargaba, en nombre de la reina, del comercio de especies y otros productos y sobretodo del tráfico de drogas y de armas. Esta compañía llegó a tener un ejército "privado" de 260.000 hombres, aún más grande que el ejército regular inglés, (algo que hoy en día se repite con los "contratistas privados" léase mercenarios gringos). Para mantener su dominio de los mares entregarán "patentes de corso" a maleantes que no eran otra cosa que piratas con permiso, los llamados "corsarios". Había también piratas sin patente que eran aun peor que los corsarios, pero la línea divisoria entre unos y otros resultaba ser casi inexistente. Estos salteadores de los mares, tenían la misión de robar y saquear embarcaciones y poblaciones de las otras potencias imperiales, pero eso sí, sin involucrar legalmente a la reina y su corte.
En la América del norte, el Imperio británico mantuvo en su poder a las trece colonias fundadas por los puritanos calvinistas hasta el final de la revolución independentista, por alla en 1783, cuando los colonos se declararon independientes y despues de vencer a los casacas rojas ingleses fundaron su propia nación, que nació ya con ínfulas imperiales y que seguira expandiéndose, cometiendo un terrible genocidio contra los nativos, y aprovechándose de la decadencia del imperio español para poco a poco ir apoderándose de sus colonias.
Ya a principios del siglo 18 los artesanos y comerciantes reunidos en gremios habían comenzado a asociarse en proyectos conjuntos, se fueron creando talleres donde muchos aprendices trabajaban en grupos y podían producir más, al pasar de los años los dueños de talleres dejaron de enseñar oficios y se inventaron la división del trabajo donde cada aprendiz se dedicaba exclusivamente a una parte del proceso. En 1769 James Watt crea la máquina de vapor y un tal señor Arkwright inventó el telar mecánico y funda en 1771 la primera factoría de algodón hidráulica del mundo, estos dos inventos ingleses consolidarán exponencialmente el sistema capitalista y cambiarán el destino de la humanidad. Asi comienza formalmente la revolución industrial que pronto se irá extendiendo por el resto de Europa llegando a los Estados Unidos ya en el siglo 19 despues de la guerra civil, una guerra que a pesar de lo que nos cuentan, no fué para abolir la esclavitud, la mayoría de los "padres fundadores" de la nación gringa eran dueños de esclavos, la guerra fue para evitar la división del naciente imperio y fue entre unos estados sureños que vivían de sus grandes plantaciones y del tráfico de esclavos y los estados del norte que trataban de impulsar aceledaramente la revolución industrial. Tanto los británicos como los ex colonos gringos sabían bien que nunca los Estados Unidos serían totalmente independientes si no poseían industrias propias capaces de competir con la de la Gran Bretaña. De otra forma siempre seguirán siendo "una colonia" británica obligada a vender sus materias primas, en especial el algodón al precio que los británicos impusieron. Los Estados Unidos tenían que desarrollar su propia industria textil y hacerlo rápidamente pero los ingleses mantenían en absoluto secreto los diseños de su industria textil y los planos de su maquinaria y los ingenieros expertos en la nueva tecnología tenían prohibido salir del país. Los gringos entonces hicieron lo que después volverán una costumbre más que establecida: encontrar traidores dispuestos a vender a su país.
Así se consiguieron con Samuel Slater quien trabajaba con uno de los socios de Arkwright y conocía bien las maquinarias y el proceso textil industrial. Para 1789 Slater se fuga de Inglaterra disfrazado de campesino y llega a los Estados Unidos donde inmediatamente comienza a reunir entre los acaudalados comerciantes de Nueva York, los fondos necesarios para montar de memoria la primera textilería industrial estadounidense. Slater se convierte entonces en el millonario padre de la revolución industrial norteamericana dándole a los Estados Unidos una independencia mucho más auténtica que la que le había otorgado el "padre político " de la patria gringa y quien fuera también su primer presidente: George Washington, a quien los nativo/americanos conocían en su lengua como el "destructor de pueblos ".
Los nuevos inventos y las fábricas empezaron a impulsar nuevas formas de comunicación y comienzan a construirse carreteras y canales a lo largo de toda Inglaterra, las nuevas industrias transforman sociedades rurales y agrarias en sociedades urbanas industrializadas y los bienes que antes fabricaban los artesanos y sus discípulos empezaron a producirse en grandes cantidades en fábricas y grandes talleres.
La revolución industrial empieza entonces a necesitar de todo tipo de banqueros y financistas. Ya en en 1770 se había creado la bolsa de valores de Londres, 20 años más tarde se crea la de Nueva York, estas instituciones se convierten en casinos donde las élites hacen fortunas arriesgando el dinero de los demás y donde se le pone precio a todo. En 1776 Adam Smith un escoses considerado por algunos como el padre de la economía moderna publica su obra " la riqueza de las naciones" qué busca de una forma muy efectiva naturalizar el naciente capitalismo resaltando los "beneficios" de la libre empresa, la propiedad privada de los medios de producción sin intervención del gobierno. Sus teorías serán el soporte con el cual banqueros y empresarios seguirán desarrollando el modelo capitalista ahora con una cierta apariencia de legalidad académica.
A principios de 1800 se inventa la locomotora y para 1830 ya los trenes transportan pasajeros. Por esa misma época en Londres Joseph Henry inventa el telégrafo, un invento que después será impulsado en los Estados Unidos por un tan Samuel Morse creador de la famosa clave morse.
Con el avasallador avance de la revolución industrial que algunos dividen en dos fases, comienza una masiva migración desde el campo a los centros de producción. Pequeños poblados se volverán ciudades y estas ciudades serán focos de hacinamiento y polución, con una sanidad pública casi inexistente y con falta de agua limpia lo que aumenta la aparición de epidemias. Las clases altas por supuesto mejorarán sus vidas pero a costa como siempre de los pobres y los trabajadores que cada vez se encontraban peor.
Entrado el siglo 19 Inglaterra sigue expandiendo sus colonias y los Estados Unidos entran aceleradamente en la era industrial continuando con sus políticas expansionistas, invadiendo y despojando de gran parte de su territorio a México y con la vista muy fija en el Caribe y en centro y sur América, a las que ellos consideran su "patio trasero". Estos territorios que aún luchaban por su independencia, siguen siendo colonias agrarias y viven de la explotación y exportación de los productos de grandes plantaciones creadas por los colonizadores. La independencia de estas colonias españolas la culmina el Libertador Simón Bolívar quien propone la unión de las nuevas naciones latinoamericanas y del caribe para poder hacerle frente al avance del naciente monstruo imperial del norte. Lamentablemente los gringos consiguen como siempre sus traidores y el proyecto liberador de Bolívar es roto en pedazos.
En los Estados Unidos con la revolución industrial y en especial con el desarrollo del ferrocarril nace una clase empresarial tan corrupta que algunos la consideran la primera expresión del crimen organizado. Aprovechándose del explosivo crecimiento del capitalismo norteamericano y de la total falta de regulaciones de un estado fundado por ellos, de ellos y para ellos, esta clase gobernante se dedica a monopolizar empresas esenciales. Estos monopolios se construyen utilizando tácticas que son el sello distintivo de las mafias modernas y que se caracterizan por la intimidación, la violencia, la corrupción y el fraude generalizado. Se les conoce en la historia norteamericana como "the robber barons" ( los barones ladrones). Entre ellos se encuentran muchos de los principales apellidos de la nación estadounidense : Gould, Fisk, Pullman, Carnegie, Astor, Vanderbilt, Rockefeller, J P Morgan...
Estos ladrones, sobornar a altos cargos y a funcionarios del gobierno y consiguen obtener beneficiosos préstamos y grandes extensiones de tierras del estado que por supuesto le fueron robadas a los nativo americanos.
Para limpiar su imagen y para poder dominar y moldear a su favor la academia y la cultura en general, estos empresarios mafiosos se volvieron importantes "filántropos" y fundaron universidades, teatros y museos en las principales ciudades de los Estados Unidos. Esta falsa fachada filantrópica los ayuda por supuesto a evadir impuestos.
Este tipo de políticas económicas corruptas y antiéticas donde unos pocos oligarcas crean grandes corporaciones y fundan inmensos monopolios a la sombra del estado, sin tomar en cuenta la competencia y desvirtuando totalmente el supuesto "libre mercado", fueron las políticas que se le impusieron a Nuestra América, en especial a nuestro país, por los rockefeller y demás. Lamentablemente, desde la implantación del neoliberalismo ese mismo cáncer, pero ya en metástasis, ha venido infectando el mundo entero.
Hasta aquí la segunda parte, a medida que uno recuerda e investiga un poco sobre el desarrollo del sistema capitalista la cosa se pone cada vez más interesante y siento la obligación de seguir compartiendo estos datos con quien quiera leerlos, lo que me lleva a trabajar en una tercera entrega de esta ya no tan breve historia...