Los grandes capitales no pagan impuestos

Para que Maduro pueda atraer capitales nacionales y extranjeros, "con el propósito de desarrollar las fuerzas productivas", las condiciones que les ofrece a los capitalistas deben ser atractivas; por lo menos deben cumplir con dos exigencias: exonerarlos del pago de impuestos y aranceles y desaplicar la ley del trabajo, o sea, hacer que no se cumplan los fueros laborales para abaratar los costos de producción y multiplicar las ganancias.

Es decir, Maduro debe ir en contra de los principios humanistas del socialismo que a veces pregona – donde la renta del país y sus ganancias se destinarían a beneficiar a todos por igual, lo primero es el ser humano y lo segundo también –, y en contra de la Constitución chavista.

Porque, en el sistema capitalista no se invierte para ayudar a los más pobres, su función no es compartir la riqueza que ha sido acumulada, el capitalista no hace altruismo con su capital. Por eso conviene saltarse los controles estatales, las leyes impositivas, y sobre todo, abaratar al máximo el costo de la fuerza de trabajo, maximizar la plusvalía que confiere el trabajador a la mercancía, para poder competir. En otras palabras, los inversionistas deben ser libres de exprimir la sangre, el sudor y sacarle lágrimas al obrero como sea y el tiempo que sea; explotar el trabajo humano como si fuéramos bestias. El "nuevo modelo económico" de Maduro no es más que una sociedad neo esclavista, donde somos explotados física y espiritualmente con la sutileza de un hechicero.

En algunos países se explota físicamente a hombres, mujeres, niñas, niños y en condiciones infrahumanas, acortándoles una vida ya medrada en su pobre calidad, como bestias. En los más desarrollados los trabajadores viven una vida de autómatas, esclavos del tiempo, del consumo y de la moda. Pero en la mayoría hay de unos y otros explotados. En Europa la competencia comercial es tan atroz que los gobiernos alientan con hipocresía las migraciones para explotar al máximo a migrantes ilegales y refugiados mediante chantajes. O Estados Unidos (o China), donde se inventan "maquilas" o "Zonas francas", "zonas económicas especiales" para poder esquivar sus leyes regulatorias, en países ajenos, en especial las leyes que regulan el trabajo humano de la producción de mercancías, pero también las obligaciones impositivas. Algunos lo hacen en sus países de origen, como China, y otros, como Estados Unidos, Europa, China, etc. en países colonizados, como pasa ahora en Venezuela y sus zonas económicas especiales.

Maduro no puede recaudar 10.000 millones de dólares en impuestos para el año entrante, si no es esquilmando a los consumidores y el sueldo de los trabajadores pobres, profesionales de clase media y a la clase media honrada, que todavía cree en las bondades del capitalismo, en las leyes capitalistas y en la competencia leal entre capitalistas. Los grandes capitales están exentos de obligaciones impositivas y del cumplimiento de las leyes de trabajo porque, de lo contrario, se van a otro lado del planeta a explotar, donde puedan ganar más. Estamos hablando del "nuevo modelo económico" de Maduro (que de nuevo no tiene un coño).

Lo más indignante es que el gobierno de Maduro anunció la noticia como si en verdad hará que los más ricos paguen impuestos… O es chicha o es limonada…, porque para "desarrollar las fuerzas productivas capitalistas" hay que subsidiar la producción con la renta petrolera (minera o la que sea), y medrar las condiciones laborales de los trabajadores a niveles de explotación colonial. Maduro comenzó este proceso acabando con el bolívar, dolarizando la economía y pagando sueldos miserables en bolívares devaluados, bonificando el sueldo de los trabajadores PARA ELIMINAR LAS PRESTACIONES SOCIALES, es decir, maximizando las ganancias de los ricos propietarios, empresarios de abolengo o sin abolengo. Sin embargo, para las zonas económicas especiales las libertades económicas serán la norma; para algunas actividades como la "industria turística" se aplicará la exoneración de impuestos y la desaplicación de la ley del trabajo, es decir, se suspenderán de hecho las garantías constitucionales en materia laboral, social, las regulaciones económicas, inclusive violando la soberanía nacional.

De ganar las elecciones la derecha pro gringa, MCM o el que sea, esta situación sería igual o peor. En este momento los trabajadores, los jubilados y pensionados, los más pobres estamos emboscados, no nada más por los dos grupos capitalistas que nos flanquean y nos van joder de la misma manera, sino por la mentira. En este ambiente electoral, donde escuchemos una declaración, una promesa, una denuncia; en el foro que sea, en el canal de televisión o en la red social que sea, siempre habrá y veremos a un mentiroso y una mentira... Se acercan las elecciones y Maduro se vuelve más altanero, más antiimperialista, pero más progresista y más patriota, va alternando el liquiliqui de seda, con la casaca de guerra y el flux azul, dependiendo de la ocasión; se vuelve más demagogo. Y en la acera de enfrente pasa lo mismo, antiimperialistas de derecha, patriotas, hasta socialista, "cazando gúire", entrampando a todo pendejo que se pueda o se deje atrapar.

Sea cual sea el resultado, estas elecciones será la consumación del fin de la revolución de Chávez, una competencia sin competencia para el capitalismo, sin alternativas al capitalismo. Con estas elecciones muere definitivamente la esperanza de la libertad.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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