La jornada que se realiza actualmente con la participación efectiva del CNE, con toda la logística para estos casos y en el caso particular de la creación de un partido político, tiene una trascendencia tal en la historia política de Venezuela que rompe paradigmas poco usuales en el devenir de la constitución de organizaciones políticas. Es cierto que solo se trata de un registro de aspirantes que por voluntad propia, acuden a engrosar la lista conjuntamente con miles de venezolanos y venezolanas que vemos la oportunidad de emancipar la filosofía de un partido político alejándolo de posturas de cogollos, el centralismo y la tendencia cupular, al menos esas son las directrices manifestadas por el líder del proceso y las cuales tienen toda la lógica del mundo para evitar desviaciones desde el propio nacimiento del partido.
En este momento inicial se trata solo del registro de aspirantes que en buen número tienen sus esperanzas puestas en la construcción de un gran partido que sirva de batimento para enfrentar futuras luchas y amenazas siempre latentes, se trata de la organización popular, bajo conceptos y tareas disciplinarias y el rigor del cumplimiento de líneas maestras cuando así se decida.
Desconocemos el uso del criterio a utilizar para la aceptación definitiva de quienes serán los futuros militantes de la organización y mucho más, quienes serán los escogidos para escoger quienes deban ser aceptados o no, o tener derechos a ser militantes definitivos del partido.
Haciendo un ejercicio de imaginación, brindaremos cuales, pueda que sean las variables a utilizar para dicha escogencia, lo haremos en base a los datos aportados al CNE en el registro correspondiente: En primer el lugar, la residencia, luego la profesión u oficio, y para otros efectos, la confrontación con otras listas pre-creadas, problemas de orden judicial o administrativos y casos flagrantes de otra naturaleza. En verdad no encuentro desde la tangibilidad posible, algún otro asidero para evaluar la situación.
No obstante, es conveniente aclarar que esas no son las únicas razones. Hay otras de otro orden que pueden ser vistas como circunstanciales, me refiero a quienes en Asamblea decidan quienes pueden optar o no, como es un caso que puede ser subjetivo, debe afinarse bien la pupila, para no cometer injusticias u omitir por desconocimiento quien reúne o no los requisitos exigibles de honestidad, humildad, solidaridad, entrega, abnegación y desprendimiento de lo material, así como puedan pasar por debajo de la mesa y colearse entre bastidores, de todo puede haber en la viña del señor, si no se actúa con rigurosidad de padre escrutador que busca lo mejor para su niño.
En todo caso, esperamos que las decisiones vayan fluyendo de manera orgánica sin excesos y sin debilidades, en todo hecho humano, donde esté la mano discrecional se puede errar, en cualquier evento social por más que no se quiera, la intervención prudencial debe imperar hasta en la más mínima de las expresiones, son cambiantes los hechos sociales y políticos, y los actores tendrán la palabra.
Por encima de todo, lo importante es reconocer que estamos en presencia del nacimiento de una grande y explosiva conmoción social cuya organicidad y disciplina deben ser impactantes en su creatividad y ejercicio, como dique de contención de las amenazas internas y externas, que de respuestas institucionales, políticas y de seguridad de Estado.
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