Con 43 años por cumplir recuerdo aquel 11 de septiembre de aquel aciago año de 1973 cuando esperando que el bus escolar me buscara para llevarme al colegio oí en una radio el extra en donde anunciaban el golpe de estado de Chile, quizás eso quedo grabado en mi mente de niño, pasaron los años y ya adulto tuve la fortuna de conocer a la familia Alarcón, Ramón Alarcón Vergara, luchador de la famosa Unidad Popular del Presidente Allende y poder con este protagonista conocer mucho sobre este hombre tan interesante como lo fue y será Salvador Allende. Junto a Alarcón Vergara también recibí mucha información de Ramón Troncoso chileno y docente universitario que me converso del cruel golpe de estado que se me quedo grabado en mi mente cuando era un niño de 9 años.
Leyendo una revista que cayo en mis manos pude conocer las alocuciones radiales que ese día de septiembre dirigió Salvador Allende al pueblo chileno, después de leer por varias veces y sentir la soledad que vivió este Presidente-mártir de mis grandes amigos Alarcón y Troncoso.
En la primera alocución de Allende que salio a las 7:55 de ese día del golpe fascista podemos notar el total desconocimiento de el mártir chileno de cómo las Fuerzas Armadas estaban traicionando su mandato dirigido por una camarilla de buitres que se convertirían en asesinos del pueblo hermano. En este documento radial me pregunto que hubiera pasado si el Presidente llama al pueblo a defender esta revolución que estaba empezado en la sociedad chilena. Se nota la grandeza de su alma cuando confía plenamente en sus Fuerzas Armadas sin sospechar el golpe traidor que se estaba gestando en su contra, confianza solamente tenida por un hombre sin dobleces, sin hipocresías y defensor lineal de sus ideales y hombre incapaz de traicionar a quienes confiaban en él.
A las 8:15 A.M. en su segundo mensaje Allende denota una fe ciega hacia las Fuerzas Armadas, pero sin lugar a duda también indica su inquebrantable decisión de defender ese gobierno de los trabajadores.
Para mi punto de vista Allende y sus partidarios estaban totalmente desarmados para enfrentar una insurrección como esta en donde casi la totalidad de Las Fuerzas Armadas estaban en su contra. Tengo entendido que el Ejercito Chileno es un cuerpo que esta totalmente penetrado por el fascismo y no es difícil notarlo al ver tanto su uniforme de gala gris y la forma de sus cascos que es muy parecido al Ejercito Nazi.
30 minutos después el presidente chileno participa al pueblo que no abandonara el Palacio Presidencial, defenderá ese proceso del pueblo así sea con su propia vida y anuncia que el golpe de estado cuenta totalmente con la mayoría de las fuerzas militares.
Pasan 18 minutos y con la aviación en vuelo rasante amenaza con bombardear el Palacio de La Moneda Allende anuncia su tranquilidad total y la fe en sus convicciones de no dejar su mandato que el pueblo le ha entregado sino muerto como realmente ocurrió ya los picotazos del cóndor gringo estaban realizándose.
En este mensaje electrizante sentimos la angustia que sentía este revolucionario no por su vida sino por ya tener conocimiento que vendrían años de sufrimiento para el pueblo de mis grandes amigos Alarcón y Troncoso.
Que mejor imagen que aquella de Salvador Allende armado y con casco junto a sus hombres dispuestos a entregar sus vidas en defensa del pueblo chileno, pero la soledad del Presidente es demasiada apabullannte. Un hombre y un pueblo traicionado por sus Fuerzas Armadas, que en vez de protegerlos como es la tarea que le corresponde se ponen al lado de un imperialismo extranjero que en nada les importa el beneficio del pueblo.
¡Que cobarde se porto el Ejercito Chileno ese día! ¡De que manera traiciono para ponerse a defender intereses extranjeros!
Recuerdo cuando murió Pinochet los ladridos de su cachorro dando loas a su abuelo por la defensa de la democracia y de la civilización en contra del coco comunista, que es la manera imperialista y burguesa de describir gobiernos que defienden al pueblo.
Lamentablemente Allende se equivoco con respecto a” que mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor” pasarían muchos años para que la sociedad chilena saliera de esa inmunda bota militar con la cual ahogo Pinochet al pueblo chileno pero por fin ya aquí en esta América; sufrida aprisionada por un imperialismo asesino que no solo se conforma con avasallar los pueblos de su continente sino que inventan guerras en rincones lejanos del mundo para satisfacer sus ansias imperialistas y apoyados por sus lacayos; soplan vientos de cambios con la fuerza de un huracán que no habrá fuerza posible para detenerlo.
Salvador Allende en su gobierno presto atención a la salud de los chilenos creando consultorios que atendían día y noche a la gente, implemento la gratuidad de la matricula en la enseñanza básica y media, construyo en sus tres años de duración 156.000 viviendas y llevo por delante la Reforma Agraria en beneficio del guaso chileno y nacionalizo el cobre, principal riqueza del país haciendo un gobierno para el pueblo.
Debemos de tomar el ejemplo de Chile para evitar que en este país cúpulas podridas y antiguas traten de acallar la voz del pueblo y debemos el pueblo venezolano estar atentos y salir a defender las conquistas obtenidas.
Aprendamos de nuestros amigos y hermanos chilenos y defendamos los cambios que para bien se están dando en la América de Bolívar, de Sucre, de Sandino, de Allende, del Che, de Zapata, de San Martín y seamos lo que siempre debimos ser un continente libre y soberano.
elcaminante40000@hotmail.com