La medida adoptada por Chávez, antes de finalizar el año 2007, está enmarcada en la concepción que me he formado del Socialismo Espiritual, al que he supuesto se refiere el Presidente, cuando menciona que la Revolución se fundamenta en los legados de Bolívar y de Cristo. Y en efecto, la amnistía se fundamenta en esos valores que nos legó como enseñanza Jesús de Nazaret: El Amor y El Perdón. Ya lo hizo Chávez en abril de 2002 y en febrero de 2003, con medidas discretas pero similares, a favor de muchos de quienes lo traicionaron y participaron en el golpe de estado y en el paro de la industria y de la flota petrolera. De tal manera que, es ya una constante, que Chávez nos muestre de esta forma, con acciones muy concretas, los pilares sobre los cuales intenta construir la concepción que denomina Socialismo del Siglo XXI.
Como en esta oportunidad, también en las dos anteriores surgieron voces críticas y muy severas, que llegaron al insulto y acusaciones de traición contra el Presidente, cegados para ver las diferencias de una propuesta distinta y mucho más piadosa que el Socialismo clásico y ortodoxo al que supongo ellos aluden, para no pensar que se trata simplemente de compatriotas llenos de odio y ansias de venganza, sino que, sordos para escuchar nuevos enunciados, insisten en enarbolar, de manera contumaz, valores socialistas académicos que no han podido convertirse en un modelo práctico diametral y verdaderamente opuesto al Capitalismo. Este no se detiene ante ningún obstáculo moral para imponerse y ha viciado los más íntimos y sublimes sentimientos y creencias en el ser humano; ha enrolado como suyas a casi todas las creencias u organizaciones religiosas y ha hecho de papas, obispos, sacerdotes y pastores mercenarios suyos.
Ante la inescrupulosa y despiadada concepción capitalista, un socialismo conceptual, desprovisto por su parte de sentimientos y creencias, no ha logrado conquistar los corazones del resto de la humanidad, que sufre y busca sin cesar una respuesta frente a la dominación del Mal. Chávez ha sabido desnudar a éste y nos ha propuesto un Nuevo Socialismo, como plataforma conceptual para la lucha colectiva contra ese Mal que nos azota. Se trata esa propuesta, del Socialismo Espiritual como lo denomino yo, o del Siglo XXI, como lo ha hecho nuestro líder; es un modelo socialista caracterizado insisto, por la Justicia, pero también por el Amor y el Perdón. Es la verdadera antítesis del Capitalismo y Chávez pretende llenarnos con sus valores: Fe, Amor y Justicia, para que libremos la batalla con armas del Bien en nuestros corazones, contra el Mal que el Capitalismo representa. Están equivocados quienes pretenden traer a nuestras filas, sentimientos de odio y de venganza. Dios, Patria, Socialismo o Muerte… ¡VENCEREMOS!
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